miércoles, 3 de agosto de 2011

Capítulo 53

Me desperté con el sonido del móvil de Danny pegado en mi oreja. La almohada vibraba al ritmo de un tono estándar.
  • Danny. – dije sin obtener respuesta. – El móvil.

Dije propinándole una patada en la pierna. Levanté la almohada y lo busqué. Le iba a matar. Lo mejor de todo era quien le llamaba. Georgia ponía en la pantalla.
  • Danny, es Georgia. – dije algo molesta.

De repente se despertó sin más, algo asustado. Cogió el móvil y comprobó que fuera ella realmente.
  • No es lo que parece. – seguía asustado.
  • Si lo es. Te está llamando y me ha despertado. Quiero dormir. Así que contesta de una puta vez. – dije volviéndome a tumbar.
  • Buenos días. – contesto Danny bajito. – No te preocupes, no, estábamos durmiendo.
  • Claro que sí, que no se preocupe, si dormir no es importante. – dije irónicamente.
  • Dime, ya da igual… Tienes que estar de broma. Muchas gracias por avisar, hablaré con Fletch a ver si puede hacer algo.
  • Sí, tranquila. Si me entero de algo o lo soluciono te llamo. Un beso. – y colgó.

Se mantuvo el silencio durante unos minutos.
  • ¿Qué huevos ha pasado? – dije enfadada.
  • Salimos en la prensa. Han sacado una noticia de que volvemos a salir juntos. – dijo con cuidado a mi reacción.
  • Y me había despertado para eso. Tan importante era darle la noticia. Solo era mierda sensacionalista.
  • ¿Estás bien? – dijo rozándome el brazo.
  • No, no estoy bien. Pero porque me ha despertado para contarte una puta noticia que es mentira y que espero que no tenga fundamento.
  • No lo tiene. – confirmó.
  • Pues entonces quiero dormir joder. Es sábado y quiero dormir hasta la hora que me salga de los huevos con el tonto de mi novio famoso. Me cago en la puta.
  • ¿Mejor ahora? – rió.
  • No vamos a dormir más. – dije respirando profundamente.
  • No, hay que solucionarlo. – dijo tocándome el pelo.
  • Y si te digo que me parece bien que la gente piense que volvéis a salir. ¿Así podríamos dormir? – dije suplicante.
  • Deja de decir tonterías.

Me levanté enfadada y me metí en el baño. Antes de cerrar la puerta dije.

  • No creo que nunca la hubiera tenido mucho amor, ya sabes es tu ex, pero después de esto te aseguro que la odio.

Me metí al baño dando un portazo. Me lavé la cara y volví a salir. Danny se estiraba en medio de la habitación.

Salimos al salón mientras Danny me decía.
  • No entiendo cómo te puedes enfadar tanto por una tontería como esta. – dijo divertido.

Le miré con cara de pocos amigos. Pero no me dio tiempo a contestarle.
  • ¿La has despertado? – dijo María desde el sofá.
  • Peor, me ha despertado Georgia. – dije con tono de burla.
  • ¿Georgia tu ex? – preguntó incrédula.
  • Cada día hacéis preguntas más obvias. ¿Conoces a más Georgias a las que pudiera nombrar en ese tono de burla? – dije algo seca.
  • No, creo que no. ¿Jones que hiciste anoche con Georgia para que te llame? – dijo muy seria.
  • Me la tiré en los baños, por los viejos tiempos. – contestó.

Le pegué en el brazo, no era ni tema ni momento para bromas.
  • Deja de decir tonterías. Han publicado algo en la prensa sobre ellos. Y claro lo tienen que solucionar ya, no hay tiempo que perder, son como los superhéroes de Londres.
  • Eso pasa por no venir anoche a la fiesta. – dijo Danny con desaprobación.
  • Paso de ti. Luego subo una foto al twitter y solucionado. Tú la retwitteas y pones cosas bonitas sobre mí. ¿Algún problema más que solucionar? – hable rápido como si tuviera todas las soluciones a todos los problemas del mundo.
  • Yo no me hablo con Dougie. – dijo María.
  • Pero eso no tiene solución, no te hablas con Dougie porque eres tonta.
  • Trátala bien. – la defendió Danny.
  • Joder… a ver ¿Por qué te enfadaste con Poynter ayer? – dije cogiendo café y sentándome a su lado en el sofá.
  • Me preocupa que vuelva a recaer, que beba y esas cosas. No quiero que vuelva a rehabilitación. – dijo preocupada.
  • ¿Bebió mucho? ¿Danny? – me di la vuelta para mirarle.
  • Ni idea, no me fijé. – dijo encogiendo los hombros.
  • Ah es cierto, que tu estuviste recordando viejos tiempos en baños.

