lunes, 7 de marzo de 2011

Capítulo 14 - Parte 1

Tardé media hora en llegar a casa, pero llegué cargada de café y rosquillas, a Mery le iba a encantar. Nada más cruzar la puerta la escuché gritar.

  • Raquel, corre ven, me muero de hambre, ¿porque has tardado tanto?

No me podía creer que siguiera en la cama sin moverse. Bueno si lo podía creer. Me acerque a la puerta de la habitación y me quedé parada en el marco.
  • Buenos días dormilona.
  • Buenos días Kate – dijo mientras se estiraba.
  • ¿Kate?
  • Sí, he decidido que a partir de ahora te voy a llamar Kate, porque la canción claramente te describe.
  • ¿¿PERDONA?? ¿Qué la canción que?
  • Si hombre, claro que te describe un poco.
  • ¿A si? ¿en que exactamente? Vamos a analizarlo. No creo en el horóscopo, no escribo mi número a desconocidos poniendo que lo vamos a pasar bien y no creo que haya 100 tíos que me estén buscando desesperados.
  • Esa es tu versión, yo lo veo de otra forma. Puede que no te compres libros del horóscopo, pero sí que lo lees. No das tu teléfono a desconocidos pero si te los tiras y ellos te dejan el suyo. Y puede que no tengas a 100 tíos detrás tuyo, pero el tío que canta que no puede sacarse a una tal Kate de su cabeza y que quiere ser el único en hacerle tocar el cielo esta noche, resulta que te llama Kate y que te hace tocar el cielo de vez en cuando. No sé qué pensaras ahora.
  • Primero que estas fatal y que sacas cosas de contexto a tu antojo.
  • Puede ser, pero tienes que reconocer que encaja y que soy buenísima. Además piensa lo de los 100 tíos, imagínate que llega un maromo como ese y te dice oye ¿conoces a Kate? Personalmente, excepto que Kate fuera íntima, la pondría un poco de puta manipuladora. Con un poco de suerte el chico, algo desilusionado, termina fijándose en ti, Little Joanna, una chica dulce.
  • Es verdad eres buena, pero me llama Kate porque se lo dije yo, sin ni siquiera saber de la canción. Y el cielo se ha tocado solo una vez. ¿Joanna? Si pues si hace eso muy dulce tampoco será.
  • Es que es dulce pero no tonta, que no se puede desperdiciar una oportunidad así. Espera un momento, ¿por qué vienes de casa de Danny y dices que no has tocado el cielo?
  • Por este motivo.

Durante la conversación me había acomodado en la cama, le había dado a Mery su café y su rosquilla. Ahora sacaba el móvil para darle detalles de lo que había pasado esa mañana de sábado. Busque la foto que me había hecho con Dougie. Cuando la encontré le pase el móvil a Mery. Me miro con cara de no comprender nada.

  • Que me enseñas ahora, no entiendo nada, Ohhhh QUE HACES TU EN LA CAMA CON DOUGIE!?!?
  • Realmente solamente una foto, la pregunta es ¿qué hacia Danny en la cama con Dougie? Pues joder mi polvo.
  • Me estás diciendo que cuando has llegado a casa de Daniel Alan David Jones, famoso cantante mundial para llevarle café y tirártelo, estaba mi ídolo espiritual y sexual en la cama. Por qué eres tan jodidamente afortunada, puta! 
  • Hombre te recuerdo que no me lo he tirado por culpa de ese rubito y que yo preferiría que no fuera un cantante famoso.
  • Mira, te odio y como te vuelvas a quejar cuando tienes a tus pies a un tío como ese, tendré que matarte.
  • ¿Matarme? ¿Y como piensas hacerlo?
  • Pues a mordiscos.
  • Que muerte tan horrible.
  • Si prefieres, te puedo matar a besos.
  • Mucho mejor, ¿y cuando va a suceder eso?
  • En cuanto te vuelvas a quejar de tu "relación".
  • Pues me voy a quejar, porque entre Tom y Dougie me quedo sin sexo, esto no pasaría con un tío normal.
  • Dios mío, te mato.

