viernes, 15 de julio de 2011

Capítulo 49

Finalmente conseguimos salir de casa y llegamos. Nadie se sorprendió de que llegáramos tarde. Como ya dijo Danny, estaban acostumbrados.

Empezaban a preparar la BBQ. Saludé a la gente sin prestar demasiada atención. Estaba atenta a como se saludaban Mery y Dougie.

Dougie la vio entrar en el salón y sonrió. María tardó más en verle. Sus ojos brillaron de una forma diferente, aunque no podía decir de qué forma lo hacían. Se dieron un abrazo tierno. Llevaban mucho tiempo sin verse y habían estado un mes sin hablar.

  • No te vuelvas a poner malito nunca, ha sido un mes muy aburrido sin poder hablar contigo. – dijo María sin soltarle.
  • Lo prometo. – dijo con esperanza en su voz.

Se fueron a hablar, a ponerse al día. Hacían buena pareja aunque no parecía que fueran conscientes de ello. Porque realmente sus ojos no transmitían amor, no esa clase de amor.

Danny que también estaba atento se acercó a mí y me dijo.
  • Están enamorados.
  • Lo peor es que no lo están. Son buenos amigos, se protegen y se apoyan. Pero no sienten amor. Hacen tan buena pareja.
  • Me das miedo cuando haces eso pequeña.
  • Los ojos Jones, son el espejo del alma.

Me cogió por la cintura e hizo que le mirara.
  • Interesante. ¿Qué dicen los míos? – dijo con la sonrisa partida.
  • Déjame ver. – le agarre la cara y empecé a magrearle y a moverle la cabeza bruscamente. – Eres tan simple que seguro que estás pensando en comida y cerveza.
  • ¿Por qué no me tomas en serio? - dijo ofendido.
  • Vamos, mírame a los ojos y dime que pensabas en otro cosa.

Intentó contener la risa y decirme lo contrario, pero no lo consiguió.
  • Ves. – dije sonriendo.

Le cogí de la mano y le llevé a por una cerveza. Estaba Harry allí plantado, así que les dejé y me senté en el sofá con Lauri y Manuel que hablaban con Izzy, la novia de Harry.

Izzy era una de las personas más agradables que conocía. Adorable e imaginativa. Tocaba el violín como los ángeles. Llevaba con Harry un montón de años y hacían muy buena pareja.

Estuvimos charlando animadamente los cuatro hasta que escuche algo que no me gustó ni un pelo.
  • Yo esta noche recupero el tiempo perdido estas semanas. Y si utilizo bien mis cartas – dijo señalando la cerveza – me recupero y acumulo.

Pero que cabrón y fantasma. Me acerqué a la mesa, metí la mano en la copa de mi hermano y cogí un hielo.
  • ¿Qué coño haces? – dijo.
  • Tranquilo, ahora te traigo otra. Son ricos, que gasten un poco, que el dinero pierde valor.

Se lo tiré a la cabeza de Danny. Le dio de lleno y se giró asustado.
  • Tu fantasma, deja de tirarte el pisto con los colegas. A ver si te voy a quitar las cartas hasta nueva orden.
  • Es imposible que me hayas oído.
  • Pues lo he hecho. Ya me puedes tratar bien después de ese comentario. Si quieres recuperar el tiempo perdido. – dije con retintín.

Cogió dos cervezas y se acercó hasta mí. Me besó.
  • ¿Voy bien?
  • Si, salido.
  • No lo sabes tú bien. – dijo sentándose a mi lado.

Así estuvimos riendo y charlando. Hasta que llamaron a la puerta. Tom se acercó a abrir. Nos miró con mala cara.

Era un tío. Guapo, guapísimo. Era igual que Dougie, pero en el hecho de que eran guapísimos, no porque se parecieran especialmente. Era el típico tío que te cruzabas por la calle y pensabas guau.

Moreno, ojos azules, alto y con planta. ¿Quién sería? Tom le saludo con un abrazo y luego gritó.
  • Dougie, Derek está aquí.

Mientras tanto Tom se quedó charlando con él.
  • Dios, que tío más guapo y sexy. Vamos a presentarnos ¿no? – dije levantándome del sofá.
  • ¿A dónde vas? – dijo Danny cogiendo mi mano y haciendo que me volviera a sentar esta vez sobre sus rodillas.
  • Pero hombre con lo guapo que es. ¿Quién es?
  • Derek, el primo de Dougie. – respondió seco.
  • Interesante primo. – dijo Laura.
  • Yo también pensé eso cuando le conocí. – dijo Izzy.
  • Es que es tan guapo. – contesté.

Dougie bajó con María. Abrazó a su primo. Le presentó a María, la cual se puso roja y eso hizo que Derek se pusiera nervioso. No podía creerlo.

Luego se acercaron hasta el salón con idea de saludar a todo el mundo.

Intenté levantarme pero Danny volvió a sentarme. Le miré y me besó. Que bobo.
  • ¿Ya has marcado tu territorio? ¿Puedo saludar?
  • Sí. – dijo serio.
  • Me encanta cuando haces le bobo así.
  • ¿Hago el bobo? – dijo poniendo cara de circunstancia.
  • Mucho. – dije dándole otro beso.

Después de las presentaciones y esas formalidades salimos al jardín. Teníamos hambre.

La noche fue tranquila, bueno lo tranquila que puede ser una noche donde juntes a María, Laura y Raquel y unas cuantas copas. Aunque era peor cuando además las juntabas con ellos 4.

Esas noches siempre las recordaré con una sonrisa. Me hacían sonreír cuando nos recordaba bailando en el jardín. O jugando a juegos absurdos con chupitos. O escuchando historias de carretera. Historias que no tenían fin, e historias que empezábamos a tener nosotras también.

5 comentarios:

  1. amor de mi vida!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! precioso quiero mas momentos poynter pero sobre todo como puede ser tan cuqui jones??¿?¿?¿

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  2. este es el mejor fic que he leido ;) no loc ambio por nada

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  3. Raquel, no se como lo has hecho pero me he enganchado rapidísimo a tu fic. Guau, de verdad. Me encanta como escribes *-*
    No puedo escribir mucho desde el iPod así que cuando subas mas, te pondré unos pedazos comentarios... Vamos, los que te mereces por este increíble fic.
    Si no es mucha molestia, cada vez que subas, me puedes avisar? Es que no tengo blog y no tengo ni la menor idea de cuando subes. Bueno, pasatelo genial en UK :3
    Un beso, @beamcfly

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  4. Hola! Me encanta tu fic! Es increíble! Espero que no tardes mucho en colgar el próximo capítulo, porque estoy super enganchada! Saludos!

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  5. Este también lo leí, pero no pasa nada.... Vuelvo a leerlo, xd ME ENCAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANTA

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