Y me tiró un paquete de clínex a la cabeza.

  • Además de cornuda apaleada. No sé si podré superarlo. – puse cara de pena y me limpié una lagrima imaginaria.
  • ¿De verdad no estás ni un poco enfadada o celosa por esta situación? – dijo incrédulo.
  • A ver, no me gusta la situación, pero confío en ti. O confío en que no serias tan tonto de hacer nada en una fiesta con prensa, con mi hermano y mejores amigas dando vueltas. Tenía contratada a Laura de espía, si hubiera visto algo raro me habría llamado o hubiera matado a la rubia. Es pequeña pero peligrosa.
  • ¿Sabes que Laura también sale en la noticia? Se preguntan quién es esa chica y porque nos montamos en un taxi juntos. Tengo tres frentes abiertos. – no estaba a gusto con esta situación.
  • ¿La puti sale en una revista? – preguntó María divertida.
  • Si, subiendo al taxi conmigo.
  • PUTI, DESPIERTATE QUE SALES EN UNA REVISTA INGLESA COMO AMANTE DE JONES. – la gritó.

El tiempo que tardó Laura en salir de la habitación fue visto y no visto. Abrió la puerta y preguntó.
  • ¿Qué salgo dónde? – seguía medio dormida.
  • En una revista de cotilleos inglesa, eres la nueva amante de Jones. – dijo María subiéndose al sofá.

Se quedó blanca en un momento. Me miró preocupada sin saber qué hacer ni que decir.
  • Tía, ¿qué te pasa? – dije sin poder parar de reír.
  • A ver, explicarme exactamente qué ha pasado. – dijo con tono de temor.
  • Muy simple, os han pillado las revistas. Lo que hicisteis en el taxi no está bien Laura. Yo confiaba en ti. En nosotras. Me has herido. – dije poniendo cara de indignada.
  • Ahh eso, si es eso vale. Bueno ya no tenemos que escondernos. Danny vamos a pasar la mañana en la cama. – dijo con cara picara.
  • Vale. – dijo Danny mientras se levantaba del taburete.

Se acercó hasta Laura y la llevó hacia la habitación.
  • EHHHHHHH, que Laura es mía. – gritó María.
  • Perdón, no la volveré a tocar lo juro. – dijo Danny divertido.

Y fue a sentarse a mi lado en el sofá.
  • Vale ¿alguien que me explique qué ha pasado? – volvió a preguntar Laura.
  • Nada importante, que han salido unas fotos nuestras subiendo anoche a un taxi. Así que dicen que he vuelto con Georgia y que me fui a casa contigo. Porque supongo que nos seguirían hasta aquí y como podéis ver todavía no he salido. – explico Danny mientras me acercaba a su pecho.
  • Vaya, soy famosa. Normal, soy perfecta. No me extraña que la gente piense que soy tu amante. – dijo Laura.
  • Ves Raquel, ya puedes aprender de ella. – me dijo Danny.
  • Olvidarme. ¿No tenías que llamar para solucionar eso? Espero que no me haya levantado para nada. – dije mosqueada.
  • Voy. – dijo levantándose del sofá.

Su puesto lo ocupó Laura. Estábamos destrozadas. Le pasé a Laura mi taza de café y yo me cogí la de Danny. Estuvimos así sentadas tomando café y escuchando a Danny hablar por teléfono un buen rato. Hasta que llamaron a la puerta.
  • No me. – dijo Laura rápidamente.
  • Ni yo. – agregue segundos después.
  • Os odio. – dijo María mientras se levantaba a abrir.

Laura y yo seguíamos igual de tiradas en el sofá. Esperando a ver quién estaba al otro lado. Pero sin fuerzas siquiera.

Manuel entró animado, parecía que seguía borracho. Y después entró Dougie. Con cara de cansado y siguiendo a María por todo el salón.

