sábado, 25 de junio de 2011

Capítulo 43

Me desperté sobresaltada por el sonido de mi teléfono. Era María. Normal, tenía que haberla llamado esa tarde y al final nada.

  • Es muy extraño despertarse con tu propia voz. – dijo Danny medio dormido.
  • Debe ser. Aunque no te puedo decir. Además tu voz hoy da dolor de cabeza.
  • No es mi voz la culpable de eso. Coge el teléfono de una vez.
  • Déjame en paz. – dije muy borde.
  • No, me ha despertado, así que contesta.

Me levanté y cogí el teléfono medio grogui todavía. Que dolor de cabeza tan horrible. Volví a tumbarme encima de Danny.

Descolgué, aunque no me dio tiempo a decir nada.

  • ¿Te parece normal que tu mejor amiga se entere por twitter que sales con Danny Jones?
  • No se, tampoco es muy normal que mi relación salga en twitter. Además seguro que ya lo sabias por Dougie.
  • Eso tampoco está bien, deberías haberme llamado. He estado muy preocupada.
  • Lo sé, primero me quedé dormida, luego estuve comiendo con Amy y por último… ya sabes, de celebración privada.
  • Dios, ya vale. No quiero saber esos detalles. Que sepas que hay fotos. De anoche.
  • La gente no tiene vida. Debieron disfrutar del espectáculo, porque anoche estábamos demasiado pegajosos.
  • Si, se os ve muy juntos.
  • Prefiero vivir en la ignorancia. Pues ya lo sabes, el señor Jones tiene nueva novia.
  • Siiiiiii. – gritó Mery al otro lado del teléfono.

Danny que se había quedado medio dormido se despertó con el grito de Mery.
  • ¿Qué coño le pasa a la loca? – preguntó.
  • Nada, que está emocionada con las nuevas fotos de Danny Jones y su nueva novia.
  • ¿Ya hay fotos? ¿De anoche? – empezó a reír.- Las fans te van a odiar.
  • Que genial. – dije con una sonrisa forzada.

Danny me quitó el teléfono y preguntó a Mery.
  • ¿Son muy porno? – dijo mientras seguía riendo.
  • ¿Qué clase de pregunta es esa? – dije haciéndome la ofendida.
  • Entre lo que bebimos y la tontería que teníamos, tu verás. – afirmó rápidamente.
  • A ver, no se ve nada, pero son ocurrentes. No salís separados más de dos centímetros en ninguna.
  • Mándamelas al correo para verlas.
  • No tengo tu correo Jones. Tus fans no tenemos tu correo.
  • Ya, aunque mis fans tampoco tienen mi teléfono y tú sí.
  • Ya, siempre hubo clases. Se las envío a Raquel y ya me lo das otro día.
  • Yo no quiero verlas. – dije molesta.
  • Pero sin son fotos vuestras IDIOTA. – gritó al otro lado del teléfono.
  • Te cuelgo eh morena.
  • Y no te puedes creer la gente que te ha empezado a seguir en twitter. – dijo ignorando mis amenazas.
  • Genial, antes no lo podía usar para no descubrir nada y ahora la gente me va a observar. Maravilloso todo esto.

Danny y María reían juntos.
  • Muy gracioso. Gracias Mery por la información. Si nos disculpas tenemos cosas que hacer.
  • ¿Tenemos cosas que hacer? – preguntó Danny sorprendido.
  • No, pero la vamos a colgar. Luego te llamo morena.
  • Eres una enfadica. Que paséis buen día señores de Jones.
  • Adiós graciosa. – dije colgando rápidamente.

Estuvimos unos minutos en silencio. Reflexionando, o al menos yo lo hacía.
  • No te agobies ¿Vale? – dijo con tono relajado.
  • Estoy bien, o eso creo.
  • Además yo no te sigo en twitter, así que todavía hay esperanza. – dijo conteniendo la risa.
  • Me pregunto, de verdad, que es tan gracioso de todo esto. ¿Qué me estoy perdiendo?
  • Me resulta gracioso tu agobio, como te has tensado desde la llamada de María.
  • Todo eso no es gracioso. Pero vamos que voy a pasar de todo. Quiero desayunar, tengo hambre.

