martes, 19 de julio de 2011

Capítulo 50

La mañana siguiente llegó antes de lo esperado pero después de lo que debería. Bueno para nosotros no, para Danny.

  • Corre despierta, es muy tarde. – dijo Danny con un tono de voz algo alto para mi gusto.
  • Joder, déjame en paz. Será tarde para ti. Tú haz tu vida y déjame dormir.
  • ¿De verdad no piensas bajar a desayunar conmigo? – dijo sin parar de moverse.
  • ¿Qué cojones buscas y porque haces tanto ruido?
  • ¿Dónde está mi móvil? – dijo preocupado.
  • Joder, busca el mío y llámate. – en ese momento recordé algo. – Espera no lo intentes, están los dos en el coche.
  • ¿Y qué hacen en el coche? – aunque no hizo falta contestarle. – Ah ya recuerdo, ves no se te puede dejar beber y seguirte el juego.
  • Eres imbécil, con lo que te gustó lo de anoche.
  • No lo dudes. – dijo mientras bajaba al garaje.

Ya me había despertado, que mamón. Así que cogí, fui al baño y bajé a preparar café. Cuando Danny volvió con los móviles y tras darme un tierno beso en la cabeza pregunté.
  • ¿Y esta gente dónde está?
  • No recuerdo que vinieran con nosotros. ¿Oye es posible que nos escapáramos dejándoles allí?
  • Es posible. – dije reflexionando. – Luego dices de mí, pero vamos tú también ibas fino y caliente.
  • Toda culpa tuya, me provocas. Bebes y me pones ojitos. Y claro yo no soy de hielo. Y más cuando llevaba 2 semanas sin pillar.
  • Claro que sí, todos sabemos que la culpable siempre soy yo. ¿Se quedarían en casa de Tom? – pregunté preocupada.
  • Supongo que sí. Si no andan por aquí. Voy a llamar a Tom.

Cogió el teléfono y llamó.
  • Despierto y en casa. Ya te imaginaba por ahí perdido. Te fuiste muy contento. – contestó Tom.
  • ¿Has visto? Todo controlado. Oye tienes el cartel de completo en casa ¿no?
  • Si, ha subido la ocupación desde anoche. Entre lo salidos que estabais, vamos que os desnudabais con la mirada, y la borrachera que os cogisteis pensé que lo mejor era que durmieran aquí. Para que no tuvieran que arrancarse los ojos al verte hacerlo en medio del salón.

No sabía lo que estaban hablando pero la cara de Danny era graciosa. Asentía con la cabeza confirmando todo lo que Tom le decía.
  • De todas formas les lleva Derek ahora para ya.
  • Vale, ¿cuánto tardarán?
  • Están desayunando. Dales al menos 30 minutos. ¿Por?
  • Gracias Tom, en un rato te llamo.

Colgó el teléfono y lo tiró sobre la encimera.
  • Tenemos 30 minutos para divertirnos. – dijo mientras se quitaba la camiseta.
  • ¿No tuviste suficiente anoche? – dije divertida.
  • Nunca, además debes darte una ducha. ¿No crees?
  • Una ducha… - dije curiosa.
  • Aja.

Me cogió en volandas y me subió corriendo las escaleras.

Cuando terminamos y mientras me vestía, llamaron insistentemente a la puerta.

Bajé a abrir. Estaban los tres plantados delante de la puerta.
  • ¿Qué tal la noche chicos? – dije sonriendo.
  • Bueno, peor que la tuya. – dijo Manuel mientras entraba.
  • Fue la leche. – contestó Laura mientras seguía a Manuel.
  • Sí, pero a ver si no nos dejas abandonados la próxima vez. En casas ajenas y sin invitación. Y menos para venirte a follar.
  • Eres un exagerado. Gracias, gracias, gracias. – dijo María mientras me abrazaba.
  • Bueno, parece que las chicas se lo han pasado bien.
  • Claro. Tú déjame a mí con tres de mis cuatro ídolos musicales pasando la noche. No me verás quejarme.
  • Ya veo. – que niño era a veces. – Pues no te enfades. ¿Lo pasaste mal acaso?
  • No, no me puedo quejar. – dijo mientras se sentaba en el sofá y encontraba unos calzoncillos. – Asco , ¿Qué cojones es esto?

Me dio un ataque de risa, sí que había dado juego la noche.
  • Creo, no estoy segura, pero me suena que son unos calzoncillos.
  • No me digas que hasta en el salón. – dijo mientras me los tiraba.

