domingo, 27 de mayo de 2012

Capítulo 17


Lo que parecía que iba a ser uno de los mejores veranos de mi vida se estaba convirtiendo en un suplicio. Todas aquellas cosas que hacíamos como rutina se habían roto ya que casi no hablaba con Kate.

En realidad no me relacionaba con la gente que había a mi alrededor. Intentaba volver a la rutina, pero siempre había algo que me recordaba que no me podía relajar, que en cualquier momento podía llegar Danny cargado con una guitarra y destrozarme alguna que otra canción más.

Aunque esa mañana, un par de días después del primer recital de Jones, Rian vino a mi habitación enfadado por mi comportamiento. Intenté explicarle que no podía hacer otra cosa, que era demasiado para asimilar en tan poco tiempo. Pero no le sirvió de excusa y decidió que como ya que no salía a correr con Kate que él sería mi nuevo compañero.

En parte se lo agradecí, porque yo nunca tuve tanta fuerza de voluntad para el deporte. Salimos a correr poco después. Cada uno con su música pero aun así juntos.

Tuve que preparar una lista de reproducción específica, aunque sabía que no iba a durar mucho tiempo. Me preguntaba cual sería el siguiente grupo que se convertiría en grupo maldito.

Íbamos corriendo cuando algo inesperado apareció en mi camino.
  •    Me cago en tu puta madre, ni correr tranquila me dejas. Pero que te vayas, coge un avión y vete a Londres de una puta vez Daniel. – le grité mientras intentaba reponerme del susto.
  •    ¿Y perderme la gira de Kate? No, creo que te esperaré para volver juntos. – rio Danny.
  •    No me voy a ir contigo Danny, no se como te lo tengo que explicar. Estas perdiendo el tiempo, es mejor que te vayas y trabajes en el nuevo cd. – y me encaminé hacia el hotel.

Rian también se había parado al escuchar el escandalo que había montado y me siguió de camino al hotel sin decir una palabra. Me cubría las espaldas.

Un dato vino a mi mente mientras ponía rumbo a mi destino. Algo en lo que no había caído antes, pero que no se podía pasar por alto.

Giré mi cuerpo rápidamente y miré a Danny que se encontraba un poco alejado. Me acerqué a él y le miré fijamente. Él me miró expectante, intentado descubrirlo antes de que le dijera nada.

  •    ¿Qué tal Emma? ¿Qué ha pasado con ella? – intenté leerle la mente.
  •    No se nada de ella desde hace un par de meses. – fue lo único que dijo.
  •    ¿No me vas a contar que pasó? – me estaba empezando a enfadar.
  •    ¿Qué más te da? Todo a su tiempo Raquel.
  •    ¿Cómo que todo a su tiempo? ¿Vienes, me descuadras toda mi vida y encima no me vas a contar si estas soltero o que ha pasado con tu exnovia? – creo que mi tono de voz fue en aumento a cada pregunta que le hacía.
  •    Siento que te esté jodiendo tu perfecta vida, pero no eres la única que ha estado jodida todo este tiempo, ni la única que intenta arreglar su corazón roto. Voy a hacer esto a mi manera y al ritmo que me salga de los huevos. Soy yo quien lleva un mes rompiéndose la cabeza para recuperarte e intentado buscar las putas canciones que expresen mejor lo que siento por ti dentro de la mierda de música que escuchas. – ahora era él el que me gritaba a mi.
  •    ¿MIERDA DE MÚSICA QUE ESCUCHO? Pues dentro de esa mierda que escucho estas tu gilipollas. – encima iba a criticar mis gustos musicales, pero quien se creía.
  •    Si, ese es el único grupo con el que no he tenido problemas para encontrar buenas canciones. – dijo desafiante.
  •    Lo que me faltaba por oír. Nadie te ha pedido que hagas esto y que encima me destroces la vida musical, que no se te olvide. – y le apreté con el dedo sobre su pecho.
  •    No, es mejor aún, encima te hago un regalo sin pedir nada a cambio.
  •    ¿PERO TU DE VERDAD QUIÉN TE CREES? Hasta aquí, me voy a casa. – y volví a encaminarme hacia el hotel.
  •    El hombre de tus sueños, el único que te puede hacer feliz. – me gritó.

Sigo sin entender muy bien porque, volví a continuar con la pelea. Era como si toda la rabia acumulada durante esos meses empezara a fluir de nuevo, pero esta vez sin que doliera, esta vez la podía soltar y gritarle lo que sentía.
  •    Danny, supéralo ya, esto no funciona. No vamos a volver. Así que coge la dignidad que te queda y vete a casa, de verdad. – dije algo más relajada.
  •    No. – dijo muy tajante.
  •    Por favor. – supliqué.
  •    No. Pero si vamos a quedar esta tarde en esta cafetería. – y me dio una tarjeta.

La observé detenidamente, intentado explicar a mi cerebro en que momento esta pelea o mis palabras le habían echo llegar al punto de darme una tarjeta de una cafetería para vernos más tardes. Como si yo fuera a ir de forma voluntaria a que me reconquistara.
  •    No voy a ir. – le contesté con la misma contundencia que él.
  •    ¿Estás segura? Yo creo que sí. – me dedicó una sonrisa de superioridad.

