miércoles, 11 de abril de 2012

Capítulo 13


Los meses siguientes fueron una locura, no recuerdo haber trabajado tanto nunca en mi vida. Después de esa noche, a la mañana siguiente, me reuní con Lucas y Nathan. Las noticias fueron fabulosas. Lucas quería trabajar con Kate y grabar un cd en USA.

Kate estaba muy agradecida y nos invito a Tom, Dougie y a mi a cenar para celebrarlo. Kate y Dougie celebraron de más esa noche y terminaron en la cama, aunque después de unas cuantas celebraciones privadas la cosa terminó.

Todo coincidió con el traslado de Mery a Inglaterra tras encontrar trabajo en un laboratorio de un pueblecito de la costa, a un par de horas de Londres. También tuvo lugar al mismo tiempo la adquisición de un coche por parte de Dougie. ¿Casualidad?

Un par de meses después de eso comenzaron a salir formalmente. Aunque siempre pensamos que todo empezó con la compra del coche.

No solo celebré con ellos el nuevo trabajo, Adam llamó ese jueves como había prometido. Siguió utilizando la excusa del destino, argumento totalmente valido para mi, ya que siempre creí en el. Aunque no estaba nada segura de que esa relación tuviera que ver con dicha cosa. Pero era lo que necesitaba después de tanto tiempo hundida.

Adam me hizo sonreír de nuevo, salíamos de vez en cuando a cenar y me trataba como una princesa. Me llevaba en coche a todos lados, me abría las puertas, me regalaba flores y joyas. Lo planeaba todo, controlaba todos los detalles posibles. Íbamos al cine, al teatro. Viajábamos por Inglaterra. Todo era serio y profundo.

Aunque no tenía demasiado tiempo para plantearme nuestra relación, no tenía tiempo más que para Kate. Sobre todo en los meses en los que estuvo en Londres, aunque la distancio lo complico todo mucho más. Tenía que terminar la carrera antes de irme a US, así que Kate viajó un par de meses antes.

Si os preguntáis por McFly, bueno, a Danny casi no le vi en esos meses. Únicamente en algún evento publico o alguna fiesta imposible de eludir, pero intentábamos no cruzarnos lo más mínimo. En cambio a los otros tres les veía con cierta frecuencia. Entre mis nuevos hobbies se encontraba el futbol inglés, así que cada vez que había un buen partido en Londres llamaba a Harry y me unía a sus amigos.

Dougie no me dejaba alejarme mucho, una vez a la semana cenábamos en mi casa. Comida china en cantidades industriales y buenas sesiones de cine. Sentía que era su deber cuidarme, y eso lo agradeceré siempre.

Fueron un gran apoyo para Kate, sobre todo Tom que se metió de lleno en la composición de las canciones.

Las chicas viajaron un par de veces a verme. Bárbara seguía con la carrera y de flor en flor. Siempre fue un espíritu libre.

Cris decidió finalmente que no podía seguir en casa y se mudó a Madrid. Se matriculó en criminología, su sueño hecho realidad.

Laura se mudó a Praga en enero, para trabajar en uno de los mejores hoteles de la ciudad. Conoció a un australiano alto y con ojos claros que fue la comidilla de todas durante un buen tiempo, era tan sexy ese chico.
Todo parecía estar encalma, aunque no duró demasiado. La primavera no ayudó a ello.

Me desperté sobresaltada sin saber muy bien el porque. No recordaba nada de lo que había soñado pero tenia una sensación extraña en el corazón, como si algo se avecinara.

Miré a Adam que dormía a mi lado. Tenía el semblante serio, pero dormía relajado. Todavía no entendía como siempre terminábamos en su piso. Espontaneidad no era una palabra que describiera nuestra relación. Tenía que pensar en algo o estaba abocada al fracaso.

Me levanté y me preparé para ir a trabajar. Kate ya estaba en EEUU, había ido a grabar el cd y luego se vería si volvía a Londres o no. Todavía no había decidido cuando me incorporaría al trabajo allí, de momento no era necesaria, así que seguía trabajando desde Londres. Semanalmente o incluso más, hablábamos por Skype para ponernos al día. Me ponía canciones, me tocaba la guitarra y me contaba como iba la grabación.

