martes, 7 de junio de 2011

Capítulo 40

Para mis pre-universitarias favoritas

Fue un fin de semana realmente complicado. El teléfono no dejo de sonar. María, Amy… pero no contesté a ninguna. Las escribí diciendo que no se preocuparan, que estaba en la cama, que no me apetecía hablar con nadie y que dejaran de intentarlo.

Nunca me había sentido así. No me apetecía hacer nada, ni siquiera comer. Estaba destrozada por dentro y por fuera. Lo peor es que no estaba haciendo nada para remediarlo. Todo estaba en mi mano, con una llamada podía solucionarlo, o eso pensaba al menos. Y tenía razón.

Nada más llegar de Liverpool, dejé la maleta en el cuarto, sin ni siquiera abrirla. Conecté el iPod a los altavoces, cogí un par de botellas de agua y me metí en la cama.

¿Por qué me sentía así? Como si todo se hubiera acabado y no hubiera marcha atrás. Ahora sí que estaba asustada. No me apetecía hablar con nadie, aunque lo que si necesitaba era un abrazo, o un hombro en el que llorar. Pero no tenía a nadie. Me sentía muy sola en ese momento.

Pensé en llamar a Danny, cogí el móvil y marqué. Pero antes de que sonara colgué. Sabía que si hablaba con el sin tener mis ideas claras podía cometer un error muy grande y no podía permitirme algo así. También pensé en poner Not Alone, pero hubiera sido contraproducente. Seguramente hubiera muerto deshidratada.

Y así paso el fin de semana, sin salir de la cama más que para lo estrictamente necesario. Sin hablar con el mundo exterior y sin intención de cambiar mi rutina. Pero algo inesperado pasó. Algo que nunca hubiera pensado.

Escuche como se abría la puerta de mi piso. Al principio lo asumí sin más. Pero luego recordé que vivía sola y que la gente no abría mi puerta así como así. Al menos que yo les diera llave. Me asusté, me levanté corriendo de la cama y me asomé a la puerta.

Mi primera reacción fue relajarme y luego enfadarme un poco.

  • ¿Se puede saber que cojones haces aquí Dougie? Me has dado un susto de muerte.
  • Vengo de misión humanitaria.
  • ¿Y quién cojones te manda? – no me gustaba nada esto.
  • Mery, está muy preocupada por ti. Y ya que ella no puede venir me manda a mi. Dice que hubiera mandado a Amy, pero la tendrías que dar muchas explicaciones así que me ha tocado el marrón a mí.
  • Pues dila a Mery que ya has cumplido, que sigo viva y que sigo sin querer comunicarme con el mundo exterior. Gracias por su visita, cierre la puerta al salir. – dije mientras me dirigía a mi cama de nuevo.

Dougie me siguió hasta la habitación y se quedó en el umbral de la puerta mirándome.
  • De verdad no quiero parecer una mal educada pero te has confundido de dirección. La salida está en el otro extremo de la casa. – dije seria.
  • Ya, pero he prometido a Mery que te sacaría de casa a dar una vuelta y a comer algo. – dijo Dougie sonriendo.
  • Pues miéntela. No se enterará. Quedará entre nosotros.
  • No está bien mentir a las personas importantes de tu vida. – dijo mientras se ponía rojo.
  • Ese comentario es raro. Muy raro. Tengo que hablar con Mery sobre vosotros.
  • Vamos, no tienes ni que hablarme. Solo salimos y vamos a comer algo. – comento Dougie cambiando de tema.
  • Que no. No quiero salir de esta adorable cama.
  • Pues vas a venirte conmigo. Primero yo no rompo mis promesas y segundo como no lo soluciones pronto el grupo va a empezar a cantar canciones a lo Taylor Swift o peor… a lo Justin Bieber. Y me niego.

Oh dios mío. Lo que me faltaba.
  • Y si no quiero hacerlo como piensas obligarme.
  • Sacándote a la calle así. Por las buenas o por las malas.
  • No puedes conmigo.
  • He dicho por las buenas o por las malas. Harry está en el coche esperando. Si es necesario subirá el mismo a por ti. – dijo con una sonrisa de superioridad.
  • Vamos a ver cómo te lo explico. Primero no quiero salir de esta cama, si quisiera ya me habría ocupado yo de hacerlo. Segundo sigo sin querer comer. Y tercero si quisiera comer y salir no lo haría con dos de los mejores amigos del tío que está haciendo que no quiera comer ni salir de la cama.
  • Tengo que decir que las palabras que voy a utilizar a continuación no son mías. Pero ya sabes, tengo que cumplir mis promesas. LEVANTATE AHORA MISMO DE LA CAMA Y DEJA DE COMPORTARTE COMO UNA PUTA BLANDITA. SOLUCIONA LAS COSAS COMO UNA MUJER Y DEJA DE COMPORTARTE COMO UNA NIÑITA QUE COME HELADO Y VE EL DIARIO DE NOA. NI SIQUIERA TE GUSTA EL DIARIO DE NOA. ¿De verdad no te gusta el Diario de Noa? Si es preciosa esa película.