La vena comenzó a hincharse y el corazón bombeaba demasiado deprisa.
  •    Pues yo estoy bastante segura de que no. ¿Por qué debería ir? – pregunté.
  •    Piénsalo así, al menos esta vez sabes cuando y donde va a ser. Sabes que si no vienes conseguiré que escuches lo que tengo que decirte, y a mi no me importa montar un escandalo para recuperarte.

Me dejó con la palabra en la boca y comenzó a caminar. Tenía tanta razón en eso, era mejor saber donde iba a pasar la siguiente parte de su plan, mucho mejor que vivir con la expectación. No me gustaba que tuviera razón en este tema y menos que supiera que la tenía. ¿Qué había pasado con el Danny idiota que decían las fans?
  •    Te odio. – le grité.
  •    Lo se, pero recuerda que del amor al odio hay solo un paso. Pero del odio al sexo desenfrenado no hay ni eso. – dijo sin detenerse.
  •    Puajj … - dije para mi mientras ponía camino a mi hotel.

Todo esto me estaba pasando porque había subestimado a Danny. Había subestimado lo que fuimos un día y todo lo que compartimos. Me conocía a la perfección y eso hacía que su plan tuviera pocas lagunas.

La hora cuadraba para que me diera tiempo a ir y volver al concierto. La idea de conocer los detalles le daba la seguridad de que acudiría a la cita por miedo a lo que pudiera pasar si no iba, el miedo a lo inesperado. ¿En qué momento Danny se había convertido en mí?

Intenté buscar una solución a todo esto. Recapacitaba en las posibilidades de dejar el país e irme a un destino desconocido para cualquier persona conocida. Aunque ¿y si Danny rastreaba mis cuentas y descubría a donde había ido?

Me estaba volviendo loca. Mis pensamientos no eran para nada normales ni racionales. Así que me rendí y decidí ir a la cafetería y enfrentarme a Danny. ¿Total que podía pasar?

No llegué puntual, había decidido tomármelo con calma y llegar tarde pertenecía a ese apartado.

Era una cafetería preciosa, llena de colores y un maravilloso olor a café. Busqué a Danny entre la gente del local pero no conseguí verle. Esperaba que no fuera él el que llegara tarde.

Perdí una taza de café y me senté en una mesa al lado de la ventana. El sol entraba de forma suave a través de ella. Era el lugar perfecto para sentarse a leer o a escuchar música. Un sitio tranquilo donde disfrutar de un buen café.
Aunque mi tranquilidad no duró lo suficiente, seguía sin estar preparada para verle aparecer. Era capaz de hacer que mi mundo se quebrara, cuando él estaba a mi lado todo cobraba otra dimensión. Todavía estaba intentado descubrir si eso era bueno o malo, y por eso creo que acepté escucharle. ¿Y si tenía razón y estaba perdiendo al hombre de mi vida?

Durante toda mi reflexión Danny había aparecido en el local con su guitarra en la mano. Se había sentado en un taburete alto al fondo del local y parecía que iba a tocar.

Ya me había imaginado algo así, lo único que esperaba era que no dijera nada, que solo cantara. O al menos que la gente que había en el local no supiera que hablaba sobre mí.
  •    Buenas tardes a todos. – dijo con una gran sonrisa. – Espero que estéis pasando un buen rato en esta alucinante cafetería. La primera vez que estuve aquí fue en uno de mis primeros viajes a Estados Unidos con mis tres mejores amigos. – mientras hablaba iba tocando la guitarra suavemente.

Era raro ver a Danny tocar la guitarra de ese modo. Sus ojos transmitían felicidad al recordar a sus tres amigos
  •    Siempre dijimos que era lugar perfecto para desconectar y pasar un buen rato. El lugar para una primera cita. Este lugar me recuerda la primera cita que tuve con la chica más maravillosa que he conocido nunca. ¿Sabéis? Ella adora los conciertos, siente la música de una forma especial, eso para mí es muy importante. Así que en su honor os voy a tocar un par de canciones de un grupo de buenos amigos. Esta tarde tocan en la ciudad por si alguien se anima.



Y comenzó a tocar una canción de All Time Low. No podía ser real, ahora sí que me había matado. Sabía que iba a tocarme algo de ATL, solo esperaba que fuera más tarde, ya que trabajaba con ellos y estaba todo el día escuchándoles.
And we're sitting on your kitchen floor,
On a Tuesday afternoon.
It doesn't matter when we get back,
To doing what we do.
'Cause right now could last forever,
Just as long as I'm with you.

Ahora si que estaba acabada. Di un trago tan largo al café que casi me atraganto. Aunque eso hubiera sido perfecto en este momento.

Me perdí en la maravillosa voz de Danny, transmitía buen rollo y felicidad. Esa noche había sido la noche perfecta. La primera cita ideal. No creía que en Londres se pudieran ver las estrellas de esa forma. Encima de ese capó todo parecía fácil. Daba igual que fuera famoso, todo daba igual si él me hacía sentirme así con tan poco.

Muchas veces todo radica en el con quien y no el que. Hay personas que te hacen sentir tan bien cuando están a tu lado, que el más cutre perrito caliente hace que sepa como el plato más caro en un restaurante de lujo en el mismísimo Upper East Side.

I would drink a little too much,
And you'd offer me a ride.
I would offer you a t-shirt,
And you would stay another night..

Y al principio de todo Danny me hacía sentir así. Por eso me empeñaba en que no gastara dinero en mi, no lo necesitaba en absoluto. Me llenaba a tal extremo que todo era perfecto. Pero no creo que eso llegara a explicárselo. Parecía más un comportamiento raro ante su dinero y sus contactos.