Salí de casa de Adam sin despedirme, no quise despertarle, seguía con una sensación extraña en el pecho, no quería descubrir cual era el motivo, si él lo era.

Me encaminé hacia la discográfica, cogí el coche y puse música tranquila. Cuando el sonido estridente de mi móvil me sobresalto, no recordaba que tenia esa melodía, hacía mucho tiempo que no sonaba. En el último mes habíamos tenido más relación, nos parábamos cuando nos veíamos y nos contábamos que tal estábamos. Pequeños acercamientos sin demasiado avance. Pero el tono de llamada me hizo sonreír y contesté como si fuera mi mejor colega.

  •    Buenos días Jones. ¿A qué se debe el placer de su llamada? – dije riendo.
  •    Buena canción tu tono de llamada. Es fácil hacerte reír. – dijo Danny al otro lado.
  •    No recordaba que tuviera puesto ese tono de llamada, casi me da un infarto. – y recordé el momento en el que me cambió la canción.

Nos quedamos en silencio unos segundos. Un silencio duro y doloroso al recordar esa noche.
  •    Bueno me has llamado tu ¿Qué quieres? – dije  mucho más seria.
  •    Si, era a ver si me podías ayudar. ¿Recuerdas el restaurante encima del rio en el que cenamos la noche que empezamos a salir? – mi tono se le contagió.

Medité unos segundos sin saber muy bien porque me llamaba para algo así.
  •    Claro ¿por? – no entendía la llamada.
  •    Es que quería llevar a Emma esta noche y no recuerdo en nombre. – dijo perdiendo fuerza a lo largo de la frase.
  •    ¿Vas a llevarla allí? – salió de mi boca sin pensar.

Mi pregunta le descolocó.
  •    Lo siento, no debería haberte llamado para esto. – dijo arrepentido.
  •    No te preocupes, si ya lo hemos superado. Ya ves, salimos con otras personas, hemos pasado página. ¿Por qué iba a molestarme? – no me creía ni yo mis propias palabras. – Cuando llegue a la discográfica te hago una foto de la tarjeta que tengo y te la envío, que voy conduciendo. – dije sin convicción.
  •    No te preocupes, paso yo a por ella en un momento. Tengo reunión en la discográfica. ¿Vienes a la reunión? – dijo con un extraño tono de esperanza en su voz.

Vale que Danny no tenia fama de ser una mente brillante, pero esto no era normal.
  •    No, no voy a trabajar para vosotros de momento. Tengo mucho trabajo con Kate. – aunque ese fuera un motivo, no era el más importante.
  •    Vale, bueno pues me paso luego a por la tarjeta. – estaba totalmente descolocado.
  •    De acuerdo. Que tengas un buen día.
  •    Igualmente. – y colgó sin más.

Estuve toda la mañana dándole vueltas al porque de la llamada, a ese tono de normalidad después de todo lo que había pasado y después de estar tantos meses sin casi hablarnos.

Me levanté a por una taza de café y cuando volví a mi mesa tenia un email de Adam.

No hagas planes para esta noche, tengo una sorpresa. Te recojo en casa las 8. Ponte guapa.
Xx Adam.

Me hizo sonreír y mi mente empezó a pensar que podría ser la sorpresa.

Tras dejar cerrados un montón de detalles, llamé a Kate para contárselos. Mientras hablábamos apareció Danny. Llamó al marco de la puerta y esperó a que le mirara. Preguntó sin hablar si era un buen momento.
  •    Un segundo Kate, que está aquí Danny que necesita una cosa. – dije mientras le hacia entrar.
  •    Vaya, el señor Danny Jones. – dijo Kate con tono de burla.

Danny entró y se puso detrás de mí para que Kate pudiera verle.
  •    Señorita Kate, un día de estos tendrás que explicarme porque has rechazado ser nuestra telonera. – dijo Jones con desaprobación.
  •    Ya sabes, cosas de negocios. Además me encanta América.
  •    Espera un momento ¿Qué has rechazado que? – pregunté incrédula.
  •    ¿No sabías nada? – dijo Danny sorprendido.
  •    No, parce que Kate y yo tenemos mucho de que hablar. – dije molesta.
  •    Bueno, entonces os dejo. – dijo separándose ante mi enfado. – Gracias por la tarjeta. – y deposito un beso sobre mi mejilla.

