miércoles, 28 de marzo de 2012

Capítulo 12


La estancia en Madrid duro menos de lo que necesitaba, intentaba encontrar motivos por lo que volver, motivos por los que me ilusionara, pero no encontraba nada lo suficientemente fuerte como para que me mantuviera a flote.

Una de esas mañanas que pasé en casa Bárbara encontró por mi esa razón por la que luchar, por la que volver a Londres. Kate.

Había escuchado el cd con sus canciones y se preguntaba que había pasado conmigo, porque no había hecho algo por esa chica. Estaban tan concentrada en él, en no caer devastada que había dejado a un lado cosas que en otros momentos de mi vida hubiera luchado con uñas y dientes.

Pero ahí estaba Bárbara, como muchas otras veces, dándome empujones para que despertase, recogiendo los trocitos que perdía por el camino.

La vuelta a Londres fue dura, me fui de esa casa huyendo de lo que había pasado esa noche, sin pararme a pensar nada, solo cogí una maleta y metí lo primero que encontré. Dejando de lado todo, volviendo a guardarlo en cajas como ya había hecho meses atrás cuando pasé el verano en Nueva York.

Pero era hora de avanzar, de coger todo el dolor y meterlo en la lavadora junto con esas sabanas impregnadas de olor a todo y a nada, a sonrisas convertidas en lágrimas. No recuerdo cuantas lavadoras puse, pero si recuerdo el dolor de brazos de tanto tender. Cambié los muebles de sitio, guardé lo que me recordaba a él, lo que dolía de él y comencé una nueva etapa, un nuevo capitulo en mi vida, me centré en hacer algo bueno por Kate, por su música, por conseguirla esa oportunidad de cambiar la vida de alguien con sus canciones. Como hicieron tantas y tantas canciones a lo largo de mi vida.

La semana siguiente la pasé colgada al teléfono, explotando posibilidades y viendo como podría ayudar. Entre llamada y llamada recordé que había quedado con Nathan para hablar de mi nuevo trabajo. Así que me pasé por la discográfica.

Iba distraída por los pasillos, intentando no pensar, centrándome en lo que iba a depararme la reunión con Nathan. Llame a su puerta y al entrar grité al ver quien estaba en el despacho.

  •    Lucas, ¿qué haces aquí? – dije lanzándome a sus brazos.
  •    Española tenia que ser. – dijo Lucas devolviéndome el abrazo y en tono divertido.

Reí con él. Le había echado de menos. Sentí que todo podía ser posible con Lucas allí, como si la carrera de Kate estuviera más cerca. Era el momento de hablarles de ella, aunque más que hablarles de ella debía mostrársela.

  •    Nathan, sobre mi nuevo trabajo, creo que he encontrado yo uno perfecto para mí.

Lucas me miró asustado y divertido en la misma medida.
  •    ¿Quieres ser cantante? – probó suerte.
  •    Si, yo cantante. No, pero se de uno que fliparía con una noticia así después de mi gran aversión a la fama. – dije con una sonrisa amarga.
  •    Entonces tiene un novio que tiene un grupo y quiere ser como Kurt Cobain. – probó Lucas esta vez.
  •    No creo que vuelva a salir con un músico nunca más. – confesé sin más. – Es algo mejor, ¿qué tenéis que hacer esta noche?

Salí de ese despacho sin ser consciente de que había forzado una reunión, una audición sin ni siquiera contar con la cantante.
Bajé corriendo a mi coche, respiré profundamente y llamé a Kate.
  •    Kate. – dije nerviosa.
  •    ¿Qué pasa Rach? ¿Ya has vuelto a Londres? – estaba animada.
  •    Si, volví ayer. ¿Tienes planes para esta noche?

Estaba acelerada, mil ideas corrían por mi cabeza y no tenia tiempo para asimilarlas todas. Llegué al bar de Joe a la hora del vermú, hora zulú española. Llamé exageradamente a la puerta, solo esperaba que Joe estuviera.
  •    Se que me has echado de menos en España, pero no hace falta que tires abajo el bar. – salió con su gran sonrisa ha abrirme.
  •    Joe, necesito usar el bar esta noche. – rogué.
  •    No abrimos los lunes, Rachel, deberías saberlo.
  •    Creo que hoy deberías hacer una excepción y hacer un favor a una gran amiga.