Ese último comentario hizo que me entrara la risa. No me podía creer que Mery hubiera montado todo esto. La iba a matar, aunque había que reconocer que se lo agradecía.
  • Oye es normal que estés deprimida escuchando esta mierda de música.
  • Eres una persona muy amable. Me encantaría ver que piensa The Fray sobre ese comentario.
  • Que piensen lo que quieran, pero tienes que reconocer que no es la música más animada.
  • Nadie dijo que yo quisiera animarme. Voy a ir con vosotros, pero no soy la mejor compañía en este momento.
  • Da igual. Con mi presencia y la de Harry vale.

Le mire y negué con la cabeza. Decidí levantarme y prepárame para salir.
  • Si me dejas me visto y todo para salir de aquí.
  • No me fio de ti.
  • ¿Qué piensas que voy a hacer? Solo quiero vestirme.
  • Puedes intentar escapar por la ventana.
  • Dougie estamos en un quinto. Y yo lo que quiero es quedarme en casa. ¿Por qué me escaparía por la ventana?
  • No se, tu forma de pensar no es normal. Estas dejando escapar a Danny Jones. Millones de mujeres te matarían por ello.
  • No voy a hablar de ese tema. ¿Queda claro? – dije muy seria.
  • Vale. Te esperamos abajo. Y si no lo haces subirá el Fucking Drummer a por ti. Es muy fuerte.
  • Tranquilo, bajo en un momento. – dije con una sonrisa forzada.

No me podía creer nada de lo que estaba pasando. Tanto le costaba a la gente dejarme en paz.

Me vestí con lo primero que encontré en el armario. Me coloque un poco el pelo y me maquille ligeramente. Bajé y les vi, dentro del coche, bailando al ritmo de la música. Pienso que el destino junto a los 4 tíos más payasos del mundo, por eso duraron todo lo que duraron e hicieron cosas tan maravillosas.
  • Buenos días Harry. – dije muy seria.
  • Dios, has saludado. Creía que estabas tan enfadada que ni siquiera ibas a hablar.
  • Eso pensaba, pero no es educado. Además la culpa es de la dulce Mery. Luego tendré unas palabras con ella. Bueno luego no, que no quiero hablar con ella. Vamos con nadie.
  • Ves te lo he dicho, está muy muy irascible. – le dijo Dougie a Harry.
  • Vaya Dougie, si conoces palabras cultas. Yo pensaba que las estrellas de rock no hablaban tan bien.

Harry y Dougie rieron.
  • No te lo vamos a tener en cuenta. Igual que a Danny tampoco. Eso sí, como no habléis pronto tendremos que arreglarlo nosotros. – dijo Harry esta vez muy serio.
  • Dios, porque me tienen que pasar a mi estas cosas. Algún día lo escribiré en un libro, porque no es normal.
  • Tendrás que ponernos nombres en clave. – dijo Dougie.
  • Hombre la gracia, y lo que me hará rica, es utilizar vuestra imagen pública.
  • Entonces tendrás que darnos parte de los beneficios. – aclaro Harry.
  • Para que queréis más dinero, si estáis bañados en él.
  • Bueno la otra. Ni que lo cagáramos. – dijo Dougie.

Me llevaron a comer a un restaurante en el centro de Londres. Al lado de Picadelly Circus. Me encantaba Londres. Me enamoré la primera vez que estuve, aunque hay que decir que ese fin de semana no pudimos ver mucho. Fuimos a ver un concierto y la mayoría del tiempo estuvimos haciendo cola. Uno de los mejores viajes y fin de semanas de mi vida.

Comimos tranquilamente sin hablar de cosas importantes, solamente banalidades, cosa que agradecí. Me vino bien salir de casa y poder dejar de pensar en Danny, aunque estuviera con sus mejores amigos.

Cuando terminamos de comer, y mientras esperábamos el café, me fui un momento al baño. A la vuelta no me podía creer lo que estaba pasando.