Me levanté y me encaminé hacia la puerta de la habitación.
  • Eres una tía muy rancia. Ni un puto beso de buenos días.
  • ¿Quieres un beso de buenos días?
  • Uno como mínimo.
  • Pues toma.
Me di la vuelta, me bajé los calzoncillos que llevaba puestos y le enseñé un trozo de mi culo.
  • Con que esas tenemos. – dijo mientras se levantaba de la cama.
  • No, Danny. – dije leyendo sus intenciones.

Y salí corriendo escaleras abajo. Él salió corriendo detrás de mí.
  • Déjame. – grité mientras corría

Cuando llegué al recibidor me pisaba los talones. Me di media vuelta y le miré. Levante la mano haciendo un gesto para que parara y comencé a caminar hacia atrás muy lentamente.
  • Deberías saber que no tengo cosquillas. – dije con la risa floja.
  • No pensaba en eso. – dijo sin detenerse.
  • Pues entonces déjame ir.
  • Ah no. – llegó corriendo hasta mí.

No me dio tiempo a escapar. Me tumbó en el suelo y me inmovilizó.
  • SOCORRO, SOCORRO.
  • No te va a servir de nada. Pídeme disculpas por no darme un beso y enseñarme tu culo.
  • Nunca. – dije sin poder para de reír e intentado escapar.
  • ¿Nunca?
  • Nunca jamás. – afirmé.
  • Tú lo has querido. – dijo amenazante.

Empezó a jugar con su saliva. Hacia el amago de escupirme en la cara, pero cuando estaba a punto de caer volvía a subirlo.
  • Que cerdo. SOCORRO.
  • Pídeme disculpas.
  • Como se te escape te mato. – dije sin poder parar de reír.

Acercó su cabeza a la mía y volvió a repetir la caída del gapo.
  • Cada vez más cerca. – dijo con cara graciosa.
  • Déjame ir. – dije sin parar de patalear.
  • Soy más fuerte.
  • Jo Danny. Vale te doy un beso.

Sonrió con aires de superioridad. Sin soltarme se acercó a mí y nos besamos. Cuando terminamos, le agarré la cara y le chupé toda la mejilla.
  • BESO DE VACA. – dije gritando.
  • Oh, no sabes lo que has hecho. – dijo con cara de loco.
  • No Danny, solo era una broma. – dije intentando escapar.


Me agarro la cara y me empezó a lamer.
  • Qué asco, no Danny para. – grité mientras me daba un ataque de risa.

Como tenía las manos libres empecé a hacerle cosquillas, lo que me dio marguen para poder escapar. Subí corriendo al cuarto de baño, me metí en la bañera y cogí la ducha como arma. Preparada para atacar.
  • No te puedes escapar. – reía Danny. – Te encontré – dijo al verme en la ducha.
  • Estoy armada. – afirme mientras le mostraba la ducha.
  • Yo también. – dijo enseñándome su lengua.
  • Que gane el mejor. – le reté.
  • Así sea. – dijo mientras entraba corriendo en la ducha.


Pasamos todo el día riendo y disfrutando el uno del otro. Me hizo olvidar toda preocupación. Todo merecía la pena por momentos como estos. En donde su risa y la mía eran una sola. Donde no worries era totalmente real.

Mientras tomaba un té y bajaba a por las cosas que Danny había dejado en el coche la noche anterior, me di cuenta de que tenía un estudio en el sótano.

Me quedé paralizada observando todo. No era gran cosa pero me encantó. Las cosas pequeñas y con alma siempre llamaron mucho mi atención. Observé todos y cada uno de los detalles, hasta que vi esa guitarra negra colgada en la pared.

Nunca me llamó la atención ninguna guitarra, ni tuve interés en aprender a tocarla. Pero desde que la vi en sus manos en ese pasillo de hotel, todo cambio.