Dejó corriendo el café en la mesilla y se tiró sobre mí y empezó a darme besos. Empecé a gritar, pero la tía consiguió inmovilizarme.
  • Socorro, socorro.
  • A ver escúchame atentamente y repite conmigo.
  • ¿¡Y sino que vas a hacerme?!
  • Iré corriendo al salón, cogeré tu iPod y me lo llevare a Madrid.
  • No, vale, vale.
  • Repite conmigo.
  • Repito contigo.
  • Soy la mujer más jodidamente afortunada del mundo.
  • Soy la mujer más jodidamente afortunada del mundo.
  • No me pienso volver a quejar o a hacerme la victima porque estoy conociendo a un tío guapo, gracioso, bueno en la cama y que trabaja en el sector en el que sueño con trabajar.
  • No me pienso volver a quejar o a hacerme la victima porque estoy conociendo a un tío guapo, gracioso, bueno en la cama y que trabaja en el sector en el que sueño con trabajar.
  • Vale creo que ya está.
  • Vale creo que ya está.

Y se levantó de encima mío y se volvió a sentar en la cama.
  • No hace falta que sigas, creo que te ha quedado claro. Ahora hablemos en serio.
  • ¿Lo de antes no era en serio?
  • Claro que era en serio, pero quiero darte mi opinión como amiga sobre esta situación, sacando totalmente la visión de fan, porque como fan esto es un sueño, algo que esperas que pase aunque sabes que nunca pasará. Pero esto es distinto, como amiga y conociéndote como te conozco, hermana, quiero que disfrutes de la situación, que te olvides de lo de fuera, de toda esa historia de quien es, que no tengas miedo a enamorarte, a atarte a una persona y perder en parte tu libertad. Arriésgate porque de verdad te digo que es perfecto para ti.

Yo no sabía que decir, no quería que se fuera a casa, era horrible. En Madrid solíamos vernos todos los días, y sino cada dos. Salíamos de fiesta, ibas a concierto, al cine o íbamos horas y horas al Starbucks. Y ahora nos separaban kilómetros y kilómetros de distancia. No te das cuenta muchas veces de todo lo que significa una persona para ti hasta que no te alejas de ella, y os puedo asegurar que fue horrible ese tiempo sola.

  • No quiero que te vayas. Esto va a ser horrible sin ti.
  • Sabes que me quedaría encantada, pero este es tu lugar ahora y el mío sigue allí.
  • Puedes hacerle tu lugar también, a mí no me importa compartir.
  • Sabes que es tu momento de volar sola, ya tendremos todo el resto de nuestras vidas para estar juntas, aquí, en Madrid, en EEUU o en Praga ya sabes. Pero necesitabas esto, salir y cumplir tus sueños, y eso lo puedes hacer mucho mejor aquí que en España. Además tienes amigos aquí, un trabajo que te encanta y puede que si sigue bien la historia hasta novio.
  • Bueno, te haré caso pero tienes que venir a verme más a menudo.
  • Vale lo prometo, aunque ya te toca ir a ti en navidades, en nada nos vemos. En un mes estamos juntas durante 2 semanas.
  • No te he contado, pero he tenido una idea para este verano.
  • Me encantan tus ideas. Dime.
  • Quiero que te vengas a pasar el verano conmigo aquí. Ha trabajar o a estudiar inglés, lo que prefieras, pero pasar todo el verano juntas aquí.
  • ME ENCANTA LA IDEA… SISISISISISISISISISI… donde hay que firmar?

Yo me empecé a reír, era perfecto, pasar el verano las dos juntas y solas en Londres. Se iba a montar una buena.

  • Pues me tendrás que ayudar a buscar trabajo.
  • Eso está hecho.

Y así pasamos la mayor parte del sábado por la tarde, pensando en lo que podía ser nuestro verano y escuchando música sin parar. Descubriendo nuevos grupos y empezando a escuchar a McFly. Eran buenos, tenían unas voces de muerte, sobre todo Danny.

Y los días fueron pasando rápidos, el domingo quedamos con Amy, Emma y Lorelai a tomar algo a media tarde, tenía ganas de que se conocieran, además no dejaba de hablarlas a las unas de las otras. La tarde fue muy divertida, nos contamos historias y locuras del pasado. Me encantó poder ver a Mery conmigo y mis amigas nuevas, era gratificante.

Y la semana siguió su ritmo, entre clases y trabajos. El miércoles por la noche fuimos al pub de Joe, como ya habíamos hecho el martes. Mery se lo pasaba pipa, hablaba con Joe, servía alguna copa que otra, ligaba con los clientes. Estaba en su salsa. Tendría que hablar con Joe para que la contratara de camarera este verano.

