martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo 7

Estaba en chándal y no era aceptable salir así a la calle, pero estaba tan… ni siquiera encuentro un adjetivo que describa mi estado en ese momento. Cogí unos vaqueros, una camiseta y me puse un jersey de punto, típico canadiense (la moda en esa época). Me puse mis Dougieborr (así es como las llamaba siempre Mery, las típicas botas que llevaba Dougie en el 2010 con borreguito por dentro) y cogí las llaves del coche, no tenía ganas de andar, además hacia un frio horrendo, aunque yo adoro el frío.

Cinco minutos después estaba aparcando delante del Pub. Estuve sentada dentro del coche durante 3 min, intentando tranquilizarme y aclarar mis ideas. En ese momento relacione el nombre del bar con la canción y me pregunte si tendrían algo que ver. Ya lo que faltaba, que fueran íntimos Joe y los de McFly. No me podía estar pasando. Quité las llaves del contacto, respiré tres veces y salí del coche. Caminé lo más firme que pude, aunque en ese momento no estaba muy segura de mi misma.

Joe estaba en la barra, y solo había dos mesas llenas, una de chicas adolescentes y otra con dos tíos tomando cerveza. Intente decirme a mí misma que me relajara y que no montara un escándalo pero no pude remediarlo.

  • Tú, si tu Joe, como has podido, lo sabías todo desde el principio y no has tenido la decencia de decirme nada.
  • Ya te has enterado.
  • ¿Cómo que si ya me he enterado? Como no me voy a enterar, si es uno de los rostros más conocidos del país. Y mi mejor amiga les ama. JODER QUE ME LO HE TIRADO.
  • Rachel baja la voz y ven aquí dentro. – me cogió por el brazo y me metió detrás de la barra.
  • Me cago en tu puta madre Joe., ¿Cómo no me dijiste nada?
  • Y que gracia tenía, si te lo hubiera contado no le hubieras tratado igual y puede que no hubiera pasado nada.
  • Ya, pero quedé como una imbécil, mira que estuvo media noche que no se creía lo que estaba viviendo. Lo bueno es que ya he descubierto la canción, ya sabes, cuando el tío es famoso y sabes quién es, es mucho más fácil. – esto se lo dije con cara de pocos amigos.
  • Joder, hablando sobre eso, el otro día le llame y le dije que me habías pedido la canción y bueno resumiendo, está a punto de llegar para traerme una copia de una versión en acústico que no editaron nunca.
  • ¿Qué has hablado por teléfono con el sobre el tema? Estoy flipando, no es posible que me esté pasando esto.- luego me di cuenta de lo importante ¿QUE ESTA A PUNTO DE LLEGAR DICES?
  • Más que apunto, está entrando por la puerta.

En ese momento me tire corriendo al suelo y me arrastre hasta debajo de la barra.

  • Joe ni una palabra de que estoy aquí, no me has visto. Te estoy escuchando recuérdalo. – y le hice la mirada del tigre.


Escuché unos pasos acercándose hacia la barra, y como en la mesa de las chicas se ponían nerviosas, seguramente se habrían dado cuenta de quién era. Parece que la única que no conocía a Danny Jones era yo y parecía que había sido del todo oportuno.

Joe salió de detrás de la barra para saludar. Cuando se vieron se dieron un abrazo. Realmente se habían echado en falta.

  • Danny, ¿qué tal tío? ¿Cuánto tiempo? Desde que sois famosos os habéis olvidado de los viejos amigos.
  • Joe, cada día estas más sexi. Que vamos a olvidarnos de ti, lo que pasa es que no paramos. Saludos de los chicos, no han podido venir, tenían que preparar unas cosas para la página web, pero han prometido venir a verte un día de esta semana.

En ese momento me paralicé, ya verás cuando le diga a Mery que van a venir por el bar sus ídolos, la veo cogiendo un avión y viniendo corriendo.

