jueves, 14 de abril de 2011

Capítulo 25

Cuando me desperté no recordaba cómo había llegado hasta mi cama, ni porque estaba María en ella. Eso sí, eran las cinco de la tarde. A tomar por culo la comida de navidad. Me incorporé un poco y vi un colchón en el suelo, no era posible. Manuel se había cogido su colchón y lo había traído a mi cuarto. Esto era surrealista. Escuche mucho jaleo fuera, claro, no me acordaba que la familia de María había venido a pasar el día, lo extraño es que no nos hubieran despertado.

Me levanté, cogí mi bata y salí de la habitación como pude. Fui corriendo al baño, me hacía tanto pis. Luego salí al salón a enfrentarme con la muchedumbre. Estaban todos en el salón, hablando y riendo. Yo pasé, saludé y me disculpé diciendo que necesitaba ir a la cocina. Me moría de sed. Mientras bebía agua llamaron a la puerta, me acerque a abrir, parecía que nadie la había escuchado.

Abrí la puerta y la volví a cerrar en menos de dos segundo. Había sido instintivo. No podía creer quien estaba al otro lado. Si, esta vez sí caímos en el tópico.

Fui corriendo a cerrar la puerta del pasillo para que no me viera nadie, abrí la puerta, cogí a Danny rápidamente por el brazo y lo lleve a la cocina.

No podía creerlo, estaba en mi cocina. Había volado hasta mi cocina. Bueno, había volado hasta el aeropuerto supongo y luego conducido hasta mi cocina. Bueno lo que fuera, pero estaba en mi casa. Estaba alucinando.

  • Esto no son alucinaciones tuyas, ni es problema del alcohol de anoche. Que parece que fue mucho.
  • No lo sabes tú bien. ¿Qué cojones haces aquí?
  • Desearte feliz año nuevo. – no me dejó reaccionar, me cogió por la cintura y me besó. Cuando termino dijo – Feliz año.
  • Feliz año. – respondí yo sonriendo.
  • Ahí dios mío que Danny Jones está en mi cocina, a quien se lo diga no se lo cree.
  • Nos hacemos una foto si quieres.
  • Deja de decir tonterías. ¿Qué le voy a decir a la gente? De todas formas ¿Qué haces aquí además de besarme por año nuevo?
  • Venir a buscarte, para nuestras vacaciones.
  • Pero es uno, y yo hasta el 3 no me voy.
  • Ya, pero así me enseñas Madrid.
  • Vale, voy a sentarme y a pensar que decir a esa gente.
  • Ven aquí. – dijo Danny y me sentó sobre sus rodillas.

Yo me agarre por el cuello y le abracé.
  • Por qué te gusta ponerme en estas situaciones.
  • Si nadie va a saber quién soy. Tú tranquila.
  • Puede que mis padres no, pero están los padres de María también, y ten en cuenta que María está loca.
  • Ya veo, bueno no es por alarmarte, pero me meo y no sé si me podrías dejar ir al baño.
  • Vale, el servicio. ¿No te vale que te pase una botellita y lo hace ahí?
  • Luego nos quejamos de que Danny es cerdo.
  • Pero esto es una emergencia.
  • Vamos, les dices que un amigo tuyo de Inglaterra ha venido a pasar el fin de año a Madrid y que viene a buscarte para hacer un poco de turismo y esas cosas. Me separo mucho de ti y ya está. Eso si no me mires porque cuando me miras te mueres de amor, se te nota en los ojos. Así que mejor no levantar sospechas.
  • ¿Qué me muero de amor? Tú eres un poco egocéntrico. – en ese momento recordé lo que había hecho esa noche, instintivamente me tapé la boca.
  • ¿Qué te pasa?
  • Nada, me he mordido la lengua. Vamos. – le cogí por el brazo

Me paré delante de la puerta que daba al salón. Respiré profundamente. Danny se acercó a mí mejilla y me dio un beso.

  • You´ll be ok. – dijo susurrando.
  • Eso espero. Casi nadie en esa sala habla inglés, así que hablaré en castellano y te traduzco o yo que se.
  • Tranquila, yo asentiré y sonreiré como si me enterase de todo.
  • Vale vamos. – aunque no conseguí moverme.
  • O nos quedamos.

Cogí y le abrace. Lo necesitaba, aunque me sentía demasiado culpable, tenía que contarle todo lo que había pasado.
  • Gracias, no merezco que me trates así.
  • Yo no creo eso.

Me levantó el mentón y me dio un dulce beso. Lo que hizo que a mí se me escapara una lagrima, me sentía tan mal. Cuando nos separamos y Danny empezó a preguntar algo, la puerta se abrió. Era Isabel.