No tardó nada en salir de la habitación.
  •    ¿Cómo no me habías contado eso?
  •    Escúchame antes de que te de un ataque. Hay varios motivos, primero es que me encanta US y tengo un par de grupos que me quieren. Las giras aquí son más larga, ya sabes. Y segundo es que quiero que te vengas de gira conmigo y no voy a hacer que tengas que ir con ellos también.
  •    No me gusta la segunda razón. Trabajo para ti, por así decirlo. Tienes que mirar lo mejor para tu carrera, sin tener en cuenta mis relaciones personales con otros músicos. – dije preocupada.
  •    Vale, como has dicho, trabajas para mí, así que yo decido. Tranquila que haré lo mejor para mi, pero si además podemos ahorrarnos sufrimiento pues mejor.
  •    Bueno, pero que conste que ya he superando esa etapa. – dije seria.
  •    Claro que si, ha quedado totalmente claro cuando te ha besado en la mejilla. – dijo Kate desafiante.
  •    ¿Podemos seguir con el trabajo por favor? – no quería hablar de ese tema ni en ese momento ni nunca más.

Así pasó el día. Sin parar de trabajar, cosa que agradecí ya que cada vez que me tomaba un descanso volvía a mi mente. Esa primera cita, esa naturalidad, la espontaneidad. Hacia mucho tiempo que no disfrutaba de algo así, de esa locura que se supone que debe de haber.

“No es justo” – pensé. Me obligue a dejar de pensar en el tema, tenía que volver a casa y prepararme para la sorpresa de Adam.

Cuando llegue a casa encontré un precioso vestido rojo sobre la cama. Sencillo y elegante, con unos zapatos a juego. Era precioso y parecía tan caro. Absurdo gastar tanto dinero en un vestido, pero no tenia fuerzas para discutir con nadie y menos por dinero. Y a decir verdad era tan bonito.

Mi cerebro siguió trabajando de más ese día, pero esta vez pensando sobre la sorpresa que tendría Adam, sobre que habría preparado.

A las 20h, puntual como un reloj, Adam llamó a mi puerta. Traía una rosa blanca. Me sonrió y se acercó a darme un beso en la mejilla. Como siempre hacia.
  •    Buenas noches. – dije sonriendo.
  •    ¿Estás lista? – me preguntó tendiéndome la mano.

Yo la acepté y bajamos hasta la calle. Intenté poner la música pero me paró.
  •    Ya sabes que no voy del todo concentrado si pones esa música que te gusta. – dijo dedicándome una sonrisa.
  •    No entiendo como puedes vivir casi sin música. – dije algo decaída.
  •    Y yo no puede creer todavía porque es tan importante para ti. – de verdad no me entendía.
  •    Supongo que la música me ha dado demasiadas cosas. He vivido y sobrevivido gracias a ella. La música es un arte. – dije con ilusión en los ojos.

Llegamos al restaurante poco después. Se me iluminaron los ojos al verlo, era precioso. Algo antiguo y no muy recargado. Tranquilo e intimo. Además olía de maravilla. Nos sentaron en una mesa apartada. Cenamos a la luz de las velas, hablando de negocios, cine y viajes. Con el postre trajeron una botella de champan, cosa que me extraño, ya que Adam solo tomaba cuando había algo que celebrar.
  •    ¿Qué es lo que celebraos? – pregunté curiosa.
  •    Bueno, en principio una cosa, aunque después del postre espero celebrar dos. – respondió mirándome a los ojos.
  •    Dios, me tienes intrigada, ¿qué es lo primero que celebramos? – no podía más de la curiosidad.
  •    Estás delante del nuevo director internacional en Inglaterra. Ahora dirijo el área financiera de todo el país. – dijo orgullo de si mismo.
  •    Dios, no me lo puedo creer, enhorabuena. Es genial. Por tu ascenso. – dije levantando la copa para brindar.

Chocaron haciendo un corto tintineo.
  •    Pero no solo quería celebrar esto. El amento supone una estabilidad, un sueldo mayor. Es una señal para que empiece a sentar la cabeza y me gustaría que lo hicieras conmigo. Que lo hiciéramos juntos. – sacó una pequeña caja del bolsillo y lo puso sobre la mesa.

