Capítulo 4 - parte 1

Estuve pensando mucho en lo de David, sabía que estaría muy bonito ir a visitarle, además estaba a penas a 2 horas de Londres. Lo malo es que no me apetecía ir sola.

Como no iba a quedarme en casa de los tíos de David, que era con quien vivía, porque iba toda su familia y no cabíamos ya, pensé en invitar a Amy, pero era el cumpleaños de su madre y tenía que irse al pueblo.

En ese momento recordé que Henry me dijo que él tenía una casa allí, que era el refugio de sus padres cuando querían salir de la ciudad y que pasarían ese fin de semana allí. Así que me animé y llamé a David para decirle que iría a verle ese fin de semana y que me guardase una entrada.

Todo parecía ir bien, el trabajo era una maravilla, me encantaba, eso de poder hablar con músicos, ayudarles a que algún día tuvieran una carrera, estar allí, no se era perfecto.

En la universidad mucho trabajo pero todo muy bien. Incluso con Henry cada vez me llevaba mejor, tanto que en la última salida nocturna casi nos besamos. Yo esperaba que ese fin de que íbamos a estar juntos por fin pasara algo. Y pasar pasó, no sé si lo que yo me esperaba, pero puedo decir que a partir de ese fin de semana todo cambió, pero de forma drástica.

El tiempo pasó volando y ya había llegado el fin de semana. Había decidido conducir hasta allí, no me apetecía coger un tren, así podría ver el paisaje.

Siempre me gusto viajar de noche, pero no me atreví, siempre recordaré a Woddy Allen repitiendo hasta la saciedad que moriría al volante en Inglaterra en la película Scoop. Así que no me arriesgué, además el viernes trabajé hasta tarde. Aun así me levante temprano, tome como 3 cafés, comprobé que mi iPod estaba bien cargado y me encamine a ver a David.

Me encanto el viaje, realmente Inglaterra es preciosa, llegue a la hora de comer, menos mal porque tenía comida en casa de David con toda la familia. Es verdad que aquí eso no se lleva mucho, pero es lo que tienen los españoles por el mundo.

La comida estaba buenísima, hacía tiempo que no comía tan bien, realmente desde que me fui de casa no había vuelto a comer tan bien. Después de la comida David me enseño un poco la zona y me presento a algunos de sus amigos. Le tenía mucho cariño. No sabía muy bien cuando darle el regalo, así que cuando esa tarde pasamos por delante de mi coche se lo di.

El regalo fue idea de Mery y Ro, ya que no iban a estar querían que tuviera algo de recuerdo. Le regalamos un precioso reloj con nuestros nombres grabados en la parte posterior. Le encanto, se lo vi en los ojos. Me dijo que esa noche no había nada planeado pero que si quería, fuera a cenar a su casa. Le dije que no hacía falta, estaba muy cansada y prefería descansar para estar perfecta el día siguiente.

David me dejó en el hotel y me dió un abrazo.

•    Mañana nos vemos a las 11 en donde te he llevado esta tarde.
•    Allí estaré como un clavo. Descansa.
•    Tú también. Y muchas gracias por el regalo, me encanta.
•    Pues ya sabes, que no se te olvide llamar a estas, que tenían unas ganas enormes de venir a verte.

Y así nos despedimos. Yo estaba en el segundo piso y tras estar esperando el ascensor y no conseguir nada decidí subir andando. Cuando pasaba por el primer piso escuche al fondo una melodía que me llamo la atención, sonaba especialmente bien.

De repente alguien empezó a cantar, no sé porque motivo, puede que porque la canción me enamorara, pero me encontré caminando hacia donde sonaba la música. Al fondo del pasillo había un tío sentado en el suelo, delante de una puerta, con una guitarra oscura y cantando.

No exagero si digo que era la canción más bonita que había escuchado en mi vida, algo se me removió por dentro y aunque intentaba controlarlo no podía quedarme parada, seguía caminando hacia él. Hasta que se dio cuenta de mi presencia y me miró. Tengo que reconocer que en ese momento dije joder con el inglés cantante, además de tener una voz maravillosa está de buen ver.

En ese momento lo único que pude hacer fue sonreír, parecía imbécil delante de un total desconocido y sonriendo, vaya impresión se llevaría de mí. Me tranquilice un poco cuando él también me sonrió.

•    ¿Te ha gustado?
•    Gustar es poco, es una canción preciosa.

En ese momento se me ocurrió que sería perfecto para la noche de micro abierto del pub, así que decidí presentarme e invitarle a que viniera a cantar.

•    Hola soy Raquel Iniesta, bueno Rachel por estas tierras. - El tío sonrió, que sonrisa tan bonita cabrón! - Quería decirte que trabajo en un pub en Londres, se llama NOT ALONE y llevo el tema de las actuaciones en directo y bueno no sé si te gustaría venir alguna noche a tocar algo?

El tío seguía sonriendo, y me miraba algo extrañado, no sabía muy bien que pensar.

•    Bueno si quieres te dejo mi tarjeta por si te animas alguna vez.
•    Perdona, estaba procesando tanta información. Encantado Raquel. - Que raro, era la primera vez que me llamaban Raquel en vez de Rachel.
•    Soy Danny Jones. ¿Enserio me estás diciendo lo del pub?