Tom y Danny estaban sentados en la mesa. Tom riendo con Harry y con Dougie, Danny con una cara muy seria y con el semblante cansado. Parecía agotado. Eso hizo que mi corazón diera un vuelco.

Pensé en salir sin que me vieran, por la puerta de atrás, no se, alguna locura. Pero mi bolso, mis llaves, todo lo que necesitaba para llegar a casa estaba en esa mesa. Nota mental, primero vete al baño siempre con el bolso y segundo no te fíes de los amigos de Danny Jones.

Me acerque lentamente a la mesa y escuche a Danny decir.

  • Cada día hacéis cosas más raras, ¿porque si sois dos pedís tres cafés?

Parece que Danny no sabía nada, habría sido cosas de los chicos.
  • Es para mí. – dije llegando hasta la mesa.

Danny me miro sorprendido. Luego miro a los chicos y volvió a mirarme.
  • ¿Qué haces aquí? No entiendo nada.
  • Mery estaba muy preocupada y me hizo prometer que la sacaría de casa y la daría de comer. Llevaba todo el fin de semana sin comer.
  • ¿Es verdad? – pregunto Danny preocupado.
  • Esa no es la cuestión. ¿Por qué está Danny aquí? – dije algo enfadada.
  • Tenéis que solucionarlo. – intervino Tom.
  • Vamos a ver. Mejor me voy a ir a casa. Como diga lo que estoy pensando… Me voy. Gracias por la comida, pero os la podíais haber ahorrado.

Cogí el bolso y salí rápidamente del restaurante. Me encamine hacia el metro cuando escuché como me gritaban.
  • RAQUEL, ESPERATE JODER. – gritó Danny.
  • Danny déjame, me quiero ir a casa. – dije sin detenerme.
  • No me jodas. Espérate joder. – me agarro del brazo y me hizo detenerme.
  • Joder Danny, ¿porque hemos llegado hasta este punto?
  • No lo se, pero quiero solucionarlo. Vamos a hablarlo.
  • ¿Aquí?
  • No, vamos a mi casa. ¿Acaso tienes algo mejor que hacer?
  • Mi plan era estar tirada en la cama hasta que muriera.
  • Si es eso puede esperar hasta dentro de unas horas.

Me alargo la mano y me sonrió. Porque me tenía que pasar algo así. No quería hablar con Danny, no quería cagarla. Pero no podía seguir de esta manera, lo mejor era solucionarlo cuanto antes. Para bien o para mal. Le agarré de la mano y nos encaminamos hacia el coche.

Cuando entré a casa de Danny fui directamente a sentarme en el sofá. Tenía ganas de huir, de salir corriendo.

  • ¿Quieres un café? – me preguntó.
  • Si por favor.

Volvió 5 minutos después con un par de tazas y se sentó a mi lado.
  • ¿Qué tal estas? – preguntó y dio un sorbo al café.
  • Mal. Danny, necesito que seas totalmente sincero con lo que piensas y sientes sobre mí. Lo que más odio en el mundo es la hipocresía o dar vueltas a cosas que se pueden solucionar siendo claros. Da igual que duela o que sea duro.
  • Quieres que sea totalmente sincero contigo. No es que no lo haya sido durante todo este tiempo.
  • Pero te has guardado cosas para ti que nos afectan a los dos.
  • Pues claro que sí, no iba a consentir que terminara esto. Eres la persona más cabezota y complicada que conozco. Tu razonamiento lógico no es el razonamiento que suele tener una mujer.
  • Puede ser, pero puedo razonar las cosas. Si me lo hubieras dicho…
  • ¿Si te lo hubiera dicho hubieras cambiado tu parecer sobre la fama?
  • Claro que no, seguiré pensando lo mismo. Pero no significa que no pueda amoldarme. Que no pueda cambiar o que cambie para hacerte feliz. Danny no me gusta la fama y nunca me gustará. Me da vergüenza, no me gusta que la gente me observe y ser el centro de atención. Pero está claro que si para estar contigo tengo que darme a conocer lo haré. No es que vaya a dar entrevistas o vaya a hablar en ningún tipo de medio. Pero lo haría.
  • ¿Así de simple? Sin drama.
  • El drama va interno. Tengo mucho miedo Danny, a no poder soportar todo lo que supone el hacerlo público. A que por ese motivo termine lo nuestro. A que todo cambie.
  • No tiene porque cambiar nada. Nuestra relación siempre será nuestra y solamente nuestra. Que la prensa lo sepa o que las fans comenten no va a condicionar en ningún aspecto lo que yo siento por ti o va a cambiar mi forma de actuar.
  • Puede que a ti no te afecte, estás acostumbrado, pero yo no sé cómo voy a llevarlo. Y me asusto.
  • No te voy a dejar caer. Estaré a tu lado para que todo salga bien. Realmente lo único que necesito es poder gritar que estoy contigo, que si me preguntan pueda decir que a mi lado está una mujer maravillosa y que estoy feliz por ello.
  • Solo espero que con todo esto no te decepcione.
  • No creo que lo hagas, y menos por este motivo.
  • El destino y el tiempo lo dirán.
  • Hasta entonces vamos a intentar ser felices.