Por primera vez entendía el libro de Crepúsculo. Al principio Bella me parecía una niña que no creía en si misma pero puede que ahora no lo creyera así. Siempre estaría en deuda con Danny por hacerme sentir así y no porque creyera que no me lo mereciera, sino porque nadie hasta ese momento había conseguido algo así.

Danny seguía sonriendo, como si todo fuera perfecto y cantara para celebrar algo en vez de para recuperarme. Se había trasladado al pasado, había vuelto al momento en el que éramos felices.




Empezó a tocar Time Bomb y me hizo reír. En parte la canción era cierta, ya que al principio de todo, cuando estábamos juntos se producía una especie de hecatombe a nuestro alrededor. Pero no podía dejarle escapar, aunque supiera todo lo que conllevaba dejarme llevar y darle mi corazón. Dolía mucho más estar sin él.

We knew that we were destined to explode
And if I had to pull you out of the wreckage
You know I'm never gonna let you go

Pero después de todo lo que nos habíamos hecho, el dolor que habíamos pasado sin motivo real, me había empezado a preguntar si lo que creíamos que era amor verdadero no lo era. ¿Y si era ese amor que quieres que sea el amor de tu vida pero no lo puede ser? ¿Y si Danny era mi Christopher Hayden y no mi Luke Danes?

Got my heart in your hands Like a time bomb ticking
It goes off, we start again
When it breaks, we fix it
Got your heart in my hands Like a time bomb ticking
We should know
Better, but we won't let go

Empezaba a plantearme eso realmente. A lo mejor nos habíamos empeñado en pensar que éramos perfectos el uno para el otro y realmente no era así, era lo que deseábamos pero no era nuestro destino.
Danny terminó de tocar y tras recibir una gran cantidad de aplausos se sentó en mi mesa. Apoyo lentamente la guitarra sobre el borde de la mesa y estuvo en silencio un buen rato. Esperaba que yo empezara a hablar pero no sabía muy bien que decir.

Recorrí el mástil de la guitarra con el dedo, intentando aclarar todo lo que había pensado en esos últimos 10 minutos de concierto privado.
  •    Me encanta esta guitarra. ¿Qué tal está JJ? – rompí el silencio con un leve tono de voz.
  •    Te echa de menos, igual que yo. – sus palabras dolieron.

Le dediqué una sonrisa partida, era demasiado bobo a veces. Realmente la mayoría del tiempo.
  •    No creo que lo haga, yo la tenia guardada en un armario. Al menos tú la das vida. – dije sincera.
  •    Bueno, lo bueno de esa contestación es que no dudas que yo te eche de menos. – había esperanza en su voz.
  •    ¿No te has planteado que lo nuestro no puede funcionar? Nos hemos empeñado en creer que estamos hechos el uno para el otro. ¿Pero y si no es así? ¿Y si es algo que no debe ser? – porque si no era así no entendía nada.
  •    Estoy seguro de que no es así. Nunca he estado tan seguro de algo como de que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. – confesó.
  •    Pues entonces no entiendo porque llevamos un año haciéndonos daño de esta forma.
  •    Ya sabes lo que dicen, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo has perdido.
  •    ¿De verdad tienes esperanzas de recuperarme? – estaba totalmente perdida en este momento.
  •    Si, estoy seguro de ello. – y sonrió.

Terminé el café y me levanté de la mesa.
  •    Tengo que volver al trabajo. ¿Cuándo volveré a verte?
  •    ¿Ya has dejado de luchar? – sus ojos comenzaron a brillar.
  •    No se si lucho o no, pero tengo que descubrir si tienes razón o no. Y no encuentro la forma de hacerlo por mi misma. Ojala pudiera saberlo ahora mismo. – me sentía tan impotente.
  •    Mejor que no, después de tanto trabajo al menos déjame lucirme. No tomes una decisión tu sola. – salió una pequeña carcajada de su boca.
  •    Tranquilo, no decidiré nada hasta el final. – me había hecho reír a mi también.
  •    Paso a buscarte mañana después del concierto.

Asentí con la cabeza.
  •    Hasta mañana. – dije mientras me alejaba de la mesa.

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 16


Esa noche apenas pude conciliar el sueño, las imágenes de esa tarde venían una y otra vez a mi cabeza. Las canciones, sus palabras en el camerino, todo lo que sentí al verle de nuevo cantar. Y el miedo que se alojaba en mi en ese momento por sus últimas palabras antes de salir por la puerta del camerino.

Unos meses antes hubiera dado cualquier cosa porque viniera a por mi, pero me había cansado de esperar. O eso quería pensar.

Esos dos días siguientes no podía parar de pensar en él, en que haría para recuperarme. No podía dormir, estaba irascible. No hablaba a Kate, sentía que me había traicionado posicionándose al lado de Danny. No dejé que me explicara nada, aunque sabía que quería hacerlo.

Me sentía sola, no sabía qué hacer y ellas no estaban allí. Necesitaba llamarlas, sino a todas al menos a una.

