miércoles, 2 de marzo de 2011

Capítulo 11

Danny fue hacia la puerta, se paró unos segundo delante y respiro profundamente. Puso su mejor sonrisa y abrió la puerta.

  • Buenos días tío, creía que no me ibas a abrir nunca. Casi muero congelado.
  • Lo siento, me has pillado…
  • Todavía no te has vestido, joder, oye que no quiero estar dos horas esperándote que hay mucho que hacer.
  • ¿Y si te digo que lo tenemos que dejar para esta tarde?
  • ¿Y tío como no me avisas antes de que venga hasta aquí? ¿y porque huevos no puedes ahora?

Se escuchó un ruido en la habitación, supongo que se me caería algo o simplemente tampoco estaba preocupada yo de no hacer ruido, no sabía que tenía que estar calladita y quieta.
  • Ahhh, ahora lo entiendo todo. Tienes compañía.
  • Sí.
  • ¿Es la tía esa de la canción? ¿la que te quería llevar al local de Joe?
  • La misma.
  • ¿Y ya sabe que eres famoso?
  • Si, se enteró por una amiga suya, que es fan nuestra.
  • Pues ten cuidado Danny.
  • ¿Por qué dices eso?
  • Pues que primero no te conoce, no sabe quién eres, te la tiras, descubre quien eres y es en ese momento cuando vuelves a saber de ella. Y una muy buena amiga suya es fan nuestra. Mosquéate.
  • ¿A que cojones viene eso? Pero si no tienes ni puta idea.
  • Ya, mira lo que paso con Frankie y Dougie.
  • Gilipolleces Tom, no tiene nada que ver.
  • A ver si casi ni la conoces. ¿Qué estudia?

Es verdad que escuchar detrás de las puertas es de mala educación, pero no sabía muy bien cuando salir y si salir. Pero después de todo lo que estaba escuchando me estaba empezando a mosquear un poco. ¿Quién era este tío para hablar así de mí?. Así que abrí la puerta y salí.

  • Bueno, espero que no os importe si me uno a la conversación, total estáis hablando de mí.


Los dos se quedaron paralizados y sin saber qué hacer. Danny parecía avergonzado pero Tom tenía la cara muy seria.
  • Hola yo soy Rachel. Tú debes de ser Tom.

Alargue la mano y se la ofrecí. Y si ese fue mi saludo, total ya que pensaba que era una zorra pues por lo menos tuviera motivos para pensar que era una zorra borde.
  • Entonces estabas interesado en que estudio.
  • Mira siento parecer un imbécil, pero este mundillo es lo que tiene, y llevamos una temporada un tanto agitada.
  • Pues si me pareces un poco imbécil, pero bueno, y te voy a dejar una cosa clara, no estoy aquí ni por fama, ni por quién es este tío. Tampoco creo que te tenga que explicar porque coño me tiro a nadie, ya que no te conozco de nada y a mí no me impresiona que os vayáis de gira mundial y millones de chicas os tiren sus bragas. Tampoco quiero nada para mi amiga que os adora, sobre todo a ti, primero porque ya os ha visto, es de vuestro club de fans y tengo entendido que si eres tienes Meet & Great asegurado. Mira parece que nos las apañamos bien sin tener que tirarnos a nadie del grupo. Ah y también tenemos entradas para vuestros conciertos. Las hemos comprado.Y ahora me voy a ir, vosotros teníais planes y no quiero ser la culpable de que no podáis hacerlos. Muchas gracias Danny por todo, de verdad, me salvaste la vida.

Cogí me di la vuelta y me metí en la habitación. Recogí mi vestido y me empecé a desnudar para ponerme el vestido de nuevo y salir de allí. Cuando me estaba quitando la camiseta entró Danny. Parecía preocupado.