Hoy en día ya puedo interpretar sus caras, pero os puedo asegurar que no entendía nada, era como que no se creía lo que estaba pasando

•    Claro, no es ninguna broma. ¿Por qué te extraña tanto?
•    Nada, no te preocupes, cosas mías.

Y volvió a enseñar esa sonrisa tan bonita.

•    Bueno pues ya sabes, si alguna vez vas por Londres y te apetece pasarte, aunque sea solo a tomar algo pues nada, ya sabes ahí tienes la dirección. Es un lugar asombroso.
•    De acuerdo, prometo que lo pensaré. Muchas gracias.
•    Hasta luego.

No dijo nada más, solo me sonrió y se despidió con la mano. Me quede un poco paralizada y luego volví hacia mi habitación. Realmente me había quedado con una sensación extraña. Así que decidí llamar a Joe y decirle que había encontrado un cantante genial para el pub.

•    ¿Qué tal pequeña? ¿Cómo ha ido el día?
•    Hola Joe, pues todo genial, vamos estoy agotada. Pero es que me he encontrado a un chico cantando en el pasillo y me ha gustado tanto la canción, es que era la canción perfecta, además decía not alone un montón de veces. Pero no pidas que te la cante porque no voy a hacerlo, sabes que me encanta la música pero que canto como el culo.

Al otro lado Joe no dejaba de reírse.

•    ¿Y como es el chico?
•    Pues si te digo la verdad muy atractivo, bueno realmente está buenísimo. Ojos azules, pelo claro y corto, una sonrisa muy bonita y un montón de pecas por todos lados, es decir un típico chico ingles pero guapo.
•    Aja, y como se llama?
•    Creo que me ha dicho, espera que se me ha olvidado, noseque Jones, creo que empezaba por C o D.
•    Danny? Danny Jones?
•    Si exacto, pero una cosa ¿cómo sabes tú eso?
•    ¿No te suena de nada ese chico?
•    Pues no, ¿debería?

Al otro lado Joe se reía, y no entendía muy bien porque. Lo que más mosqueada me dejo fue que la contestación a la pregunta fue como improvisada, pero bueno, en ese momento quien se iba a imaginar nada.

•    Pues, bueno, era porque ha venido alguna vez por aquí a tocar y esas cosas. Pero supongo que todavía no habías llegado.
•    Ahh ahora tiene sentido porque el tío estaba un poco flipado, como si me estuviera perdiendo algo.
•    Pues sí, es un viejo conocido mío.

Tras esta conversación decidí irme a dormir, estaba agotada y no quería quedarme dormida y llegar tarde a la ceremonia.

A las 9 ya estaba en pie, baje a desayunar y subí rápidamente para ponerme guapa. Ya hacia un poco de fresco, así que cambie mí vestido por un traje de chaqueta y pantalón con unas botas de tacón. Me planche el pelo, me maquille y cogí el coche hacia el colegio de David.

Todo estaba precioso, lleno de flores. Al fondo pude ver a David, estaba muy elegante. Seguía sin entender porque había una graduación en esta época del año, pero bueno no iba a quejarme. Me senté al lado de los primos de David, aunque no tarde mucho en levantarme a hacer millones de fotos, vamos o las hacia o Mery me mataba. También es verdad que siempre me ha encantado esto de hacer fotos, pero también me daba un poco de vergüenza.

La ceremonia pasó rápida y pasamos a tomar un cóctel que nos había preparado el colegio. Ahí es donde me presento a su novia, una chica muy guapa, pero que no recuerdo como se llama, han pasado ya unos cuantos años y unas cuantas por sus brazos.

Después nos fuimos a una fiesta que había preparado su madre en su casa y volví a comer de maravilla. Como echaba de menos la comida de mamá en esos momentos. Y después de eso y unas cuantas copas (solo dos lo juro) decidí a eso de las 23h despedirme de David y sus amigos y poner rumbo al hotel. Tenía pensado irme de vuelta a Londres esa mañana, muy temprano para llegar a la universidad. Le dije que mi casa era su casa, y que cuando quisiera bajar a Londres de fiesta ya tenía un sitio donde pasar la noche.

Fui dando un paseo, ya que el sitio estaba al lado del hotel. Había estado tan ocupada con tanta celebración que se me había olvidado de Henry totalmente. Así que decidí pasar por su casa a decirle hola.

Cuando llegue a su calle y descubrí cual era la casa no podía creer lo que estaba viendo. Y a día de hoy no sé cómo me pudo molestar tanto lo que vi, realmente no éramos nada.

Pero ahí estaba él, dándose el lote en la puerta de su casa, con una pelirroja pechugona, vamos casi se la estaba tirando en la puerta de su casa. Henry metió su mano en el bolsillo y saco sus llaves para poder seguir la fiesta en un lugar más privado

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No sé lo que se me encendió por dentro pero 5 minutos después estaba en el bar del hotel pidiendo una copa.

•    Hola me pone unos chupitos de tequila por favor.
•    ¿Cuántos quiere?
•    Uno detrás de otro.

Y así hizo. Y así hice yo. Uno detrás de otro. Parecía que no iba a llegar el lunes a la universidad ni de coña. Cuando iba por el 4 chupito, sentí como alguien se sentaba a mi lado.

•    Otro por favor, - le dije al camarero que ya empezaba a mirarme con preocupación.
•    ¿Estás bien Raquel?

Solo había una persona que podía llamarme de esa forma en inglés, así que me gire para mirarle y ahí estaba él, Danny Jones.