Capítulo 5

Me desperté a la mañana siguiente escuchando la melodía de mi móvil, aunque hasta la tercera llamada no pude levantar a por él.

• ¿Dígame?

En ese momento, algo en mi cabeza estalló, no podía tener tanto dolor de cabeza, y la voz que tenía daba miedo. Era normal que la persona que me llamaba se asustara.

• Rachel soy Amy ¿estás bien?, ¿Dónde estás? ¿Por qué no me has llamado? Son las doce de la mañana.
• Tranquila Amy estoy bien, estoy en la habitación del hotel todavía es que ayer termine mucho más tarde de lo que creía.
• ¿Seguro?
• Sí, no te preocupes, estoy aquí en mi maravillosa habitación de hotel (en ese momento abrí los ojo) JODER.
• ¿Qué ha pasado, me estas asustando?

Esa no era mi habitación, en ese momento me vinieron a la mente alguna que otra imagen de la última noche, mierda, mierda, mierda. Pero no podía contarle nada a Amy de momento, principalmente porque no estaba en mi habitación y no recordaba cómo había llegado a esa cama.

• No te preocupes es que me he dado un golpe, joder, que daño. No te preocupes pequeña, voy a ver si me doy una ducha y me voy de vuelta para Londres. En cuanto este de camino te llamo.
• De acuerdo, pero como no lo hagas me voy a enfadar contigo, que estaba muy preocupada.

No pude decir nada más, colgué sin más. La que estaba preocupada ahora era yo. Donde cojones estaba. Me senté en la cama para analizar los hechos. Al dejar mi móvil en la almohada, encontré un trozo de papel escrito.


Querida Kate:
No te asustes, estas en mi habitación. Esta mañana temprano nos echaron de la tuya, esas cosas del check-out, y como no te despertabas, ni estabas en condiciones de conducir, me tome la libertad de traerte aquí. Puedes quedarte todo lo que necesites, yo hasta la tarde no volveré.
Tu maleta y todas las cosas están donde la televisión, y no te preocupes que ya hice el check-out por ti.
Pdt. Tienes algo de desayuno encima de la mesa.
Jack.


En ese momento recordé una conversación. FLASHBACK

• A sí que Kate. ¿Kate por algo en especial?
• No, es el primer nombre que me ha venido a la mente. Me gusta. Si tuviera una hija aquí en Inglaterra sería un nombre bonito para ponerle. OMG, pero que hago hablando de nombres de niños ahora…
• No sé, también me lo preguntaba yo, aunque me lo tomare como un síntoma del alcohol.
• Si por favor.
• Pero tenemos un problema, tú tienes un nombre en clave y yo no, no creo que sea justo.
• ¿Me estas pidiendo que te ponga un nombre en clave?¿o prefieres ponértelo tú?
• No, prefiero que me sorprendas.
• Jack, desde ahora serás Jack.
• ¿Jack? ¿No encontraste nombre más feo?
• Oye pues a mí me encanta, Jack o Jake.
• No me digas más, ¿se lo pondrías a tu hijo?
• Puede, mejor que Daniel.

Nos estuvimos manteniendo la miranda durante 5 segundos y empezamos a reírnos sin poder parar. Cuando lo conseguimos dijo.

• Encantado soy Jack, Jack Sparrow. – Dijo casi sin parar de reírse.
• Un placer, yo soy Kate, Kate Austen. (Kate en Perdidos).

Y brindamos con nuestras cervezas sin poder parar de reírnos.


Comenzaba a recordar todo lo que había pasado la noche pasada, o al menos una parte.


No me había dado cuenta de lo grande que era la habitación, tenía hasta una terraza. Fuera había una mesa con cosas para desayunar, pero podíamos desayunar yo y toda mi universidad. No me podía creer donde estaba, al menos eso era una suite, aunque no entendía muy bien cómo se podía permitir una cosa así. Ni que fuera rico. Aunque no lo parecía, pero como pasó en este caso, las apariencias engañan.


Decidí desayunar, estaba hambrienta, y total, había tanta comida. Me tomé un café y algo de bollería. 


Intentando reconstruir todo lo sucedido anoche. Y decidiendo que hacer.


Decidí darme una ducha rápida y salir para Londres antes de que se hiciera muy tarde y también antes de que volviera Danny. Es verdad que por un lado me apetecía volver a verle, pero después de todo lo sucedido me daba mucha vergüenza. Así que a las 14h ya estaba montada en el coche de rumbo a casa.


Puse el IPod, necesitaba escuchar música. Decidí poner los últimos éxitos y sonó Shine a Light de McFly. Realmente me gustaba un montón mira que Mery me había dado la lata, pero todavía no me había bajado ninguna canción de McFly y ya era hora, porque si no en el concierto las iba a pasar canutas.


Lo que yo me perdía mientras salía del aparcamiento con la música a todo volumen era a Danny viéndome partir desde la puerta del hotel, sonriendo por la canción que sonaba en mi coche y como se puso las gafas de sol y llamaba a alguien por teléfono mientras volvía a coger su coche para regresar al trabajo. Había llegado tarde.


Cuando llegue a casa eran las 17h, perfecto para ir a cenar algo, ya que no me apetecía cocinar e irme temprano a dormir, ya que estaba agotada y al día siguiente había que ir a la universidad.


Decidí llamar a Amy para que se viniera a cenar conmigo y así podía contarle todo lo que había pasado el fin de semana. No lo dudo ni un minuto y 15 minutos después paso a buscarme.

• ¿Dónde quieres ir a cenar Rachel?
• Qué tal si vamos al NOT ALONE, que así aprovecho y le comento una cosa importante a Joe.
• Genial.

Y allí fuimos a cenar. Cuando llegamos la dije a Amy que fuera pidiendo y que me pidiera lo mismo que ella, que no me apetecía pensar y yo mientras me fui a hablar con Joe.

• Hombre, tu por aquí.
• Ni que fuera algo muy raro. Vamos te recuerdo que trabajo aquí y vengo muy a menudo.
• Ya pero hoy es lunes y según veo en tu cara, un lunes muy largo.
• No quieras saberlo, es mejor.
• Que mal suena eso.
• Tampoco es para tanto, pero bueno, venía a preguntarte algo. Te acuerdas del chico ese que me encontré el sábado en el pasillo de mi hotel, que te llamé para contártelo.
• Si, ¿ha pasado algo?
• Pasar, pasar… bueno no es ese el tema, el tema es que estaba cantando una canción, que me encanto y entonces le pregunté como podía conseguirla y me dijo que te lo preguntara a ti, que seguramente podías ayudarme.
• ¿Así que el señor Jones te ha dicho que yo te podía ayudar? ¿No te podría ayudar el más fácilmente?
• Pues yo que sé, mira no entiendo que lio os traéis, ni vuestra relación, ni de dónde ha salido ese tío. Pero vamos tenía una habitación tan grande como mi apartamento.
• ¿Y cómo sabes tú eso?
• Pues… nada que la vi desde fuera, cuando me lo encontré cantando en el pasillo.
• Tú crees que yo soy imbécil.
• Bueno me puedes conseguir la canción o decirme cómo hacerlo o no?
• Lo intentaré, cuando sepa algo te digo.
• Muchas gracias.

Y yo volví con mi amiga a cenar. Estaba tan cansada que casi ni pude cenar. Mientras en el despacho de Joe, Joe mantenía una conversación telefónica algo acalorada.

• Tu Danny Jones eres gilipollas.
• ...
• ...