  • Raquel, siento mucho lo de ahí fuera. Pero por favor no te vayas, espérate vamos a hablarlo. Además no quiero que te vayas antes de saber qué es esto o que estamos haciendo y que va a pasar.
  • Pues no sé, depende, ¿tú piensas igual que él? ¿crees que te estoy utilizando?
  • ¿No has escuchado lo que le estaba diciendo? Si pensara eso te puedo asegurar que no estarías aquí ahora mismo. Así que por favor quédate, tranquilízate y luego te llevo a casa en cuanto tú me lo digas.
  • Vale.
  • Muchas gracias, voy a hablar un momento con Tom. Además no te podías ir, me debes una ducha.
Se acercó y me beso. Cuando terminamos no podía dejar de sonreír.
  • Creo que te han jodido el polvo.
  • Puto Tom, esta me la paga. - dijo mientras salía de la habitación.

Mientras yo me senté en la cama y respiré. Realmente me había enfadado muchísimo, pero también le había gritado. Estaba loca, como podía perder los nervios de esa forma. Así que me acerque a la puerta para disculparme por mi tono de voz, no por lo que dije.

  • Tom, antes de irte me gustaría pedirte disculpas por haberte gritado antes, no por lo que te grite, sino por las formas en las que te hablé, perdí los nervios.
  • Así que soy un gilipollas.
  • Sí.
  • Espero que lo que has dicho sea verdad y que dentro de un tiempo tenga que venir a rastrándome a pedirte perdón. Pero de momento no confió en ti, lo siento.
  • Pues apúntatelo, porque tendrás que venir. Y yo en ese momento te pediré disculpas por llamarte gilipollas.
  • No sabes cuánto lo deseo. Llámame luego Danny.

Tom se dio la vuelta y salió del piso. Danny le vio salir, cerró la puerta y se sentó en el suelo al lado de la puerta. Se tapó la cara con sus manos y suspiro.

No sabía muy bien cómo actuar, pero me fui acercando hasta llegar a su lado y me senté.

  • Siento de verdad todo esto. No sé qué le ha pasado a Tom.
  • No tienes que disculparte por nada, no es culpa tuya. En parte lo entiendo y siento haberme puesto tan borde y loca. Pero me enfadé. Porque no me conoce de nada. Pero es normal, es tu amigo y tiene razón. Hay mucha zorra por ahí.
  • No tienes nada de qué avergonzarte, se lo merecía.
  • Aun así, no está bien gritarle a la gente.
  • Ven aquí.

Me cogió del brazo y me movió hasta ponerme delante suyo. Me coloco de espaldas y me abrazo por detrás.

  • ¿Quieres saber lo que realmente pensé cuando me enteré de quien eras?
  • Me encantaría.
  • Pensé, mierda, para un tío interesante que conozco, músico, guapo, gracioso y tiene que ser famoso. Sentí que se había terminado todo. Una más que pasa por tu cama. Y no es que quiera casarme contigo ni nada, pero me gustaste, un tío al que apetece conocer.
  • ¿Y aquí termina nuestra historia?
  • Ya te he dicho que no creo en las historias de príncipes y princesas.
  • Y yo te dije que nunca se sabe. Raquel yo no sé qué es esto, pero yo quiero conocerte. Eres una tía genial, guapa, trabajadora, independiente, con las cosas claras y carácter. Además de ser muy divertida.
  • Pero Danny, yo no quiero que la gente me conozca y menos por ser pareja o amiga íntima de nadie.
  • No tiene que conocerte nadie sino quieres. He tenido una idea, a ver qué te parece.
  • Sorpréndame!!
  • Conozcámonos, como dos personas anónimas. Salgamos, vayamos al cine, hablemos de todo lo que nos gusta, lo que no. Y ya veremos a que lleva esto. Puede que se quede en un bonito recuerdo o que acabe en boda, nunca se sabe.
  • Me gusta la idea.
  • Pero tienes que prometerme que no te informaras sobre mí, que no llegaras a casa y me buscaras en google. No vale.
  • Te lo prometo. Pero si puedo escuchar vuestra música verdad? Que quiero ir al concierto, que para eso he pagado dos entradas, no os voy a regalar el dinero.
  • Me parece justo, pero solo eso.
  • Entonces esto funciona así, si nos apetece vernos nos llamamos, quedamos y esas cosas ¿no?
  • Eso es. Pero si me puedes llamar a unas horas normales te lo agradezco.
  • Pero que quejica, tú no eres un rockero?
  • Si pero los roqueros también duermen.