El camino se me hizo eterno, como si algo dentro de mí supiera que no era buena idea pasear por esos barrios. Pero debía ir, les necesitaba, necesitaba su ayuda y su consejo.

Llamé a la puerta y espere nerviosa por lo que podía haber al otro lado. Cuando abrió dije la primera tontería que me vino a la mente.
  •    OMG, Tom Fletcher. ¿Me puedes dar un autógrafo? – dije con voz de pito.
  •    No me lo puedo creer. ¿Qué haces tú por estos barrios? – y me dio un dulce abrazo.
  •    Ya sabes, lo típico que se dice, pasaba por aquí y se me ocurrió pasar a contaros una cosa muy emocionante.
  •    Pues adelante, nunca le cerraré la puerta a ninguna mujer que traiga cotilleos frescos. Además Dougie me puede matar si no te invito a pasar. Ese chico está muy preocupado por ti. ¿Tiene motivos?
  •    Ya sabes, la rubia es muy nenaza, y tranquilo, no pasa nada que no se pueda curar con cuantos chupitos de tequila.
  •    Que bien, vamos a tener un montón de canciones sobre el alcoholismo y rehabilitación en nuestro próximo disco. Esto huele a Brit.
  •    Que poco ambicioso, yo pensaría en un Grammy como mínimo.
  •    Ilusa, somos McFly, eso está por encima de nuestras posibilidades. – sonrió quitándole peso al asunto, aunque sabia que le dolía un poco esa verdad.

Entramos riendo en la cocina cuando Dougie nos vio. Al reconocerme tiró la lata de coca-cola que bebía.
  •    Doug amor, no soy ningún fantasma. – dije en tono jocoso.
  •    ¿Estás bien? – se acercó hasta mi y me abrazo como si fuera a romperme. – Siento lo que te dije la última vez que hablamos.

Se sentía arrepentido. Le alejé de mi he hice que me mirara a los ojos.
  •    Lo voy a decir hoy por última vez, y no quiero volver a ver que me miráis de este modo.
  •    ¿De que modo? – interrumpió Tom.
  •    Si, como si fuera a sentarme a llorar en una esquina. Voy a estar bien. Dougie quien ha decidido que se mude a su casa es él y no tú. Él es el que debería sentirse fatal y aun así está follando por las esquinas con esa furcia. Así que seamos felices y punto. Te prohíbo que te sientas mal por algo que ha hecho tu amigo.
  •    ¿Ha que habías venido? – cortó Tom. Cosa que agradecí de corazón.
  •    ¿Qué tal si me invitáis a almorzar y os lo cuento?

El día pasó mucho antes de lo que debería, había muchas cosas que hacer antes de esa noche.

Estaba nerviosa, no podía fallar nada o sino el futuro de Kate podía torcerse. Había preparado una actuación en menos de doce horas, aunque gracias a Dios tenía mucha ayuda.

Quedé con Kate a media tarde para trabajar en la actuación, he hice que Dougie y Tom se vinieran conmigo para dar su opinión profesional. Llamamos a los amigos, se twitteo a los fans de McFly e intentamos que hubiera mucha gente para apoyarla.

Las horas antes del concierto fueron horribles, llenas de tensión y nerviosismo. Aunque la cosa empeoró cuando Dougie me llevó al almacén.
­   Tengo que decirte algo, para que no te pille de sorpresa. – dijo poniéndose muy serio.

  •    ¿Qué pasa Doug? Me estas asustando.
  •    Sé que es duro, pero creo que para Kate es bueno. – y volvió a callarse.
  •    Arranca ya por favor, que me estas poniendo muy nerviosa.
  •    Va a venir Danny esta noche. – me agarro la mano.


No supe como reaccionar, no quería verle, era demasiado pronto. Todavía no había llegado a superar lo que había pasado esa noche. Y sin saber como, me descubrí hablando de más.
  •    Nos acostamos hace una semana.