Teníamos el día libre en Seattle así que decidí llamar a María.
  •    Hola amor, que sorpresa. ¿Qué tal por allí? – dijo María animada.
  •    Pues depende en que tema. La gira genial, Kate cada día lo hace mejor. Dime por favor que tu no sabias lo de Danny. – supliqué directa al grano.
  •    No lo sabía, me lo contó Dougie anoche, solo ellos 4 estaban enterados del tema. Ya se ocupó Danny de mantenerlo en secreto. – sus palabras me tranquilizaron un poco. - ¿Tú como estas?
  •    No lo sé, intento no pensar en ello. ¿Qué piensas tú del tema? – me atreví a preguntar.
  •    Que os merecéis otra oportunidad. – dijo sin vacilar.

Me sorprendió en exceso esa contestación. En ningún momento hubiera pensado que me fuera a decir eso. Y me enfadó. Era como si todo el mundo se hubiera puesto de su lado y hubiera aceptado que la mejor opción era volver. Pero yo no estaba dispuesta a ello y me irritó que mi mejor amiga me dijera eso.
  •    Interesante, parece que todo el mundo es del Team Jones. Podéis hacer un hagstad en twitter. Vaya, eso de irme de Londres sin avisar no me ha venido bien. – dije enfadada.
  •    Raquel yo no soy Kate.
  •    ¿Qué quieres decir con que no eres Kate?
  •    Pues que yo no me voy a sentir culpable por ayudar o pensar eso sobre Danny como hace ella. Esto no es una guerra en la que haya que coger bando. Todo el mundo piensa que debéis estar juntos y no porque seamos del Team Jones. Es porque os conocemos y os hemos visto juntos. Sois perfectos el uno para el otro. Tú también lo verías si dejaras de lado tu orgullo y el pasado.
  •    Pues no me da la gana dejar de lado el pasado ni el orgullo joder. No me da la gana y punto. ¿Por qué iba a ser distinto esta vez? ¿Por qué iba a funcionar? – le grité al teléfono.
  •    No le has visto estos tres meses, era un alma en pena. Se ha dado cuenta que eres la mujer de su vida. – le justificó.
  •    Me la toca, vosotros no me habéis visto a mí. Se tenía que haber dado cuenta de eso un poco antes. Joder no es justo.

Estaba enfadada por las palabras de María. No quería darle ninguna oportunidad. Ya se la había dado, dos en realidad, y las dos las había tirado a la basura, y con ellas mi corazón.
  •    Solo te pido que le escuches, deja tu orgullo de lado y escúchale. Sé que si no te vas a arrepentir. – parecía preocupada.

Pero mi enfado iba en aumento ¿qué clase de amiga se pone del lado del chico? Esto no era justo.

Necesitaba salir de allí y aclarar mis ideas. Me cambié de ropa y me vestí adecuada para salir a correr. Cogí el ipod y salí por la puerta. Iba distraída y no vi lo que había al lado.

Tropecé y casi caí rodando delante de él pero fue más rápido y consiguió sujetarme.
  •    Joder, joder, joder. – le grité.
  • Me había dado un susto de muerte.
  •    ¿Estás bien? – dijo Danny conteniendo la risa.
  •    Te juro que como te rías encima te mato. – le amenacé. - ¿Qué cojones haces aquí? – Acababa de empezar el juego que tanto temía.
  •    Te dije que iba a hacer cualquier cosa para recuperarte. – contestó seguro de si mismo.
  •    ¿Y cuál es tu plan si puede saberse? – sentía mucha curiosidad y esa curiosidad me estaba matando.
  •    Voy a contarte lo que siento por ti. – dijo cortante.
  •    ¿Y vas a ser tan claro como lo fuiste el verano pasado? Ah espera, que todavía sigo sin entender que paso esa tarde. – mi tono era irónico.
  •    Es verdad, puede que no sea muy bueno expresando mis sentimientos, pero creo que he encontrado la forma de hacerlo. Para eso soy músico ¿no crees?

No podía creer lo que estaba diciendo. Era todo muy surrealista.
  •    Te dije el otro día que no podías arreglarlo todo cantándome un par de canciones. – me puse a la defensiva.
  •    Pues yo creo que sí. Por suerte para mi tengo una voz muy bonita y creo que es la mejor forma de explicarte todo lo que sentí y siento por ti. – tenia mucha razón en lo de su voz, era preciosa.

Pero hubo algo que me descolocó en esa frase.
  •    ¿Sentí? – pregunté.
  •    Sí, creo que debes saberlo todo. Desde el día que nos conocimos hasta hoy. Para que te des cuenta que soy tu hombre ideal, el único que te quiere por encima de todas las cosas. – había esperanza en sus preciosos ojos azules.

No podía creer lo que iba a hacer. Mi cerebro no paraba de pensar cosas, pero el miedo me había dejado helado. Tenía miedo de lo que pensaba hacer, de mi reacción a todo eso.
  •    ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Cómo piensas contarme todo lo que sentiste desde noviembre hasta hoy?
  •    ¿Qué pregunta es esa? Sabes cómo lo haré, te pienso cantar todo, pienso coger tus canciones favoritas, tus grupos favoritos y haré nuestra banda sonora. Y si no funciona me meteré en un estudio y las grabaré en un cd. Ese dinero lo daré a una ONG y luego me iré de gira con esas covers, con nuestra banda sonora. Así hasta que te des cuenta que soy yo el que debe estar contigo para siempre.

