Capítulo 4 - parte 2

Solo había una persona que podía llamarme de esa forma en inglés, así que me gire para mirarle y ahí estaba él, Danny Jones.

•    Si todo perfecto. Otro chupito, gracias.
•    ¿Te los vas a beber todos tú o vas a compartir?
•    A ver déjame pensar… creo que me los voy a beber todos yo, pero gracias por preguntar.

Así que cogí el vaso que tenía delante y me lo bebí sin dejar de mirarle. Y el empezó a reír.

•    ¿Me podrías explicar que te resulta tan gracioso? Camarero ponga otros dos chupitos por aquí. Y sí que los dos sean de tequila, porque son los dos míos.
•    Pues a ver, graciosa es la situación, una chica bebiendo sola chupitos de tequila sin parar es gracioso. Y más cuando todo está perfecto.

Mientras hablaba yo me metí al menos un chupito más. Y pasé de contestarle.

•    Si te pasa algo puedes contármelo. Estaré justo aquí, bebiendo esta maravillosa cerveza. Pero no me vayas a pedir, porque es mía.
•    Señoras y señores, parece que la noche se pone interesante. Parece que mi fin de semana no termina todavía. Así que puedo contarte si me pasa algo, interesante. Dice el chico que hace 24 horas se reía de mí en mi cara. ¿Porque no me dijiste que conocías a Joe y el pub?
•    ¿Has hablado con Joe?
•    De verdad esa es tu contestación. Pues si hablé con Joe pero quedé como una imbécil, porque resulta que llamo a mi jefe para contarle que he encontrado al próximo David Bisbal de la canción y resulta que ya te conoce.
•    ¿Qué te dijo exactamente de mí?

Tras esa pregunta parecía nervioso a la contestación que pudiera darle, pero yo en ese momento estaba flipando y un poco mosqueada.

•    Pero de verdad tú te has hecho mirar eso? Creo que hay algo ahí arriba que no funciona bien. Pues no me dijo nada que erais viejos amigos, pero eso no es importante lo importante aquí es que me digas porque cojones no me dijiste que ya conocías el sitio.
•    Pues no sé, te vi tan motivada haciendo tu trabajo, que no quería chafarte la fiesta.
•    Mucho mejor quedar mal con mi jefe, donde va a parar. Camarero tráeme una cosa de estas que está bebiendo el loco este.

Y el empezó a descojonarse sin más, y le pidió al camarero otra para él.

•    Además no sabía si solo era una excusa para ligar conmigo.
•    Perdona, a ver, me gusto tu canción, más que me gusto me encantó. Pero solamente eso, te queda clarito no?
•    Muy clarito. Y yo que pensé que tenía posibilidades.

Dijo eso intentando poner la cara seria, pero no lo consiguió más de 2 segundos. Aun así me dejo un poco descolocada y decidí seguir por el tema musical.

•    ¿La has compuesto tú?
•    Si, hace muchos años ya. Espero que al menos me perdones por a ver podido emocionarte con mi canción, y espero no ser el causante de tu futuro alcoholismo.
•    No tranquilo que no has sido tú.
•    Entonces ahora puedo preguntar quién o que ha sido.
•    La pregunta no es si puedes preguntar, que ya lo has hecho, sino si voy a contestar.
•    ¿Y lo vas a hacer?
•    Bueno total, no creo que te vuelva a ver, que mejor que desahogar mis penas con un desconocido. Eso si te pido que guardes mi identidad en secreto, si alguien te pregunta, yo que sé, diles que estuviste con una tal… Kate.

El tío se quedó blanco, puede que fuera demasiado intensa para él. Pero vamos a mí ya me daba igual, estaba borrachísima y era él, el que me estaba dando cuerda.

•    ¿Tu estas segura que no nos hemos visto antes?
•    Además del sábado por la noche, yo no te he visto en mi vida, no sé tú, pero vamos lo dudo, llevo en Inglaterra 2 meses.

Después de esa contestación pareció más relajado aunque a la vez sorprendido y se empezó a reír de nuevo.

•    Bueno por dónde íbamos, cuéntame porque te estás dando a la bebida.

Y ahí estaba yo, hablando sin parar y desahogando mis penas con un tío que acababa de conocer. No recuerdo si seguí bebiendo o que, lo siguiente que recuerdo fue a Danny y a mi subiendo las escaleras hasta el segundo piso. Y ahora me pregunto y sigo sin encontrar la respuesta, de él porque subimos andando, teniendo en cuenta la borrachera que llevábamos encima.

Llegamos a la puerta de mi habitación ya era hora de dormir un poco y despedirme.

•    Y hasta aquí la fiesta por hoy – creo recordar que dije.
•    Ha sido un placer – dijo Danny sin dejar de mirarme a los ojos.
•    Sabes una cosa, bueno dos cosas. Primero decirte que llevo todo el día con tu canción en la cabeza y no puedo parar de tararearla, dime cómo puedo volver a escucharla, donde conseguirla, cualquier cosa.
•    Solo tienes que preguntarle a Joe, creo que él te podrá ayudar con ese problema y sino toma.

Cogió mi móvil y apunto algo en él, supuse que era su teléfono, pero hasta unos días después no descubrí lo que realmente me había apuntado. Yo solo pude sonreírle.

•    Y la otra cosa que era.
•    Pues que eres realmente muy guapo para ser inglés. Joder pero como puedo tener la boca tan seca, dios me muero de sed.
•    Qué bonita declaración de amor sobre todo el final. Si te soy sincero tengo que decirte que tú eres preciosa.
•    Ya pero eso es normal, es la cosa de ser española.
•    Sabes que además de preciosa eres muy graciosa Kate? Y del problema de la sed podría tener una solución.

Y de repente me beso con tanta pasión que yo no pude hacer otra cosa que seguirle. No recuerdo otro beso que me hubiera despertado tanto en tan poco tiempo, fue como un chorro de fuego dentro de mí, entre eso y todo el alcohol que llevaba encima solo os puedo decir que en menos de 3 minutos estábamos medio desnudos en medio del pasillo. En un momento de pausa me agache para buscar la tarjeta para poder entrar en la habitación, mientras tanto él recogía toda la ropa que no le duro mucho en las manos, porque nada más abrir la puerta lo tiro todo dentro, me cogió sin dejar de besarme y me llevo hasta la cama.

Si os sois sincera no recuerdo los detalles bonitos del momento, solo puedo recordar una pasión sin frenos, un calor que no cesaba, una gota de sudor descendiendo por mi espalda y uno de los mejores polvos de mi vida. Si se podría que decir que el mejor polvo de una noche.