Se quedó un poco sorprendida al ver a Danny y luego me miró.

  • Isabel este es Danny, un amigo de Londres que ha venido de visita. Esta es Isabel la hermana de María. – presenté.
  • Encantada. – dijo Isabel.
  • Igualmente. – dijo Danny sin dejar de sonreír.

Había algo que no convencía a Isabel, pero no conseguía descubrir el que.
  • ¿Oye tu sabes dónde está tu hermano? He pasado por su habitación y no hay nadie.

Qué interés tenía últimamente Isabel por Manuel y viceversa. No entendía nada.
  • Está en mi cuarto, no sé cómo ni porque, pero ha cogido un colchón y ha dormido en el suelo de mi habitación. Ahora iré a despertarles, que ya es hora de que se levanten. Además tendré que vestirme para enseñarle a mi amigo la ciudad.

En buena hora volví a introducir a Danny en la conversación. Isabel volvió a mirarle y una bombilla se encendió en sus ojos.
  • OMG, no me lo puedo creer, ¿Qué haces aquí él cantante del grupo ese que adora María?
  • Que dices. – intenté hacerme la loca. Y Danny empezó a reírse.
  • Que si, que es uno de los que canta en … ¿cómo se llama el grupo?
  • ¿McFly? – preguntó Danny.

Este chico era tonto. Le di un golpetazo en el brazo, y casi me hice más daño yo que él.
  • Sí, eso McFly. No me lo puedo creer.
  • Isabel tranquilízate y baja el tono de voz.
  • Cuando se entere María que está aquí le va a dar un infarto.
  • No creo, ya le conoce. Se alegrará pero no creo que se infarte, si tú supieras.
  • Dios mío no me lo puedo creer. ¿Sales con el de McFly?
  • Danny, Danny Jones. – Corregí.- Y salir, bueno algo así. Es un buen amigo.

Danny sonreía.
  • Ya verás cuando se enteren los que están ahí dentro.
  • No Isabel, para esa gente tiene que ser Danny, mi “amigo” de Londres. Ya está. ¿vale? – se lo dije tan seria que creo que la asuste un poco.
  • Vale, no diré nada. Espero que mi madre no te reconozca. – dijo mirando a Danny. – No me extraña que María os siga, si todos son como tú.

No podía creer ese último comentario. Lo que me faltaba ya. Y Danny se empezó a descojonar. Como no.

  • Vale, muchas gracias Isa por la apreciación. Si nos disculpas voy a presentarle en el salón y a llevarle al baño. Gracias. – dije con tono poco agradable.

Cogí a Danny por el brazo y le conduje al salón.
  • No te pongas celosa princesa.
  • Cállate. Familia, os presento a Danny, un amigo de Inglaterra que andaba por Madrid y ha venido a hacer una visita. No habla nada de español así que le voy a enseñar donde está el baño y luego iremos a dar una vuelta.

Se saludaron unos a otros con la mano y al igual que antes le volví a coger del brazo y tiré de él hacia el servicio. No di mucha opción a la familia a que dijera nada. Luego hablaría con ellos, también era extraño hablar delante de Danny cuando no entendía nada. Llegamos a la puerta del baño, mire que nadie mirara y nos metí a los dos dentro.

  • ¿Te vas a quedar aquí? – dijo con tono divertido.
  • Sí, pero no te preocupes, miro a otro lado.
  • Eso me da igual, ya has visto lo que tenías que ver. ¿Qué te pasa? Estás muy rara.
  • Ya, es que tenemos que hablar de algo importante.
  • ¿Aquí y ahora?
  • No, mea y vamos a mi cuarto a que me vista y salimos.
  • Mmmm.
  • Creo que te vas a quedar con las ganas.

No contestó. Solo sonrió.

Mientras tanto María se levantaba y salía al salón. Dio los buenos días y deseo feliz navidad. Y entonces la dijeron que había venido un amigo mío de Londres. María se sorprendió y pregunto que como se llamaba. Cuando le dijeron que Danny, María paso por varios estados, primero flipó mientras su cabeza decía ohhh y luego se alegró un montón. Aunque sabía que se mascaba la tragedia. Preguntó que donde estabamos y la dijeron que habíamos ido al baño. Con las mismas salió corriendo en nuestro encuentro. Cuando nos encontramos en el pasillo saltó encima suya.

  • DANNY!!
  • Dios, hahaha, feliz navidad.
  • No me lo puedo creer, ¿qué haces aquí?
  • Pues turismo parece. Deberíamos separarnos, creo que a Raquel no le gusta.
  • Tú eres gilipollas.- dije y me fui hacia la habitación.