Ahora si que no podía creer lo que estaba escuchando. Me iba a cantar un montón de canciones, mis canciones favoritas, para demostrarme lo que sintió por mi. Esto era el fin de mi vida. A partir de ese momento recordaría a Danny pasara lo que pasara. No podría volver a escuchar nada de música sin acordarme de él. Iba a tener que dejar de escuchar música. Mi vida se precipitaba hacia un abismo sin vuelta atrás.
  •    No lo hagas por favor. Si de verdad me quieres no hagas que todos mis grupos favoritos me recuerden a ti, no podré soportarlo. Si me quieres déjame ir. Danny ya lo intentamos y no funcionó. – intentaba con todas mis fuerzas contener las lágrimas.

Un nudo se formó en mi garganta y las ganas de llorar iban en aumento.
  •    Lo siento, pero si te dejo marchar me arrepentiré toda la vida. No puedo vivir sin ti, no puedo dejarte ir sin luchar.
  •    Es tarde. – dije en un susurro de voz.
  •    No, para mi no lo es.

No pude contenerlo más y un par de lágrimas corrieron por mis mejillas. Estaba asustada por lo que podía pasar a partir de ese momento si les hacía caso y escuchaba lo que Danny tenía que decirme. Mi cabeza me pedía que saliera corriendo de allí, pero en cambio reaccioné sentándome en el suelo, enfrente de él. Esperando que empezara su historia en forma de musical.

Supongo que una parte de mi necesitaba estar segura de la decisión que estaba tomando. Estar segura de que lo nuestro no iba a ninguna parte por mucho que mi corazón sintiera que solo podía ser feliz a su lado.

Al verme sentarme, Danny sonrió satisfecho. Sus ojos comenzaron a brillar de forma especial, como si un rayo de sol hubiera aparecido en un día nublado. Me dio las gracias en un susurro y sonrió.

Yo me limpié las lágrimas que seguían corriendo por mis mejillas lentamente.
  •    Creo que la mejor elección para expresar lo que sentí la primera vez que te vi es Taylor Swift. Es como si esa chica se hubiera metido en mi cabeza.
  •    Si, es como si cogiéramos su diario. – le dedique una tímida sonrisa.
  •    Si. – dijo poco convencido. – Bueno yo no tengo ni idea eso de escribir diarios y tal, pero es verdad que hay dos canciones que transmiten perfectamente lo que sentí por ti.

Se acercó a coger la guitarra y volvió a sentarse en el mismo sitio.
  •    La primera vez que te vi fue así. Tenía una guitarra en las manos y estaba cansado de todo el día. Cansado de entrevista y de comentarios vacíos sobre nosotros. Pero esa tarde cuando te vi por primera vez y vi esos ojos brillar pensé que todas esas entrevistas valían la pena si una de nuestras canciones podía hacer brillar unos ojos de esa forma.


Comenzó a rasgar la guitarra comenzando las primeras notas de Enchanted. Un nudo se instaló en mi garganta desde ese momento, cortándome parte de la respiración. No podía creer lo que estaba escuchando. Danny me cantaba como la primera vez que nos vimos, la primera vez que escuché Not Alone.

Your eyes whispered "have we met?"
Across the room your silhouette starts to make it's way to me

The playful conversation starts

Había cogido una de mis canciones favoritas y le estaba poniendo con ella banda sonara a la primera vez que le observé cantar a las puertas de una habitación cerrada.

Pero habían pasado demasiadas cosas desde ese encuentro. Pero no podía parar de pensar en esa tarde fría de noviembre, en ese escalofrío al verle al fondo del pasillo, esa sensación en el estomago cuando me sonrió por primera vez.

This is me praying that this was the very first page
Not where the story line ends
My thoughts will echo your name until I see you again
These are the words I held back as I was leaving too soon
I was enchanted to meet you

Y no pude contener las lágrimas. No entendía como había podido perder todo eso que sentí esa primera noche. Como me había permitido arruinar lo que llegué a pensar que sería la historia de mi vida. Esa que te hace vivir y querer sentarte delante de un ordenador para luego publicarla al mundo, para que se den cuenta que de vez en cuando, hay alguien que consigue hacer real la historia del príncipe y la princesa.



  •    No deberías estar llorando. Esta parte de la historia es feliz. – dijo cuando terminó la canción.
  •    No estoy llorando porque la historia sea triste, sino porque parece que estás hablando de otras personas. – contesté intentando controlar mi llanto.

Tras mis palabras me dedicó una sonrisa partida, parecía que no esperaba que llorara de esa forma. Pero aunque intentará contenerme no podía hacerlo. Era frustrante. Era como ver una película, una película que no puedes cambiar, una película que relata lo que fue tu vida. Aunque ahora mismo no se parezca en nada a ella.

  •    Si quieres ir a beber agua, tengo un par de canciones más.
  •    ¿Por qué mis canciones? ¿Por qué no otras? ¿Tus favoritas? Otras. – intentaba entenderle.
  •    Tiempo al tiempo. No puedo destapar todas mis armas la primera noche. – y esta vez si sonrió de forma picara.

Y continuó tocando la guitarra. Estaba en plena crisis mental, mi cerebro funcionaba a una velocidad de vértigo. Intentaba ordenar todas las ideas y pensamientos que se amontonaban. Imágenes de esos momentos, dolor, momentos buenos y no tan buenos. Más dolor.

