martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo 2

El despertador sonó a las 9.30 (dios, mátale), menos mal que me despertó mi querido Nick Jonas y su Administration y su Tonight. Aun así no me levante hasta las 10. Como no me había dado tiempo a instalar la tv decidí poner música y no sé muy bien porque elegí la canción The Dandy Warhols - We Used To Be Friends, puede que porque echara de menos a Mery, pero la verdad es que después de escuchar esa canción me entro un poco de nostalgia, porque además la canción me recordaba un capítulo de THE OC, y de ese magnífico Seth Cohen bailando por el pasillo y como iba a ser menos, me puse a bailar yo también.

En ese momento sonó el timbre. Me pare en seco, apague la música y fui a abrir mientras pensaba, por favor que no sea el guapo y soltero londinense, no con estas pintas. Y si estáis pensando que este es el momento en el que a aparecer el famoso del cual me voy a enamorar perdidamente porque resulta ser mi vecino y que no puede abrir la puerta de su casa y que solo con mirarme a los ojos un segundo sabe que seré la madre sus 3 hijos. Siento decepcionaros, porque no va a pasar nada de eso. Pero os puedo asegurar que en ese momento, lo que me esperaba detrás de la puerta, me iba hacer mucha más ilusión que cualquier Robert Pattinson de turno.

Abrí la puerta y me encontré a un repartidor y a su lado una caja.

  •    Miss Iniesta?
  •  Si soy yo.
  •    Firme aquí por favor.
  •    Disculpe, ¿sabe qué es?
  •    No lo siento.
  •    ¿Y quién lo manda?
  •    No, no pone nada.
  •    Vaya, muchas gracias.

Cerré la puerta muy intrigada, que sería lo que había en el paquete. Lo abrí rápidamente y no podía creer lo que tenía ante mis ojos. La cafetera más bonita y maravillosa del mundo. No me podía creer que tuviera una Nespresso edición especial New York en mi casa, que irónica es la vida. Busque alguna pista de quien podía a verme mandado la cafetera y pegada a los paquetes de café encontré una nota que decía.

Querida Raqui.
Esperamos que esto te ayude a empezar tu nueva vida con ánimo y que en el camino encuentres al George Cloony de tu vida.
Fdo. Papuxi y Mamita

No podía parar de reírme, mama como siempre intentado buscarme novio. El regalo me encanto, además teniendo en cuenta que no tenía nada que desayunar. Aunque decidí dejar la instalación para más tarde y prepararme para salir a comprar y buscar trabajo.

Y así fuero transcurriendo los días, me iba acomodando a la nueva vida. En una semana ya la casa iba teniendo un toque de hogar. Todo estaba en su sitio. La televisión y el DVD bien instalados, los nuevos altavoces colocados en habitación y baño, (la buena música que no falte nunca), cafetera maravillosa en la cocina, ordenador y cosas de estudio en la habitación de invitados…

Y así fueron pasando las semanas, iba a ver a Joe casi todos los días, seguía sin encontrar trabajo, pero de momento no me preocupaba, tenía unos ahorros con los que sobrevivir, aunque dentro de unos meses veríamos. Y así llego el primer día de universidad.

Me levante con tiempo, preparé café, me pegue una ducha rápida y me puse a buscar algo adecuado que ponerme. No tarde mucho en decidirme y termine eligiendo unos vaqueros claros, camiseta de tirantes azul marino, dejando lucir mi tatuaje y encima una americana marrón. El calzado era más complicado, al final elegí unas sandalias romanas marrones y un bolso a juego.

Salí de casa con tiempo de sobra, así que decidí caminar hasta la facultad, aunque estaba segura que iba a ser la primera y la última vez que iba a hacer algo así. Y estaba en lo cierto, creo recordar que en los dos años siguientes no me levante con tiempo de sobra ni una vez. Así que aproveche el paseo, aunque ya lo había hecho en la últimas semanas un par de veces para familiarizarme con la zona, hoy me sentía de una forma distinta, ahora sí que empezaba algo nuevo.

Llego 15 minutos antes y me pase por la reprografía de la universidad para recoger los programas de mis asignaturas. Yo por esa época estudiaba Administración y dirección de Empresas o como lo llamaban aquí (y a decir verdad quedaba mucho más chic) Business. Iba distraída mirando los programas cuando me choque con alguien pero no se me cayeron los papeles al suelo, menos mal. Yo me mosquee un poco, pero no duro mucho mi mosqueo, resulto ser un tío muy agradable, su nombre era Henry (y sigue sin ser famoso, bueno al menos en ese momento no lo era).

  •  Hay dios mío, lo siento. ¿Estás bien?
  • Eh, si no te preocupes, no ha sido nada.
  • Perdóname es que iba nervioso por el profesor que me ha tocado en Comercio exterior y ni siquiera miro por donde voy.
  • ¿Señor Kelleman?
  • No, yo soy Henry McNamara. ¿y tú?
  • (no podía parar de reír) Yo soy Raquel, bueno puedes llamarme Rachel. No me refería a que tu fueras Kellerman, sino si estas con Kellerman en Comercio exterior.
  • Ahh (y el también empezó a reír), si yo también le tengo.