Pero la noche no iba a ser fácil, llegamos temprano y cenamos algo. Mientras cenábamos empezó a llegar gente. Llegaron dos grupos que tocaban esa noche, demasiado pronto, no pude ni terminar de cenar. Les llevé a la sala acomodada como camerino, les ofrecí algo de comer y de beber, y les dije que no había llegado el técnico de sonido, así que tendrían que esperar un poco. Parecía que la noche iba a ser movidita.

Media hora después me llamo el técnico, llegaría tarde, había tenido un problema con el coche. No me lo podía creer, la noche se ponía más y más interesante. Se estaba haciendo tarde, me tocaría ponerme a preparar las cosas a mí.

Me acerque a la barra donde estaban Mery y Joe hablando con los clientes y poniendo copas.

  • Joe, pásame las llaves del estudio.
  • Y David?
  • Llega tarde, se le ha pinchado una rueda, así que voy a empezar sin él. Necesitan empezar a montar el equipo, sino vamos a empezar tardísimo.
  • ¿Necesitas ayuda? ¿Sabes cómo funciona?
  • Creo que sí, de todas formas espero que David no tarde en llegar.
  • Si ves que se te va de las manos llámame.
  • Ok.

Me pase por donde estaban los chicos de los grupos, aunque me di cuenta que faltaba una chica que tocaba al final de la noche. Tenía que llamarla a ver si iba todo bien, aunque ahora tenía que ponerme a prepararlo todo para que no se alargara demasiado todo. Cuando dejamos preparado todo lo del primer grupo llego David pidiendo mil disculpas y me sustituyó.

Menos mal, me estaba empezando a mosquearme. Pero todavía no había terminado la noche. Necesitaba 5 minutos de relajación antes de volver a la carga. Me fui detrás de la barra, cogí una cerveza y me encaminé a mi lugar favorito del bar cuando estaba estresada.

  • Me voy a beber esto, en 5 minutos vuelvo.
  • De acuerdo, sabes que va a salir todo bien, eres maravillosa.
  • Aja, te lo digo dentro de 5 minutos. – dije mientras tomaba un trago.

Joe me sonrió y me guiño el ojo. María que me voy irme con la cerveza en la mano le preguntó a Joe.

  • ¿Qué ha pasado, está bien?
  • Sí, no te preocupes, está siendo una noche dura, no le están saliendo las cosas bien.
  • ¿Dónde se ha ido?
  • A su refugio, ¿no te lo ha enseñado?
  • Que va, dime donde esta que voy a ver como esta.

Fue inútil, porque cuando Joe empezó a hablar las puertas del bar se abrieron y por ellas pasaron cuatro chicos que al principio pasaron desapercibidos, pero que hicieron que Mery dejara de respirar durante unos segundos, que Joe gritara y que la gente empezara a murmurar.

  • Me cago en la puta, pero que hemos hecho para merecer este honor señores.
  • Pues no lo sabemos muy bien, Danny se ha empeñado. – dijo Harry.
  • JOE… naughty Joe! – gritó Dougie.

Joe salió de detrás de la barra y abrazo a los chicos.
  • Ya era hora de que vinierais a verme cabrones, ¿que pasa que desde que sois famosos no recordáis a los viejos amigos?
  • Sabes que no es eso, es que no paramos. – dijo Tom.
  • Ya he visto, enhorabuena por el nuevo álbum. Me encanta. – dijo Joe.
  • Nos encanta que te encante. – dijo Danny mientras sonreía.
  • Bueno vamos a la barra, vamos a tomar unas cervezas. ¿Por qué seguís tomando cerveza no? ¿o también os han cambiado los gustos?
  • No creo que pueda pasar algo como eso nunca. – comento Harry.
  • Pues vamos que os ponga unas cervezas, y os presente a una chica que os adora.

María seguía detrás de la barra, apoyada sobre unas cajas, había escuchado toda la conversación pero no podía creer lo que estaba viendo.

Joe se acercó a ella y la vio blanca, la sentó sobre las cajas y la pregunto si estaba bien, Mery no pudo más que asentir con la cabeza. Unos segundos después dijo.

  • Si estoy bien, es que me ha sorprendido, no suelo salir de fiesta y encontrarme a mi grupo favorito delante de mí así de improviso.
  • ¿Crees que aguantaras presentaciones?
  • Aja, procede, aunque ya se quiénes son.
  • Bueno, pues te presentaré a ti. Chicos esta es Mery y no la digo quienes sois porque ya os conoce.
  • Hola Mery - dijeron todos de forma más o menos coordinada.