Cuando abrió la cajita y pude ver lo que contenía no me lo podía creer. Era el pedrusco más grande del mundo, nunca había visto una cosa así. Seguramente no lo fuera, pero me quedé en estado de shock.
  •    ¿Quieres casarte conmigo? – dijo sonriendo mientras me acercaba el anillo.

No me podía estar proponiendo matrimonio, no era posible. No estaba pasando. Había comprado un diamante enorme. Me había quedado helada, no sabia como reacciona. Y sin saber porque la respuesta vino a mi, en los ojos de Danny. Diciendo que no lo hiciera que no era el momento, que no era el adecuado.

Y en ese momento le odié como nunca había hecho. Le odie por no poder decirle que si a Adam. Por no ser él el que me lo propusiera. Danny nunca me hubiera comprado un diamante.

Adam me miraba expectante, esperando una respuesta.
  •    Lo siento mucho Adam, pero no puedo aceptar el anillo. No me gustan los diamantes. – me excusé.
  •    ¿No te gusta el anillo? – preguntó defraudado.
  •    El anillo es precioso, me encanta. Pero no podría llevarlo puesto, al mirarlo solo vería pobreza y muerte. No puedo ver eso en mi anillo de compromiso. Además no creo que pueda casarme contigo. Te quiero muchísimo Adam, pero…
  •    No soy él. – estaba decepcionado.

Millones de imágenes llegaron a mi mente en ese momento. Risas, abrazos, caricias. Quería volver a sentir esas cosas otra vez, y con Adam las cosas eran serias, demasiado serias.
  •    Es cierto, no eres él. Pero no es por él por lo que no puedo casarme contigo. Cuando llegue el momento de casarme será con alguien que consiga hacerme sentir, hacerme estremecer como Danny lo hizo en su día.
  •    Cosa que yo no he conseguido. – dijo con algo de dolor en la mirada.
  •    Lo siento. – dije con lagrimas en los ojos. – no quise hacerte daño en ningún momento.
  •    Lo se. En el fondo sabía que esto no iba a durar para siempre. Pero tenia que jugármela. – dijo con una sonrisa triste.

Se la devolví y le pasé el anillo por encima de la mesa.
  •    Guárdalo para la adecuada, es un anillo precioso. Tu mujer ideal sabrá apreciarlo. – dije creyendo mis palabras.

Me cogió de la mano y me dio un beso en ella. Me acercó a casa y nos despedimos con un abrazo.

Conscientes de que no volveríamos a vernos. Al menos no en mucho tiempo.
Cuando entré en casa y cerré la puerta no podía creer lo que acababa de vivir. No podía seguir así, intentando rehacer mi vida, sintiendo su sombra sobre mis hombros. Pensando que podría haber pasado si no hubiera ido a Nueva York ese verano, creyendo en cuentos de príncipes y princesas.

Tenía que salir de Londres, salir y a poder ser no volver nunca. Tenía que avanzar y la única forma era volver a dejar mi vida de lado y comenzar una nueva en otro país, en otra ciudad.

Me quité el vestido y me puse algo cómodo. Cogí una maleta y metí unas cuantas cosas básicas. Algo de ropa, elementos de aseo y la guitarra.

Lo metí todo en el maletero y me monté en el coche, no sabia donde ir, aunque si sabia lo que tenia que hacer antes de desaparecer. Me encamine hacia casa de Danny, muy enfadada para reflexionar sobre el tema. Podría complicar mucho las cosas.

Aparque delante de la puerta de su casa, entré y comencé a aporrear la puerta de entrada. Emma abrió, con una extraña sonrisa que se desvaneció nada más verme.
  •    No son horas de venir de visita. – no le gustaba mi presencia allí.
  •    Estupendo maja, dile a Daniel que estoy aquí.
  •    No creo que vengas a mi casa exigiendo nada.
  •    Vaya princesa, creo que tienes un poco de lio en esa cabecita tuya. Es su casa y si eres tan amable de llamarle te lo agradecería enormemente.
  •    ¿Y sino? – me dijo con prepotencia, creyéndose la dueña de la situación.
  •    Le llamo yo. DANIEL SAL AHORA MISMO. – grité desde la calle. – No quería llegar a esto, pero no me has dejado alternativa.
  •    ¿Qué es lo que pasa aquí? – dijo Danny asustado al verme.
  •    Tu ex está loca. – dijo abrazándole por la cintura.
  •    Por eso me dejó. Ahora morena si nos permites, tengo que gritarle unas cuantas cosas en privado.