Después de ese encuentro decidimos subir a clase juntos, ya que íbamos a la misma clase, o al menos a esa clase. Que os puedo contar de Henry, chico alto, pero que muy alto, no muy guapo pero si atractivo, delgado y muy romántico, aunque le habían roto el corazón muchas veces y eso le estaba convirtiendo en una persona que terminaba escondiendo sus sentimiento para no sufrir, pero os puedo asegurar que eso no suele funcionar.

Bueno al menos ya conocía a alguien en ese inmenso lugar, pero no duro mucho, porque la siguiente clase no la teníamos juntos. Así que me fui a la siguiente clase sola, eso sí quede con Henry en vernos al final de las clases para que me presentara a unos amigos.

Me senté al lado de una chica guapísima, ella me miró y yo la sonreí. Es algo muy normal en mí, cuando estoy nerviosa, no sé qué decir o no me entero de lo que me están hablando sonrió. En ese momento me acorde de Alba, mi mejor amiga de la universidad, así fue como la conocí el primer día, además es que Alba también era guapísima. Como la echaba de menos, no sabía muy bien cómo me las iba a apañar sin ella, sin su ayuda, sin su risa. En ese momento me sentí como en casa y decidí presentarme a la chica.
  •    Hola ¿Qué tal?
  •    Hola, pues aquí, si te soy sincera algo nerviosa porque soy nueva aquí.
  •    Yo también, acabo de llegar de España. ¿tú de dónde eres?
  •    Soy de un pueblo de aquí, de Inglaterra. Seguro que no lo conoces, se llama Glastonbury.
  •    Pues no, no lo había oído nunca.
  •    Bueno no me he presentado, yo soy Raquel.
  •    ¿Raq…?
  •    Bueno puedes llamarme Rachel.
  •    Encantada yo soy Amy.


Y así paso el día. Amy resulto que tenía las mismas asignaturas que yo y que vivía cerca de mí. Compartía piso con su hermana mayor, que trabajaba allí en Londres. Realmente no recuerdo de que trabajaba por esa época, tampoco creo que sea importante. Lo importante es que Amy en poco tiempo empezamos a ser casi inseparables, Amy venía a estudiar a mi casa, a ver pelis, salíamos de fiesta, se quedaba a dormir conmigo.
Y no solo salía con Amy sino también con otros amigos que nos hicimos durante esas dos primeras semanas. Conocimos a 4 chicos y a 3 chicas más, Andrew, Robert, Ethan y Cristopher más conocido como Cris y luego Emma, Lorelai y una chica algo distinta llamada Charlie.

Voy a contaros un poco como eran por esa época, tampoco me voy a poner a describirlos detalladamente, total hay tiempo a lo largo de mi historia de conocerlos detenidamente y en detalle.

Empezare con las chicas, Emma era una chica bajita y delgadita, morena y muy graciosa. Lorelai en cambio era más alta y no tan delgada como Emma, pero hay que decir que era más mona que Emma. Lorelai era la persona más dulce y romántica que nunca llegue a conocer, creo que por esa época tenía un triángulo amoroso bastante complicado, estaba entre su vecino buenorro y su antiguo novio que era tan grande como un jugador de rugby, vamos incluso creo que era jugador. Y luego estaba Charlie, es verdad que de ella nunca llegue a saber demasiado, me recordaba demasiado a una persona de Madrid con la que llegue a tener tanto cariño que la desilusión, tras ciertos comportamientos, me hicieron mucho daño, así que decidí mantenerme algo alejada.

Los chicos había que confesar que los cuatro eran muy atractivos, sobretodo dos de ellos Ethan y Cris.

Cris era un apasionado de las motos y tenía una verde o negra, no recuerdo bien, vamos creo que tuvo una de cada. Era Cris el motero, que morbo, moreno, delgado y con las facciones marcadas de la cara. Como diría Alba, que majo (que era cuando tanto física como psicológicamente el chico tenía algo). En cambio Ethan era distinto pero a la vez muy sexi, tenía pelo para repoblar a 6 calvos, moreno y también delgado, eso sí, tenía un culo perfecto. Luego estaban Andrew y Robert que no eran para nada feos, es mas a mi Robert me gustaba un montón, fue una pena que tuviera novia (aunque la novia era la persona más linda del mundo), pero vamos que eran dos chicos altos, deportistas, rubitos y esto ya los 4, los tíos con los que más me he reído en la vida.

No os podéis ni imaginar la que liaron en mi boda, aunque no fueran los únicos, pero cada cosa a su tiempo.
También Henry nos presentó a unos amigos suyos, pero hay que decir que no hicimos tan buenas migas como con nuestro grupillo. Realmente íbamos con ellos, de vez en cuando, porque a mí me gustaba Henry, no en plan que le viera y dijera va a ser mi futuro marido, que es como mi frase favorita cuando hay un tío que me atrae, incluso tenía una lista de futuros maridos. Pero la historia va por Henry, no sabía muy bien porque pero era un tío que me llamaba la atención, sobre todo su personalidad.

Y así pasó el primer mes desde que empezamos la universidad, todo parecía tranquilo, pero no duro mucho la calma.

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