Me cogió la cara y me besó Me encantaba este chico. Esto no iba a ser fácil, me estaba metiendo en un charco muy profundo y no me gustaba nada. Pero bueno se dice que el que no arriesga no gana. Pues allí vamos.
  • ¿Entonces ya me he quedado sin ducha?
  • Si, la ducha tendrá que esperar.
  • Vaya… una pena…
  • Así seguro que me llamas.
  • Ni lo dudes. – Dijo con cara de salido.
  • De verdad… bueno creo que es hora de volver a casa.
  • ¿Tú crees?
  • Si, tienes cosas que hacer y yo también.

Nos volvimos a besar, vamos yo diría que estuvimos como 10 minutos así, sabíamos que nos teníamos que ir, pero realmente ninguno quería.
Cuando conseguimos levantarnos me fui a la habitación a recoger todo, comencé a desnudarme pero apenas pude hacerlo. Danny me cogió por detrás y me susurro.

  • No hace falta que te lo quites, puedes llevártelo, los pantalones no me valen y la camiseta te sienta genial.
  • ¿Estas seguro?
  • Aja, así seguro que me llamas de nuevo.
  • Ni lo dudes. – dije imitándole y besándole.
  • Déjate de tanto beso y vamos que sino no te vas nunca. – me dijo con cara de burla.
  • Que majo eres.

Empezó a reírse, supongo que por mi cara de asco. Se acercó con su bonita sonrisa y me beso en el cuello. En ese momento me morí y me maldecí por no haberme metido en la ducha con él.

Cogimos el coche y nos fuimos para mi casa.

  • ¿Y cómo se presenta el día Kate?
  • Estudiar toda la tarde y acostarme pronto. Planazo.
  • Que responsable.
  • Oye tengo una duda, tampoco te puedo tener en twitter?
  • No tampoco, nada de contacto por internet ni nada cerca de los fans. Relación normal. Mundana.
  • ¿Y si por ejemplo un día no te localizo tampoco me puedo meter en internet y preguntar a tus fans? ¿En plan Gossip Girl?
  • No, aunque eso no va a pasar. ¿Por qué no me vas a localizar? Dónde yo voy a cobertura. Y aunque este ocupado dejaré de estarlo en algún momento.
  • De acuerdo.
  • Te está matando la curiosidad ehh, tienes toda mi vida con un clic del ratón y no puedes acceder a ella.
  • No tiene nada que ver. Soy totalmente capaz de no mirar nada.
  • Eso espero. Tampoco vale que te lo cuenten, si alguien te va a hablar de nosotros vete o metete con nosotros. Aunque somos tan geniales que puede que te peguen.
  • Curioso, lo probaré, luego veremos que hacen tus fans.
  • Yo no lo haría. No juegues con fuego, te puedes quemar.
  • Lo tendré en cuenta.


Y ya estábamos en mi casa. Nos miramos unos segundos, nos sonreímos y nos despedimos con un abrazo y un corto beso. Le vi irse con el coche. Subí a casa, tire las cosas en la cama y decidí darme una ducha para relajarme y ponerme a estudiar, ya que iba fatal de tiempo.

La ducha no duró todo lo que me hubiera gustado, mientras estaba dentro empezaron a llamar a la puerta. Al principio lo ignore pero parecía que no se iba a ir. Lo primero que se me vino a la mente fue Danny, pero no podía ser, hacia media hora que se había ido. Para nada me imaginaba lo que iba a pasar, y quien estaba allí.

  • YA VA, UN SEGUNDO.

Me puse el albornoz, me agite un poco el pelo y fui corriendo a abrir. Cuando abrí no me podía creer lo que estaba viendo.

  • NO ME LO CREOOOOO! MARIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
  • Sorpresa!!

Me tire a sus brazos sin pensarlo, llevaba 3 meses sin verla y la estaba echando un montón de menos. A tomar por culo el fin de semana de estudio.

1 comentario:

  1. aaaahhhhhhh ame los cap!!! q monosidad de ho,bre Danny.... tiene q acabar bn si o si....

    ResponderEliminar