La cara de Dougie se desencajó.
  •    ¿Perdona? ¿Cuándo os acostasteis dices?
  •    La noche que salimos, cuando me llevo a casa. Creía que después de eso todo cambiaria, aunque parece que el cambio fue que ella terminó mudándose a su casa. – dije demasiado rápido.
  •    Os acostasteis. Os acostasteis. – repitió de forma mecánica y con la mirada perdida.
  •    Si … - no pude decir nada más.
  •    Este tío es gilipollas, no entiendo a que está jugando. Tengo que ir a matarle, ¿pero no se da cuenta de que no va a ningún lado con ella? – su tono de voz subió mucho.

Caminó hacia la salido pero antes de que saliera por la puerta le agarré del brazo.
  •    Dougie, párate por favor.
  •    Déjame Rachel, alguien tiene que decirle que está equivocado.
  •    No Dougie, realmente no está equivocado, lo incorrecto fue acostarnos o pensar que Danny podría salir con alguien como yo. No soy su estilo de mujer, es mejor así. – en lo más profundo de mi corazón lo creía así y eso hizo que empezara a ver las cosas de otra manera.


Tuve que convencerle para que no hiciera nada que estropeara su relación con Danny, por mucho que le molestara, era su hermano, su amigo y compañero. Por mucho que deseara que se pusiera de mi parte y le matara, no era correcto.

Y eso fue lo que siempre me limitó, hacer lo correcto por las personas que me importaban, aunque no fuera lo mejor para mí.

La gente empezó a llenar el bar, parecía que habíamos conseguido hacer un buen trabajo. Alguna fan algo loca llegó también, pero Tom se ocupo de ellas y aprovecho para ligar al mismo tiempo.

No vi entrar a Danny, pero si le vi poco después sentado en la barra junto a Emma. Un sentimiento de odio se apoderó de mí y sin saber muy bien como, escribí a Adam para que viniera al concierto. No esperaba que fuera a venir, pero ya estaba cansada de sufrir y apiadarme de mi misma.

Si todo salía bien, después de esa noche, tendría un trabajo nuevo, más que eso, tendría el trabajo de mis sueños.

La actuación de Kate fue alucinante, cantó un montón de canciones suyas y también alguna cover. Fue una noche de sorpresas, incluido para mi.

  •    Me ha pedido Danny que te diga si te importa que cante una canción con Kate. Cree que la puede venir bien algo así. – hizo Dougie de recadero.
  •    Vale, por mi no hay problema. – era una idea genial.
  •    Entonces voy a avisarles. – y se alejó.
  •    Dougie. – le grité. – Diles que toquen Too Close.

Me sonrió con aprobación por la elección de canción y continuó su camino. La canción les quedó perfecta, las fans se emocionaron, la gente aplaudió y yo agradecí que no tocaran Not Alone.

La noche iba a mejor, la gente estaba encantada con ella y vi algo en los ojos de Lucas y Nathan que me gustó.

Cuando terminó el concierto la gente tardó poco en irse, era lunes, así que no me sorprendió. Lucas y Nathan  se acercaron a despedirse, quedamos a la mañana siguiente para hablar del tema.

Me senté en la barra a imaginar las cosas que podían cambiar, en sueños hechos realidad, metas por las que luchar y algo por lo que soñar. No me di cuenta de su presencia hasta que carraspeo para llamar mi atención.

  •    ¿Qué haces aquí? – estaba sorprendida.
  •    Pues creo que ver un concierto. Alguien me escribió y no andaba muy lejos, así que pensé que estaría bien acercarme. – dijo Adam sonriendo.

Me hizo sonreír a mi también.
  •    ¿Qué te ha parecido? – dije curiosa.
  •    Tiene una voz muy bonita ¿trabajas para ella?
  •    De momento no, aunque espero que a partir de mañana las cosas cambien. – lo deseaba con toda mi alma.
  •    Bueno, entonces tendremos que celebrarlo.
  •    ¿Cómo vamos a celebrar algo que ni siquiera se si pasará? Eso seria gafarlo.
  •    Entonces lo celebraremos el viernes, con una cena. – propuso muy convencido de si mismo.