No podía parar de reírme, era una situación surrealista. Me lo había pasado muy bien esa noche.
  • Déjales que lo hagan donde les dé la gana. – rió Laura.
  • ¿Dónde nos dé la gana el que? – dijo Danny.

Estaba vestido pero estaba buscando algo.
  • Esto. – y le tiré sus calzoncillos.
  • Ahhh. – dijo divertido. – Anoche fue una noche movidita. Siento el desorden pero es muy tarde y no puedo recoger. – dijo saliendo del salón.
  • Joder. Raquel estas muy perdida.
  • Pero qué coño dices, que es eso de que estoy perdida.
  • Pues dejar a tu familia tirada para venirte a … - no consiguió terminar la frase.
  • Si, lo siento Manuel. No me acordaba que os dejé en medio del puto monte Kilimanjaro buscando limones y yo me vine a follar a Londres. Que ya somos todos mayorcitos. Os dejé en la casa del mejor amigo de mi novio, con un buen amigo de María y a 10 minutos de aquí. Y si, vine a follar porque llevaba 3 semanas sin hacerlo y es mi puñetero novio. Te recuerdo que tengo 23 años, vivo sola y trabajo para que eso sea posible.
  • Muy bien cariño, así me gusta. Lucha por tu libertad sexual, pero necesito encontrar a Jon. ¿Sabes dónde está? – dijo acelerado.
  • ¿En el estudio? – era lo más lógico.
  • No está.

En ese momento recordé algo y sonreí.
  • Está en el jardín.
  • ¿Por qué dejamos la guitarra en el jardín? Te vas a traer la tuya para cuando … ya sabes. ¿Cuánto hemos dormido?
  • Mucho menos de lo que me gustaría.

Continuó a su rollo. Preparando las cosas que se tenía que llevar.
  • Pues eso hermano, que estoy cansada de que me juzgues cada vez que me ves. Nos vemos poco y no quiero discutir.
  • Entiende que no sea de mi agrado enterarme de estas cosas.
  • Vale, pues no entres. Sabes lo que hay. Elude el tema. No sé.
  • Se intentará. – me sonrió.
  • Así me gusta, paz familiar. Me voy. No necesitas nada antes de que me vaya ¿no? – me preguntó.
  • No, está todo bien.
  • ¿Nos quedamos aquí? – preguntó Laura sorprendida.
  • Un rato. Por lo menos hasta que me tome el café. – contesté.
  • Quedaros el tiempo que queráis. Como si vais directas al concierto. – dijo mientras se ponía las gafas de sol.
  • Oye Danny, ¿hay algún problema en irme contigo? Tengo mucha curiosidad en ver cómo funciona todo eso. – dijo mientras se ponía rojo.
  • No, vente si quieres. Pero no te vamos a hacer mucho caso. A lo mejor te aburres un poco.
  • Tranquilo, conociéndoos un poco lo dudo mucho. Pero vamos que me aparto y miro. No quiero molestar.
  • Ok, pues nada vámonos que sino Fletch me mata por llegar siempre tarde. – se despidió con un beso.
  • ¿Sabes que no has desayunado? – le dije.
  • Da igual. Primero hay reunión en casa de Tom para la fiesta de esta noche. Así que robaré comida.
  • ¿Fiesta de esta noche? – pregunté curiosa.
  • ¿No te lo había dicho? No es una fiesta fiesta, tenemos que tocar en el aniversario de una revista de moda. Así que ir un poco elegantes para luego. O llevaros algo para cambiaros en Wembley. Luego nos vemos señoritas.