Se miraron y se empezaron a reír.
  • ¿Crees que debemos seguirla? – preguntó Danny.
  • Creo que es lo mejor. – dijo María hiendo hacia mi habitación.

Cuando entraron en la habitación estaba intentando decidir que ponerme. Manuel comenzaba a despertarse. Yo tenía un cumulo de sentimientos encontrados que hacían que no fuera la mejor compañía en ese momento. Tenía una resaca de la leche, me sentía culpable por a ver besado a Dani, estaba picada con Isabel, no merecía que Danny hubiera venido a verme.

Entraron y se sentaron en la cama, sin decir nada, esperando a que yo dijera algo o hiciera algo. Aunque yo les ignoré, tenía que vestirme y salir de allí. Hubiera preferido poder salir sola, con mi iPod y mis pensamientos, a intentar arreglarlos y ordenarlos, pero parecía que eso no iba a pasar.

Manuel abrió los ojos y me miro.
  • ¿Qué te pasa a ti? ¿Por qué haces tanto ruido?
  • No sé qué ponerme.
  • ¿Pero a dónde vas?
  • Mira hacia mi cama.

Cuando miro, primero vio a María, y pensó, que tiene que ver María en todo esto. Pero luego se fijó en el chico que estaba sentado a su lado. Se le quedo mirando durante un rato, se acababa de despertar y si le parecía raro, pero hasta que no relacionó quien era no se levantó como si hubiera tenido una pesadilla.

  • Jones.- dijo, fue lo único que puedo decir.
  • Vaya, parece que cada día lo sabe más gente. Encantado, tú debes de ser Manuel. – dijo extendiendo la mano.
  • Sí, eso parece. – estaba flipando. – Estoy despierto ¿verdad?
  • Así es. – le contesto María.
  • Sí, es real. ¿Muy guapo verdad? Puedes tocarle para comprobar que es real, le suele gustar. – dije.
  • Cada día estas peor. ¿Qué coño te pasa? – dijo levantándose y acercándose a mí.
  • Nada. – dije con lágrimas en los ojos.
  • Ven aquí pequeña. – dijo abrazándome. – por favor dime que te pasa.
  • Es que soy una estúpida, no tenías que haber venido.
  • ¿Pero por qué dices eso? No digas esas cosas, me estas preocupando.
  • Anoche me lie con el camarero de la fiesta.

Me aparto de sus brazos y me miro a los ojos.
  • Perdona, ¿qué has dicho?
  • Que me… - no me dejó terminar.
  • Ya, ¿te acostaste con él? – preguntó, parecía enfadado.
  • No, claro que no me acosté con él. Solo fue un momento.
  • ¿Y porque parasteis? ¿Fuiste tú o él? – sí, estaba enfadado.
  • Pare yo, sonó Falling in love.
  • Vaya, que oportuna ¿no?
  • Lo siento, de verdad, fue un error.
  • Yo sí que lo siento. – dio una patada a mi silla y salió de la habitación.

Mierda. Salí corriendo detrás de él, las lágrimas se me caían.
  • Danny por favor no te vayas, espérate.
  • Como tú me dijiste la primera vez que me viste después de descubrir quién era, lo siento ahora no es el momento, tengo que aclarar mis ideas. Además si sigo aquí te diré cosas muy duras que luego me arrepentiré. Tengo la sensación de que piensas que esto es un juego, pero te puedo asegurar que para mí esto es más real de lo que te puedes imaginar. – se metió en el ascensor y desapareció.

Empecé a llorar desconsoladamente, había metido la pata hasta el fondo. Me senté en el rellano, con una vaga esperanza de que volviera, pero no volvió. Creo que estuve fuera como 10 min, empezaba a congelarme.

Salieron María y Manuel a buscarme, me arroparon con una manta y me tumbaron en la cama. Ya no lloraba, aunque no tenía ganas de nada, se había llevado parte de mi corazón.

5 comentarios:

  1. Voy a llorar :( pobrecito mi pequeño Jones :( espero que se arregle pronto :( jajaja bueno, me encanta tu fic! Espero que escribas pronto, no nos puedes dejar con esta intriga Raquel!! Jajaja un besazo!!

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  2. mE ENCANTAAAAN TUS FICCCSSS POR FAVOOR! SOOON PERFECTOSS! tIENEES TWITTER?

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  3. dios pero porque se lo dice!!! ay mare Danny perdonala no sabe lo que hace, dice o piensa.....

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  4. :( Tengo tears en mis eyes.....

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  5. :'( :'( T_T no puedo, no puedo, Pto Dani:@ pto camarero de los cojones:@

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