Perdí la noción del tiempo. Tanto que Danny bajó a buscarme. Me agarró por detrás y me besó en el cuello. Eso hizo que me estremeciera.

  • No sabía que tenías esto aquí abajo.
  • Has visto, es lo que tiene dedicarse a la música.
  • Me encanta esa guitarra. – dije señalándola.
  • A mí también.
  • ¿Tiene nombre?
  • Sí. Guitarra negra acústica.
  • No, pero nombre de verdad. Me gusta poner nombre a las cosas que son importantes para mí.
  • ¿Le pones nombre a las cosas? – dijo extrañado.
  • Sí, me crié viendo las Chicas Gilmore. Lorelai era la tía más graciosa e intensa nunca vista. Siempre quise ser como ella. Empecé a tomar café por ella. Vi el Padrino e incluso empecé la carrera para terminar montando un hotel.
  • Sí que te marcó.
  • Era adolescente, Lorelai era una mujer con carácter y con sus ideales muy marcados. Idealista y graciosa. Un maravilloso modelo a seguir.
  • ¿Y ponía nombre a las cosas?
  • Sí. Además de todo lo anterior estaba loca. Pero tus guitarras tienen que tener nombre, tienes que darlas alma. Deberían, además, tener nombre de mujer.
  • ¿Tu nombre?
  • No, necesariamente. Tiene que tener sentido. No puedes poner un nombre porque sí. Y tampoco tiene porque ser nombre de mujer.
  • ¿Tú que nombre le pondrías a la negra?
  • Yo la llamaría Jones, si fuera mía. Pero tú no puedes llamar a tu guitarra como tú.
  • ¿Sabes que me la compré porque la tiene igual Bon Jovi?
  • ¿La tiene Bon Jovi? – dije sorprendida.
  • Sí. Igual.
  • Pues ya tiene nombre. Jon.
  • ¿Cómo que Jon?
  • Claro, él se llama Jon Bon Jovi. Bueno o su nombre artístico es así. Su nombre real es como igual pero escrito de forma rara.
  • Pues queda bautizada. Jon bienvenido a la familia.
  • Las otras tienes que ponerle nombres de mujer. Exnovias, examantes, madre… no sé. Dale alma a tu música Jones.
  • ¿Me pides que le ponga nombre a mis guitarras con nombres de mis exnovias?
  • Si. Luego te regalo yo una para que tenga mi nombre. O ya llegará el momento. Tengo toda la vida. – dije con una sonrisa.
  • Te veo muy optimista.
  • No lo dudes.

Y me abrecé fuerte a sus brazos. Haciendo que él me abrazará más fuerte.

5 comentarios:

  1. Hola! Me ha gustado mucho el capítulo, ha sido muy bonito y romántico^^ (si, lo admito, soy una romántica empedernida, es mi debilidad)
    Por favor, sigue escribiendo así de bien :)

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  2. oooooh! ¡Yo también quiero que Jones me persiga para pedirme un beso de buenos días! xDDD
    Ya sabes muchacha, ¡sube pronto! xD

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  3. Ohhh me ha encantado el capitulo (como siempre, no me imagino como tiene que ser que Danny Jones lama toda tu cara LOL.
    Sigue pronto :)
    xxX

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  4. La relación de estos dos es tan tan... Bueno, eso eso, ya sabemos a que me refiero. Si casi todos los días de sus vidas empiezan así, yo quiero un Danny Jones inmediatamente... ¿Se podrá encargar uno en Harrods? XDXD
    Increíble, como todos y cada uno de los capítulos.
    Besos <3

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  5. oooooooooooooooooooh que bonitoooooooooo Porque yo no podria tener un novio asi.... T.T
    por cierto momento épico el de: SOCORRO, SOCORRO.
    No te va a servir de nada. Pídeme disculpas por no darme un beso y enseñarme tu culo.
    Nunca. – dije sin poder para de reír e intentado escapar.
    ¿Nunca?
    Nunca jamás. – afirmé.
    Tú lo has querido. – dijo amenazante.
    xddddddddd

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