  • Siéntate anda, que te invito a una cerveza.
  • Vale pero no me puedo quedar mucho tiempo, que sino luego piensan que me escaqueo del trabajo.
  • Danny lleváis muchos años juntos, no creo que les sorprenda.
  • También tienes razón. Bueno te traigo lo que te dije.
  • Sobre ese tema, creo que ya no va a hacer falta.
  • ¿Ya lo sabe?
  • Si, se ha enterado, vamos sabías que tenía que pasar, vamos que iba a pasar, ya era raro que no te conociera, pero vamos eres una de las caras más populares de Inglaterra. ¿Que querías?
  • Pues si te digo la verdad no sé, puede que decírselo yo. ¿Cómo se lo ha tomado?

Y preguntaba cómo me lo había tomado, pues no muy bien, vamos y menos cuando os estabais llamando para manteneros informados.
  • Pues está un poco… molesta y sorprendida. Vamos está flipando. Y un poco mosqueada conmigo por no decirla quien eras cuando me llamo el sábado por la noche.
  • ¿Ella sabe que fui yo quién te pidió que no le dijeras nada?
  • Pues no, no lo sabe, pero me da la sensación de que se va a enterar muy pronto.
  • Joder, y que hago Joe? No es que este enamorado ni mamonadas de esas, pero de verdad me lo pase genial la otra noche y me sentí tan a gusto, tan libre que…

Y si, tuvo que pasar, a veces la realidad supera a la ficción, comenzó a sonar mi móvil. Era Amy, mierda. No podía estar pasando, porque lo peor de todo no termina ahí, no, la música que sonaba era Shine a Light, si, en buena hora hice caso a Mery. En ese momento me puse tan nerviosa que comencé a moverme con tan mala suerte de mover las cajas vacías de coca-cola y tirármelas todas encima. Lo que hizo que Joe y Danny, sobre todo Danny, se asustaran y Joe se acercara a levantarme. Lo que hizo que Danny me viera, se pusiera rojo y yo me muriese de vergüenza.

  • Raquel. Ey hola. ¿Qué hacías ahí abajo?

Yo me moría de vergüenza, no sabía que decir, como actuar.

  • Eso da igual. Habías traído algo para mi ¿verdad?
  • Si, toma. Lo prometido es deuda.
  • Muchas gracias. Bueno yo tengo que irme.

Cogí el cd, mi bolso y salí de la barra caminando hacia la puerta. Danny también parecía descolocado, se dio la vuelta rápidamente y me cogió del brazo para que no me fuera.

  • Raquel por favor espera, no te vayas, podemos hablarlo.

Yo en ese momento no podía articular palabra, es verdad que teníamos que hablar, o bueno puede que no, total si hubiera sido cualquier otro tío no hubiera sido necesario, y se supone que eso fue lo que le gusto de nuestra noche. Tenía que salir de ahí, así que hice lo primero que se me ocurrió. Es verdad que fue un poco encerrona y cabronada, pero tenía que aclarar mis ideas.

  • Chicas, mirar quien está aquí, Danny Jones, si el mismo, el guaperas de McFly. Me ha dicho que estaría encantado de hacerse unas fotos con vosotras, además el hombre de la barra es un gran fotógrafo.

Me di la vuelta en cuanto las chicas se fueron acercando. Danny forzó una sonrisa para las chicas. Antes de irme le dije.

  • Lo siento Danny, no es el momento, necesito aclarar mi cabeza. Lo siento.
  • Llámame. – me dijo muy serio, manteniendo mi mirada.

Me metí en el coche y comencé a conducir, no sabía a donde me dirigía. Cuando había conducido media hora, decidí volver a casa, aunque tuve que poner el GPS, ya que me había perdido. Cuando llegue a casa llame a Mery para que no se preocupara y la hice un resumen, me dijo que no me preocupara y que la llamara para cualquier cosa que necesitara. Nos despedimos y yo cogí el cd que me había dado Danny. Lo pasé a mi iPod y lo conecte a los altavoces de mi habitación.

Me puse el pijama y me metí en la cama a intentar dormir algo, sin dejar de escuchar la canción. Era la canción más bonita que había escuchado nunca, por mucho que lo intenté no pude contenerme y alguna que otra lágrima se me escapo. No sé en qué momento me quede dormida, solo recuerdo despertarme con los primeros rayos del sol y sin música.

Ese día me lo pase en la cama, escribí a Amy para que no se preocupara y sobre todo para que no me llamara, no me apetecía hablar con nadie.

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