  • ¿No piensas hablarme? – dijo Dougie suplicante.
  • No. – dijo seca María.
  • Venga no seas infantil. Estoy bien, no me ha pasado nada y estoy animado.
  • No soy infantil. – contestó enfadada. – Me preocupo por ti y punto. Y no me gustó lo que vi anoche.
  • En algún momento debía volver a beber. No soy un alcohólico, solo me recomendaron que durante las primeras semanas no bebiera. Pero ya está. Estoy bien. De verdad. – dijo con una gran sonrisa.

Me hizo sonreír a mí también. Después de todo lo que había pasado era genial verle sonreír y ver brillar sus ojos de esa manera. Me miró en ese momento, suplicando que le echara una mano.

  • Mery, está bien. Mírale a los ojos. Vuelven a brillar. – dije dedicándole una mirada cómplice a Dougie.
  • Ya puede estar bien, porque como vuelva a dejarme solo tendré que cortarle las pelotas. – dijo Danny desde la cocina. – Si Fletch, sigo aquí.
  • Ves, la pareja del año, bueno o lo que era la pareja del año, están de acuerdo conmigo. – dijo divertido.
  • Bueno, estaba bien pero puede que parte de la pareja del año te mate ahora mismo. – dije seria.
  • Llamo a Harry. – dijo serio también.
  • Te mato antes y lo sabes.
  • Oye que era yo la que hablaba con Dougie. Si queréis me voy para que os matéis tranquilos.
  • Tú calla llorica. – dijo Laura. – Nunca interrumpas una amenaza de muerte. Que te mato.

Dougie y yo empezamos a reír. Y volvieron a llamar a la puerta.
  • ¿Pero quién viene ahora? Esto no es normal. Dougie abre la puerta.
  • Qué bien. Ahora soy el mayordomo.
  • Sí, es que María está ocupada llorando. – dijo Laura.
  • Manuel dila algo. – dijo María.

Aunque fue inútil. Manuel estaba dormido sobre la pared. Sentado en el suelo y dormido. Era una bonita estampa. Cogí rápidamente la cámara y le hice algunas fotos. Por la puerta entró Tom muy contento.
  • Me he enamorado. – dijo sentándose en un taburete.
  • Dios que pesado. – dijo Dougie.
  • ¿Quién es la afortunada? – preguntó Laura.
  • Pues no lo sé. Pero para eso he traído esto. – dijo enseñando la revista.
  • Ehhh ahí salgo yo con mi amante Danny Jones. – dijo Laura divertida.
  • Sí, eso nos han contado esta mañana. ¿Cómo se lo ha tomado Danny? – dijo mirándome.
  • Bueno, está hablando con Fletch. Aunque no entiendo porque. Es una noticia sensacionalista. No creo que haya que darle más importancia. Hasta Georgia le ha llamado esta mañana. – dije mosqueada.
  • ¿No te gusta que le llame? – dijo Dougie.
  • No me gusta que me despierte. Si lo hubiera hecho a otra hora me daría igual.

Todos rieron.
  • No es gracioso. Nunca es gracioso el despertarme. Recordarlo siempre. Y NOOOOOOO OS TOQUEISSSS!!! Si está todo claro me voy a dar una ducha y vámonos a comer fuera. Hagamos algo productivo ya que estamos todos despiertos y en mi casa.
  • Eso, me gusta. Y así buscamos a mi futura mujer. – dijo Tom.

3 comentarios:

  1. Vale, si prentendes que sobreviva así no lo estás haciendo nada bien Raquel...!! Pero, llámame loca o suicida o algo, pero me encanta que no vaya a sobrevivir a tu fic!es tan bueno que parece que esté en la misma habitación viviendo con todos los protagonistas la situación del cabreo por despertar a alguien a horas intempestivas (sí, a mi también me pasaría, dormir es algo sagrado!). Pero es imposible cabrearse con Dougie, sobretodo cuando pone carita de no haber roto nunca un plato y sonríe (SONRÍE!!!).

    Como siempre, GENIAL, me encanta haber encontrado tu fic y a ti! muchisimos besitos amor!!

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  2. he vuelto, si, la pesada y obsesionada con tu fic te vuelve a comentar! que decirte, que un dia me matas de felicidad, sea como sea el capitulo siempre acabo con una sonrisa en mi cara. muchas gracias cielo <3

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  3. lo que me he reido con este capitulo...................... PEro reirme reirme....... XDDDDDDDDDDDDDDDDDD
    Y bua, tia, siete capitulos y asi queda la cosa?
    Yo es que me meo como se toman las cosas ellos... Aunque a veces me pierdo en los dialogos...

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