Mery sonrió.
  • ¿Eres camarera aquí? Es muy way, yo también lo fui, aunque no dure mucho. – dijo Dougie.
  • Si, duro una noche, era un pésimo camarero. – dijo Tom.
  • Era peor que eso. Rompió 4 botellas enteras, incendio una papelera, tiro una silla por la ventana… - empezó a enumerar Harry.
  • No recuerdo nada de eso. – aclaro Dougie.
  • Claro que no, porque cada cerveza que servías te bebías tu otra de un trago. – le recordó Danny.
  • Ahhh, fue por eso. – dijo Dougie.

Y todos rieron. María estaba flipando, necesitaba salir a la calle y gritar.

  • Pues yo no soy camarera, he venido a acompañar a una amiga que trabaja aquí, y estaba ayudando a Joe. – dijo Mery muy nerviosa.
  • Habéis visto que maja. – afirmó Joe.
  • Si, una joya. ¿y tu amiga, está por aquí? – dijo Danny más serio de lo normal.
  • Si esta por aquí, pero… - Mery no sabía dónde estaba yo, así que miro a Joe esperando que terminara el la frase.
  • ¿Te acuerdas donde te sentabas a escribir cuando estabas jodido? – le pregunto Joe.
  • Me encanta ese sitio. – dijo Danny con una sonrisa partida
  • Pues parece que tenéis en común más cosas de las que todos esperamos. – dijo Joe mirando especialmente a Tom.

Danny sonrió, dió un sorbo a su cerveza y fue a buscarme.

Dougie de repente pareció que entendía todo.

  • Ahh, ahora entiendo todo, por eso nos ha hecho venir aquí esta noche, la chica de Exeter.
  • Puto Dougie, está en su mundo. – dijo Harry sin poder parar de reírse.

En cambio a Tom se le notaba preocupado, no le gustaba mucho esta situación.

Pero a Danny le daba igual. Cuando llegó al umbral de la puerta se quedó quieto, no sabía muy bien que sentir en ese momento. Sintió un deya-vu. Era como verse a él años atrás. Era un pequeño despacho con un sofá marrón viejo, una mesa baja, una nevera y un equipo de música. Pero tenía encanto, en las paredes estaban escritos nombres de músicos, grupos, letras de canciones. La mayoría no habían estado allí, la mayoría los había escrito Danny, al principio era un sitio donde le gustaba sentarse a escribir, pero de eso hacía mucho tiempo.

Yo estaba sentada enfrente del sofá en el suelo, tenía los ojos cerrados y estaba escuchando el iPod de Mery, el mío lo había dejado en casa, no entendía nada de la noche, todo salía mal. Sonaba McFly, como no.

Danny se sentó a mi lado, me quitó un casco y se lo puso. Yo lo noté pero decidí no abrir los ojos, supuse que era Mery, estaría preocupada. En ese momento sonaba The Balland of Paul K. Me gustaba un montón la canción, aunque era un poco dura.

  • Buena elección de grupo, pero a lo mejor no es la canción más indicada para una mala noche.
  • Tú no eres María.
  • Creo que no, vamos la última vez que me miré al espejo era Danny, y creo que sigo siendo él, porque un grupo de chicas se acaban de hacer una foto conmigo.
  • Que afortunadas son, ¿y se puede saber qué haces aquí? Porque estás aquí verdad? Ya lo que me faltaba que me haya quedado dormida y este soñando contigo.
  • Qué tal si abres los ojos y lo descubres por ti misma.
  • No quiero, está siendo una noche horrible.
  • ¿Sabes que estás sentada exactamente donde me sentaba yo a componer al principio de los tiempos?
  • Me encanta este sitio.
  • A mí también, hay un montón de recuerdos y de historias que se podrían contar.
  • Cuéntame alguna.
  • Creo que deberías salir ahí fuera y hacer que empezara la música. La gente espera.
  • ¿Tú crees?
  • Sí, eso creo.
  • Es que aquí se está muy bien, te dejo el mando, sal ahí y haz que todo funcione.
  • No, haz tú que todo funcione.

Se acercó a mí y me dio un beso. Después se levantó y se fue. Mientras se iba abrí un ojo y le vi cómo me sonreía.

1 comentario:

  1. Vamos, vamos, vamos que nos vamos.
    Lo adoro. Adoro tu fic, osea es que me comia a Danny mil veces.
    Y lo de Dougie y el bar, me he descojonado viva xDDDD
    Y no se que decirte, que me encanta :)

    ResponderEliminar