  •    Cuando eres famoso, cuando la gente dice estar enamorado de ti por motivos irreales, comienzas a valorar las pequeñas cosas. Aprendes a identificar miradas, intentas descubrir a través de los ojos si la gente te dice la verdad o solo busca algo de ti. Tu mirada esa noche en el bar, tu forma de tratarme me hizo darme cuenta de que era una persona normal, un tío que ligaba con una tía que acababa de conocer en un bar. – tomo aire y continuó. – Pero esos ojos me persiguieron a la mañana siguiente cuando te dejé dormida y me fui a trabajar. Y cuando volví a buscarte ya era demasiado tarde. Esa fue la primera vez que pensé que te había perdido, sin ni siquiera ser mía.


Cada vez estaba más sorprendida de todas aquellas palabras. Era tan irreal que yo hubiera vivido eso. Era como darle una triple dimensión a mi vida y me asustó esa visión.
Your beatiful eyes
Stare right into mine
And sometimes I think of you late at night
I don't know why


No iba a poder escuchar a Taylor nunca más en mi vida. Me quedé quita, intentando centrarme en lo que cantaba nada más. Bloqueando los recuerdos.
Era irónico que un tío con esos ojos me cantara a mi nada sobre mis ojos bonitos. Y a mi mente vinieron sus ojos, la primera vez que los vi, cuando me cantó en el bar de Joe, cuando se rompieron al ver a Dougie destrozado, cuando me miró con rabia cuando me vió besar a Adam la primera vez.

Let me love you kiss you
Baby let me miss you
Let me see your dream about
dream about
dream about your eyes, eyes, eyes
beautiful eyes


Algo en mi se tensó al recordar sus palabras delante del bar de Joe esa noche. La noche que dijo que toda esa noche de pasión y arrepentimiento fue un error. Y esas palabras y esa mirada se clavaron en mi corazón y volví a recordar porque no podía funcionar.

Dejé que terminara la canción y cuando lo hizo me levanté lentamente. No tenia fuerzas para más.
  •    Tengo que irme. – dije sin poder mirarle.
  •    ¿Sabes que no he terminado verdad? – dijo algo molesto por mi forma de comportarme.
  •    Lo se, pero creo que por hoy es suficiente. Demasiados recuerdos en menos de quince minutos. – mi tono cada vez era más serio.
  •    Lo sabes, lo sabes igual que yo.
  •    ¿El que se? – ahora si que estaba perdida.
  •    Que estamos hechos el uno para el otro. –continuo seguro de si mismo.
  •    Ojala lo supiera, de verdad. Eso haría todo mucho más fácil.

Y me encaminé hacía los ascensores. Dejándole sentado de la misma forma que ya hice la primera vez que le vi. 

jueves, 10 de mayo de 2012

Capítulo 15


Cogí el vuelo a Nueva York algo conmocionada por la noticia de la casa. No me hubiera imaginado nunca, ni siquiera en mis mejores sueño que Danny haría algo parecido. Una cosa era prometerme que nos casaríamos allí y otra cosa era comprarla, ese mismo invierno, cuando hacía pocos meses que nos conocíamos.

Kate se alegró de tenerme allí con ella, apoyándola mientras grababa el CD.

Fueron meses llenos de trabajo, sesiones de fotos, conciertos promocionales. No había tiempo para pensar en nada más que el trabajo. Aun así mi cerebro usaba parte de ese poco tiempo libre en soñar con Danny, soñar que vendría a buscarme. Por eso tardé un par de semanas en mandar a María a desalojar mi apartamento. No podía seguir pagando el alquiler en Londres teniendo en cuenta el dineral que pagaba por el alquiler en Nueva York. Así que la mandé hacer mi mudanza, necesitaba las cosas en mi nueva casa, había cogido solo lo muy necesario y no era suficiente para una larga temporada.

También hice que Dougie y ella subieran a Manchester a por mi coche. Decidí prestárselo a María por un tiempo. Necesitaba uno y yo no lo iba a necesitar en una larga temporada, además allí en Nueva York era poco productivo ir en coche a los sitios.

Las páginas del calendario cambiaban sin apenas darnos cuenta. El CD quedó perfecto, transmitía fuerza, pasión. Así llegó el verano y con él la primera gira oficial por US. Bueno era una gira de telonera de All Time Low, pero era nuestra primera gira.

Estábamos atacadas, nuestros sueños cada vez eran más reales. La semana anterior nos dedicamos a ir de compras. Kate necesitaba ropa para la gira, cómoda y provocativa. Pero no solo compramos ropa de trabajo, íbamos a pasar tres meses dentro de un autobús, recorriendo US. Teníamos el objetivo de triunfar y no solo en los escenarios.

La primera semana fue perfecta. Esa noche era la primera de toda la semana que dormíamos en un hotel y se agradecía. Me desperté de especial buen humor y bajé a desayunar tarareando. Kate ya estaba sentada allí esperándome.

  •    ¿Anoche pillaste y no me has dicho nada? – me preguntó.
  •    Si, pille una buena cama no te jode. Si me viste entrar en mi habitación sola. – me senté a su lado y me serví café.
  •    Yo que sé, se te ve tan contenta. Puede que luego bajaras al bar.
  •    Deja de pensar cosas raras. No he follado con nadie esta noche. Solo estoy contenta, nada más. – era normal que se extrañara, no solía estar muy animada hasta después del café.
  •    Vale, vale. Pues quítate esa camiseta, no me gusta. – dijo muy seria. – Ponte esa sexy que compramos el otro día en San Jose.
  •    Pero si esa camiseta es para ocasiones especiales, muy especiales. – y la guiñé un ojo, me estaba descolocando un poco esta conversación. Era demasiado temprano.
  •    Confía en mí. Hoy lo va a ser. Además anoche Rian te comía con la mirada. – dijo con cara recurrente.
  •    Estas transtornada, Rian no me mira así. Además anoche se tiró a una de las fans. ¿La que estuvo cenando con nosotros? Esa salía de la habitación cuando yo bajaba a desayunar. Ahí lo dejo. – dije divertida.
  •    Normal, con esa sonrisa y lo adorable que es. – detalló Kate.
  •    A ver si la que le va a hacer ojitos a Rian eres tú. – la tanteé.
  •    No, a mi no me gusta Rian. – dijo poniendo cara de asco. - ¿Oye sabes si coincidimos con The Maine en algún festival?