Medité unos segundos la idea, no estaba segura de nada.
  •    ¿Me acompañas al coche y así te doy tiempo para que te inventes una buena excusa? – propuso Adam ante mi silencio.

Era demasiado listo y directo, eso me encantaba en los hombres.
  •    No es eso. – dije mientras andábamos hasta la calle. – Es que no se si es buena idea.
  •    Pero eso no lo sabrás hasta que no lo pruebes ¿no crees? – también tenia razón en eso.
  •    Vale, pero lo dejaremos en manos del destino.
  •    Sabes que esto ya es cosa del destino ¿verdad? – dijo manteniendo su mirada.
  •    Bueno, ahora parece que todo es cosa del destino, Serendipity ha hecho mucho mal a la sociedad.
  •    ¿Entonces que propones? – no iba a aceptar un no.
  •    Llámame el jueves, si hay algo que celebrar cenaremos, sino tomaremos ello como una señal de que no debemos volver a vernos. – puse mis ideas sobre la mesa.
  •    Solo acepto parte de lo que has dicho, pero no prometo eso de no volver a vernos, no soy el tipo de hombre que acepta lo que le dicen las fuerzas cósmicas.
  •    Bueno tendremos que esperar hasta el jueves para salir de dudas. – dije con una sonrisa. Me divertía por primera vez en la última semana.
  •    Bueno y por si el destino nos separa para siempre – me agarró suavemente la cara y me besó lentamente durante unos segundos. – ha sido un placer conocerte.

Me quedé paralizada, no me esperaba nada parecido. Le vi marcharse en su coche y apenas pude decirle adiós con la mano. De forma automática me encaminé hacia el bar de nuevo pero una voz interrumpió mi camino.

  •    Interesante ¿nuevo novio? – parecía molesto.
  •    Creo que has perdido el derecho de hablar conmigo o sobre mi. – dije dándome la vuelta.

Al verle se me paró el corazón, era la primera vez que nos veíamos y hablábamos desde que nos acostamos. Era como mirar a la realidad a la cara, él volvía a ganar y yo a tener el corazón destrozado.
  •    ¿Qué tal Emma? ¿Sabe lo que pasó la otra noche entre nosotros? ¿Por eso se ha mudado contigo, para controlarte cuando entras y sales? – dije duramente.

La rabia empezó a inundar la cara de Danny.
  •    No hay nada que contar, fue un error, estaba demasiado borracho. – esas palabras volvieron a destrozarme, aun más, si algo así era posible.
  •    Pues ya que soy un error de borrachera no vuelva a hablarme jamás en tu puñetera vida grandísimo hijo de puta. – me acerqué y le di un pequeño empujón. – Haz como si no me conocieras y disfruta de tu nueva vida. Pero que no se te olvide, ella nunca seré yo.

Me di la vuelta y me dirigí de nuevo al bar. Pero no llegue muy lejos, sus palabras me hicieron detenerme.
  •    Gracias a Dios no lo es. – dijo casi en un susurro.

Estaba tan enfadada con él en ese momento y conmigo por haber consentido estos últimos meses que actué sin pensar. Volví en su dirección y le solté un bofetón. Suspiré y le miré a los ojos con odio y decepción.
  •    Uff, con esto me has ahorrado una semana de tirar dardos a tu foto. – y volví hacia el bar.

En el camino de vuelta me crucé con Emma, que parecía haber visto el bofetón. Se encaminó pidiendo explicaciones, aunque no le di la oportunidad de hablar.
  •    Me ha tocado el culo, yo le metería en cintura. Pero vamos, no es mi novio. – dije sin detenerme.

Por primera vez en meses me sentí liberada, como si al fin pudiera cerrar el capitulo y empezar de nuevo, un nuevo capitulo. 