Me volvió a besar y salieron.
  • ¿Habéis desayunado? ¿Queréis algo?
  • Café, no he dormido nada y con tomar uno no es suficiente. – dijo María.
  • ¿Tú tampoco has dormido Lau? ¿Qué paso anoche cuando me fui?
  • De TO-DO. – dijo Laura. – Sobre todo aquí la puti tiene mucho que contarnos. Estuvo toda la noche tonteando con Derek y luego desaparecieron. No se supo más.
  • Vaya con la mosquita muerta. ¿Qué hiciste? Cosa que no me extraña con un tío tan guapo y sexy. No es tonta ni nada la niña. Cuéntanos.
  • Estáis fatal. No pasó nada. Solo hablamos toda la noche. Y ya está.
  • Ya claro. ¿y de que hablasteis? ¿De cómo funciona la lengua quizás? – dijo Laura.
  • Empecé a reír, no podía tener puntos tan buenos.
  • Si vais a estar así no os cuento nada. – dijo con cara de asco.
  • Vale, nos comportamos.
  • ¿Laura?
  • Vale, lo intentaré. Pero no puedo prometerlo al 100 %. – dijo conteniendo la risa.
  • Algo es algo. – asumió María. – Es un tío tan majo.
  • Ya, majo. – volvió a interrumpir Lauri.
  • Tía. – dije conteniendo la risa.
  • Perdón, continua.
  • Se llama Derek, estudia arquitectura en Cambridge. Tiene 23 años. Sus aficiones son las carreras de caballos y fumar crack con sus amigos.
  • Laura se atraganto con el café y lo volvió a escupir en la taza.
  • ¿Así esperas que te tome enserio?
  • ¿Es coña? – dije sorprendida.
  • Claro que estoy de coña. No sé, es un tío divertido, natural. Le gusta hacer deporte, subir a la montaña, leer.
  • Dios, tu alma gemela. ¿y la música? – dijo Laura divertida.
  • Escucha a su primo.
  • Bueno al menos tenéis una cosa en común. Mira si vuestras citas son en sus conciertos ahorraras un pastón.
  • Oye, que a mí también me gusta la naturaleza y leer.
  • Si, te gusta la naturaleza desde tu chalet adosado. – dijo Laura.
  • Y leer, claro. ¿Qué fue lo último que leíste? – pregunté.
  • Pues… uno de Aghata Christie creo. Oh no, espera me leí la mitad de Eclipse antes de ver la peli. – dijo satisfecha.
  • Ahh, muy bien. De eso hace dos años. – dijo Laura.
  • Bueno y qué más da. No tenemos que ser idénticos. Es majo. – dijo con sonrisa de boba.
  • Vale. – asentí – Si te gusta, cosa que no me extraña, pues vale. Aunque teniendo a Dougie donde le tienes no entiendo porque te gusta Derek.
  • Eso, deja algo para las demás. ACAPARADORA. – contesto Laura.
  • Quédate con Dougie putita.
  • Que dices, no. Es muy raro. Muy sexy, pero raro. Ya que Danny no está disponible, me quedo a Tom.
  • Me pregunto si esta historia terminará como los típicos fan fics. Cuatro amigas, que visitan Londres, se chocan con sus ídolos musicales y cada una termina casada con uno de ellos.
  • ¿Y tú como sabes esas cosas? – dijo María.
  • Yo sé de muchas cosas. – dije conteniendo la risa.
  • ¡NOOOOO! – gritó María. – Te has metido a leer fics. No puedes ser tan friky.

Laura reía sobre la encimera.
  • Vale, me entró curiosidad. Me he leído un Pones muy gracioso. Realmente la chica escribe genial. Checa se apoda.
  • Estás fatal. – dijo Laura – Por esa regla de fics deberías ya ser su fan antes de conocerle y cortar con él. O que de repente reaparezca su ex y se cree movida.
  • Si, y que después de eso rompamos.
  • Tienes que prometerme que si pasa eso me dejaras tirármelo. – dijo Laura muy seria.
  • Vale. – dije manteniendo su mirada.
  • No juegues con mis ilusiones de trincarme a Jones.
  • ¿Os dais cuenta de que estáis hablando de tu novio? – dijo María alucinada.
  • Eres una aguafiestas. Era bromita. Yo nunca me tiraría a Danny. Una pena. – dijo sin parar de reír.

3 comentarios:

  1. Tan GENIAL como siempre.
    Pues como verás, me he quedado hasta ahora para leer tu maravilloso fic. Como dijiste en la twitcam que su subirías hoy pues quería ser la primera en comentar Hahaha. Me hacia mucha ilusión.
    Bueno, espero que subas pronto el próximo capitulo. Y sí, tenias razón, el capitulo es súper divertido, me he reído un montón xD
    Un beso, @beamcfly

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  2. Yo es que flipo contigo!
    Menuco capituloooooooooo! XD
    Es tan........ surrealista, XD se lee un Pones, se tira en to's los lao's a Jones.....
    Es mi ama, xddddd

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  3. Mas Mas Mas Mas Mas Mas MasMas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas !


    Yo necesito ser Raqueeeeeeel! que se tira en tos los lao's a Jones(baba)

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