Saque mi agenda sin platearme el porqué de la pregunta, como bien he dicho, era demasiado pronto para que mi cerebro procesara información.
  •    Si, dentro de dos semanas. – dije satisfecha.
  •    Vale, pues apúntame a John en mi lista de conquistas de este verano. Ese hombre me pone en exceso. – y esta vez su cara fue bastante más sugerente que cuando hablaba de Rian.

Después de desayunar salimos a correr un rato. Kate debía de estar en forma y así yo me obligaba a correr.

Kate no se encontraba muy bien, así que después de su prueba de sonido, mientras ATL hacia la suya, nos acercamos al médico. Gracias a dios fue una falsa alarma. Solo llevábamos una semana de gira, no podía ponerse ya enferma.

Llegamos con el tiempo justo para preparar a Kate y salir a tocar. Yo me situé en mi sitio favorito, en el control de sonido. Era un lugar estratégico. Podías hacer fotos, grabar, observar el conjunto y al público y ya que yo no tenía nada que ver con el tema técnico, podía disfrutar de los conciertos sin problema.

Kate cantó especialmente bien, se notaba que cada concierto lo hacía mejor, que se sentía mucho más cómoda en el escenario, con las canciones.
Pero esa tarde, al llegar al final de su actuación, algo cambió en su discurso final.

­   Buenas noches a todos, muchísimas gracias por venir. Es un honor tocar con público como vosotros. Sé que lo que va a pasar ahora no es lo normal y que puede que el estilo os descoloque un poco, pero es una petición de un buen amigo, un gran amigo que intenta disculparse. Gracias por esta noche. Os quiero.

No entendía nada, ¿qué iba a pasar? ¿Qué amigo le había pedido algo? ¿Por qué no sabía nada?

Pero mi confusión fue en aumento cuando los minutos iban pasando. Tres chicos jóvenes, a los que a primera vista no reconocí, aparecieron en el escenario. Cada uno llevaba una guitarra acústica colgada. Caminaron hasta el principio del escenario y esperaron uno segundo antes de hablar.

Cuando se pararon delante de los tres micrófonos conseguí reconocerles. Mi corazón empezó a hiperventilar. No entendía nada. ¿Qué hacían los Jonas Brothers ahí subidos? No era el clase de festival al que irían a cantar y menos contando que All Time Low era el cabeza de cartel.

Se que no eran un grupo de grandes músicos, hacían música comercial con melodías fáciles y letras poperas. Pero siempre les tuve un cariño especial, era el primer grupo que sentí de verdad. Si, lo sé, pero es la verdad.

Joe cogió, se acercó al micrófono y comenzó a hablar.
  •    Buenas noches. Al igual que Kate, nosotros estamos aquí para ayudar a un amigo arrepentido, esperamos que esta canción sirva de algo.


Comenzaron a cantar Sorry, adoraba esa canción, era una de mis favoritas. Nunca la había escuchado en concierto y realmente fue un shock escucharles cantar en acústico algo así.

Broken hearts and last goodbyes
Restless nights by lullabies helps make this pain go away
I realize I let you down, told you that I'd be around
Building up the strength just to say

Me pregunté por quien vendría esa canción, a quien estarían pidiendo perdón. Aunque la pregunta no duró mucho en mi mente. Justo después del primer estribillo, comencé a escuchar un sonido familiar. Una guitarra sonaba al fondo, un sonido que me hizo recordarlos. Mi mundo se empezó a tambalear cuando a ese sonido le acompañó una voz que conocía demasiado bien y que hacía demasiado tiempo que no escuchaba. Mucho menos en directo.

Filled with sorrow, filled with pain
Knowing that I am to blame for leaving your heart out in the rain
And I know you're going to walk away
Leave me with the price to pay, before you go I wanted to say


Puede que perdiera el sentido cuando le vi caminar desde el fondo del escenario. O simplemente que el aire no llegara a mis pulmones como debiera. O que mi corazón dejara de latir. O puede que todo pasara a la vez.

Recuerdo que me quedé paralizada, sin poder articular palabra o movimiento. Intentando entender porque Daniel Alan David Jones estaba encima de un escenario en Denver, tocando una canción de disculpa junto a mi grupo de la adolescencia favorito. Menos cuando habían pasado tres meses sin tener noticias suyas, cuando me dejo marchar del país, cuando me perdió para siempre.

That I'm sorry for breaking all the promises
That I wasn't around to keep
You told me this time is the last time
I will ever beg you to stay
But you're already on your way


Sentí odio, mucho odio. No podía coger una de mis canciones favoritas y hacerla manifiesto de disculpa. No era justo, no tenía ese derecho.