9 comentarios:

  1. me ha encantado yo quiero ver que Danny sufra tanto como Rachel me encanta espero el proximo

    ResponderEliminar
  2. aaaaaaaaahhhh fuck! me dieron ganas de llorar! tengo una rabia y felicidad! es como fhdjsghsdjhdj si eso me pasara lo mato, le doy con un bat hasta matarlo. (ok, tanto no)
    Me encanto! no pense que subirias tan pronto, me alegra muchisimoooo!
    Un beeeeso rach (:

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que es verdad eso que dicen del cerebro del pecoso... No debe tener nada dentro o no haría lo que está haciendo. Vale que no quiera nada con Raquel (que ni él se lo cree) Pero que trate así a una persona que ha estado a su lado y le ha dado tanto cariño y fuerza, que no lo entiendo. Y porque es el pecoso y tiene una voz preciosa, pero ya te digo que no se merece ni el bofetón, ni un hola ni nada. No puedes tratar así a una persona por muy idiota que seas...

    Ya dejo la ficción y vuelvo a la realidad xD

    En serio Rach, eres genialosa y escribes genialosamente bien. Además, es una forma muy bonita de conocerte mejor, ya que no puedo verte mucho... Con esta historia te he conocido un poquito más y sigo pensando que eres una persona maravillosa, que lucha por sus sueños y que lo da todo por la gente que quiere. Y eso es lo más importante en esta vida. Y sí, sé que todo lo que te digo suena cursi, pero ha ocurrido algo en mi vida que me ha hecho valorar más a las personas que tengo a mi alrededor, aunque estén a kilómetros de distancia. No es una semana nada buena, y leer un capítulo nuevo, y ver esa amistad de Raquel con Doug y Tom o con sus amigas me hace sonreír y me hace pensar que la vida vale la pena aunque haya injusticias.

    Y después de toda la parrafada, te vuelvo a dar las gracias (qué pesada soy) por haberte cruzado en mi camino y por haber escrito esta historia.

    En menos de 1 mes nos vemos :) Sé feliz!

    Un beso queso!

    PD: me gusta Adam.... grrrrrrrrr

    ResponderEliminar
  4. Como me encanta tú fic. Quiero que Daniel sufra como está sufriendo Rachel. Asdfghj espero que subas pronto! Xx

    ResponderEliminar
  5. Por dios qué le ha pasado a Danny para que la trate así!! quiero que vuelva el danny cariñoso, me da lastima Rachel. Bue, igual ahora esta Adam!! veremos lo que pasa...

    Espero ansiosa el próximo capítulo...saludos!! :)

    ResponderEliminar
  6. Oh Dios!!! Anoche no pude leerlo porque acabé muy tarde pero me he puesto ahora y... no podía parar!!! Deberías subir capítulo muy pronto, no vaya a ser que sufra una aneurisma cerebral y luego te acompañe la culpa hasta el fin de tus días. Just saying xD Sigue así guapa! Es perfecta!!! ^^ Muaaaaakkkkk!!!!

    ResponderEliminar
  7. De @Miri8717:

    AHHHHHHHHHHHHH, NOOOOOOOOOOO. Se suponía que tenían que estar juntos ya!!!!! (aunque confieso que luego me he puesto a pensar que prefiero que alargues esta agonía para que cuando al fin estén together me pueda morir de amor ;-P)(si, soy masoca) (y si, me encanta serlo)

    Danny, eres GILIPOLLAS.
    Dougie, eres un AMOR.
    Tom, puede que nunca ganeis un Grammy pero haceis felices a mucha gente. Sois únicos.
    Harry, ¿eh? ¿estoooo? (¿Qué es de Harry?)

    Me ha encantado todo el capi, como siempre, y me apunto para matar a la zorra esa de la Emma en cuanto organices la partida de caza.
    Un error de borrachera??? De verdad, esto me ha destrozado... Espero que el error de borrachera fuera pedirle a la otra pava que se fuera a vivir con él y no acostarse con Raquel. Que nadie le ha echado polvos como ella. JUM. (Aún tengo fe en Danny)

    SUBE PRONTOOOO

    ResponderEliminar
  8. GU-AU.
    No sé que decirte.
    Nos comemos a Dougie sí, o sí.

    ResponderEliminar
  9. Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


    Madr emiaaaaaaaaaaaaaaaaa, madre mia, madre miaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

    Creo que no tengo palabras... Quiero más pelea, si señor, XD

    Me encanta *-*

    ResponderEliminar