Me acerque más a él y me tumbe sobre su pecho. No tardé en quedarme dormida, habían sido unos días muy duros. Y aunque había pasado todo el tiempo en la cama, no había dormido demasiado.

Danny me despertó mientras me subía por las escaleras hacia su habitación. Me agarré a su cuello y le di un corto beso.

  • No sé cómo lo hago pero siempre terminamos igual. No importa que esté sobria o borracha.
  • Ya ves, cuando lo tenga que hacer en la noche de bodas no va a tener emoción.
  • Pues tendré que llevarte yo.
  • Tú, con esos bracitos, eres muy graciosa.
  • Oye, que yo soy muy fuerte.
  • No lo dudo. – dijo riéndose de mi.
  • Un día lo comprobaras. ¿entonces me quedo a dormir aquí?
  • Eso parece, no me apetece llevarte a tu casa. Y además me apetece dormir contigo.
  • Mmmm ¿me estas proponiendo cositas obscenas?
  • Realmente no, tengo miedo que te rompas, debes descansar. Y yo necesito dormir, dormir contigo.
  • Pero como puedes ser tan cuqui.
  • Ya ves. Tienes un novio adorable.
  • O dios, que mal suena.
  • Deja de hacer el tonto que te tiro ehh.
  • ¿No tenías miedo a que me rompiera? PUES NO ME AMENACES.
  • Un día me vas a matar del susto.

Nos acostamos abrazados. Por fin conseguí descansar después de tres días sin dormir a penas.

7 comentarios:

  1. Hshdhdnwhshdjdhdudkdheeidkhdudmdhddkjdhdudkjdud *_* pero qué cuquis profundos por favoooooooor! Adoreibol! Jajajaja esto era lo que yo quería xD menuda risa con el puto Dougie xD y bueno, la omnipresente María y sus consejos jajaja que encanta! Gracias por subir en tiempos de desesperación! Y por la dedicatoria! Te quiero Raquel!! :D

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  2. que monosidad de persona,es perfecto! ojala todos los tios fuesen asi. me encanta doug siempre tan mono y con las palabras adecuadas jajajaja
    sube pronto, besos! xD

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  3. Resumen de la reacción de Rut: felicidad y sonrisa "licor del polo".
    *Aplausos nerviosos*
    1. Esa Mery como mola, se merece una ola, WHOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
    2. Doug y Harry y sus triquiñuelas.
    3. La "cuquidad" *si, me acabo de inventar una palabra nueva* de Danny.
    4. La cabezoneria de Rachel
    Este es el principio de la lista de las cosas que amo de este capitulo....
    Besos. =)

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  4. Oye nena, nonono, no me puedes hacer esto D:
    Ahora Eche quiere escribir, pero Eche no puede escribir porque tiene que estudiar D:
    Pero no pasa nada, las ideas permanecen e.e
    ¿Te he dicho que escribes genialosamente?
    ¿Te he dicho que me encantas?
    ¿Te he dicho que te quiero?
    <3

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  5. Me he leido todo en menos de 2 días. Cada noche antes de dormir. Y es que me ha enamorado completamente de esta historia. Me encanta, en todos los sentidos. Es perfecta. No es lo típico ni tampoco predecible y eso lo adoro. Tienes un verdadero don para escribir cosas así, enserio.
    Un besito, esperaré con ansias el siguiente capítulo.

    Gabby xx.

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  6. *______________________* sólo diré que llevo 5 horas seguidas leyendo el fic, no he saparado la vista del texto más que para darle al siguiente capítulo.
    Son demasiado cuquis, os adoro. Necesito más, es mi nueva droga, de verdad >___<

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  7. Ay madre miaaaaaa... No los amo más porque es imposible, eh!

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