Me dejé llevar por la canción, por su voz. Por mucho que le odiase su voz era la cosa más maravillosa nunca creada, conseguía apagar ese dolor que aun sentía dentro, porque empezaba a curar, pero algo así no ayudaba en absoluto.

Me senté en una silla que había en el control, no sé si ya estaba allí o la trajeron para mí. No me había dado cuenta que las lagrimas caían por mis mejillas sin poder controlarlas o cortarlas. Una parte de mi quería salir corriendo de allí, quería huir y no ver nada más. Pero seguía paralizada, seguía intentando ordenar mis ideas y dejar de llorar. Pero ninguna de las dos cosas parecían factibles.

Cuando terminó la canción y tras estrecharse la mano, los Jonas abandonaron el escenario dejando a Danny solo. No recuerdo si me busco entre el público, si ya sabía dónde estaba o si hubo contacto visual de ambos. Era como vivir un sueño en la vida real, un sueño que se había convertido en pesadilla.

­   Buenas noches Denver. Gracias por ayudarme en esto. Hace casi un año perdí a la mujer de mi vida. Todavía no se muy bien como, pero se que no puedo seguir mi vida sino es con ella a mi lado. Si alguno escucha el nuevo disco de McFly puede que lo entienda un poco mejor. No solo te he dedicado un disco, sino que además de alguna forma hemos compuesto una canción juntos.

Y comenzó a tocar la guitarra. Pero no era cualquier guitarra, era JJ. Mi guitarra, esa guitarra que le dejé en Gales. Y empezó a tocar la canción que yo había escrito, esta vez con música y con su voz. Su voz.


Había conseguido expresar todo mi dolor, tal como le había pedido en la nota que dejé sobre la cama. Nunca pensé realmente que pudiera llegar a escuchar esa canción con letra y cantada por Danny.

Su voz estaba rota al igual que sus ojos, brillaban. Pero no lo hacían de alegría, sino por las lágrimas que corrían por sus mejillas, por el dolor que tenia dentro y lo expresaba rompiendo su voz, llegando a doler escucharle cantar.

You should know by now
You should know by now
That I can't forgive you


Había conseguido transmitir el dolor que sentí yo esa noche en esa cama vacía y fría, esa noche en la que escribí el The end de nuestra fallida historia de amor. Él le había puesto banda sonora a nuestro final, aunque parecía empeñado en coger las pocas cenizas que quedaban y salvarlas. Aunque a decir verdad yo no sabía si estaba dispuesta a salvar nada. 

Cuando terminó de tocar desapareció del escenario. No sabía qué hacer. Seguía sin poder reaccionar y tenía miedo de verle y caer rendida a sus brazos. Kate apareció de la nada y me llevo fuera del control. Me sentó en la sala habilitada como camerino y me acercó una botella de agua.

  •    ¿Estás bien? – dijo mientras me acariciaba lentamente el brazo.
  •    ¿Tú lo sabías? – estaba enfadada.
  •    Si, tenía que hacerlo.- se justifico.
  •    No, no tenía que hacerlo. Me dejó marchar hace 3 meses, ha tenido tiempo para escribirme, llamarme, venirme a buscar. ¿Por qué ahora? ¿Por qué tendría que perdonarle? – intentaba encontrar respuestas.
  •    Eso se lo tendrás que preguntar a él. – se levantó y me dio un dulce beso en la cabeza.

A la vez que Kate salía entraba Danny, todavía con los ojos rojos de la actuación.
  •    Espero que el único motivo por el que estés aquí sea para presentarme a los Jonas. – mi tono fue mucho más duro de lo que yo misma esperaba.
  •    Entre otras cosas.  – dijo Danny acercándose poco a poco.
  •    ¿Qué pensabas Danny, que ibas a llegar aquí después de 3 meses, me ibas a cantar un poco e iba a volver a tus brazos? – dije deseosa de que me explicara todo esto.
  •    No, ni mucho menos. Pero por algo hay que empezar. Y no se me ocurrió nada mejor. Te puedo asegurar que he pensado mil formas de hacerlo. – vi arrepentimiento en sus ojos.
  •    Me da igual, me dan igual las mil formas que hayan pasado por tu cabeza, es tarde. Has tenido tres meses para recuperarme y nada. ¿Por qué tendría que olvidar todo el pasado ahora y volver a estar contigo? – pregunté.
  •    Porque te quiero, simplemente eres la mujer de mi vida. La gente comete errores, yo muchísimos a lo largo del día, y contigo los he cometido. Pero no voy a dejar que seas el peor error de mi vida. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para recuperarte. Cualquier cosa. – dijo amenazante.

Sentí como la herida de mi corazón se abría de nuevo, como todo lo que había superado esos meses volvía a salir a la superficie. Pero no estaba dispuesta a darle otra oportunidad, el orgullo no me dejaba actuar.
  •    Lo siento. Has perdido la oportunidad, es demasiado tarde. – dije con pesar en mi voz. – Vete Danny, de verdad me fui de Londres por una razón, no quiero volver a verte. – adjunte cortante.
  •    Sabes que no lo voy a dejar así. Esto no es el final te lo aseguro.

Y salió de la habitación dando un portazo, haciendo que mi cuerpo diera un respingo del susto. Sentí como mis rodillas fallaban, no tenían fuerza para mantener el peso de mi alma. Me arrastré hasta la pared y me deslice por ella hasta llegar al suelo.

Las lágrimas caían sin control, dejándome sin aliento, pensando en que pasaría después de esa noche.