Emma me miró poco convencida y luego miró a Danny que intentaba descifrar mi mirada.
  •    Cariño, déjanos un momento solos. Todo está bien, solo la gusta exagerar, quiere ser la reina del drama.

Emma acepto sus palabras y entró.
  •    ¿Qué coño te pasa Rach? No puedes venir a mi casa así a estas horas.
  •    Primero de todo, odio que me llames Rachel. No me llames así, estoy hasta los huevos de ti y tus nombres para alejarme.
  •    No creo que solo vengas para decirme que no te gusta que te llame Rachel. – no entendía nada, estaba perdido.
  •    Claro que no Dan, vengo a despedirme. Me voy y no es probable que vuelva nunca. Vamos lo que creo es que no vamos a volver a vernos. – tenía tanta rabia y dolor dentro de mi.
  •    ¿A dónde cojones te vas? ¿Qué ha pasado? – intentaba llegar a entender mi visita y esta despedida.
  •    Paste tu, Jones, tu. Pasó que me dejaste, me destrozaste y no puedo superarlo en esta ciudad, sintiéndote a cada paso que doy.
  •    Según tus propias palabras de esta mañana, estaba todo superado, somos felices con nuevos novios. Nueva vida. ¿Qué va a pasar con Adam si te vas? – cada vez estaba más asustado.
  •    Ah eso, ya, puede que te mintiera. Quizás no te haya olvidado. – dije subiendo el tono. – Pero no me voy a quedar aquí más tiempo viendo como rehaces tu vida con una morena superficial, pija y estúpida que la gusta más tu fama que tu como persona. Sobre Adam me ha propuesto matrimonio, esta noche, con un anillo de diamantes. Un enorme y maravilloso pedrusco. – casi no podía respirar, me faltaba el aire a cada palabra que salía por mi boca.
  •    ¿Te ha propuesto matrimonio? – dijo con tristeza. – Un diamante, puto rico pringado. Sabes, creo que Adam no te conviene, es un poco estirado para ti. Si te ha regalado un diamante es que no te conoce ni un poco. Espero que tu respuesta haya sido un no. ¿Verdad? – su tono pasó de tristeza a indignación. 

Pero su tono de enfado solo hizo que yo me enfadara más.
  •    Eres subnormal, más que eso. Dios mio no sabes cuanto te odio en este momento Daniel. ¿Sabes lo que me vino a la cabeza cuando me dio el anillo? Tus putos ojos, me acordé de ti. Tu tenias que ser el, teníamos que estar juntos. Esta tendría que ser mi casa y la petición de matrimonio sería con un diamante tatuado en tu brazo en vez de una puta piedra en mi dedo. – empezaba a hiperventilar.
  •    Tranquilízate, estas muy nervioso. – dijo preocupado.
  •    Claro que estoy muy nerviosa, no sabes lo que he sentido hoy cuando me has dicho que la ibas a llevar a ese restaurante. – después de tanto tiempo sin expresar con palabras todo ese dolor que sentía. – Era nuestro restaurante, donde salimos a celebrar nuestro romance publico. No puedo soportar imaginarte con ella haciendo las cosas que hacíamos juntos. Cenas, viajes, comidas encima del coche viendo las estrellas. Incluso llevándola a la casa de la montaña. – dije dolida.

La cara de Danny cambió, cambió la preocupación por la decepción. No le había gustado nada lo que acababa de decir.
  •    Ese día te prometí que esa sería nuestra casa, solo nuestra. Para siempre. – dijo con más dolor de lo que esperaba.
  •    Ya bueno, también prometiste que nos casaríamos allí y que no me dejarías, que si te entregaba mi corazón lo cuidarías y veo que esas palabras se las llevó el viento.
  •    Estoy cansado de ser el malo, que me mires a los ojos y que solo vea reproches y dolor. Que los chicos se preocupen más por tu dolor que por el mio. Te recuerdo que la que se fue a Nueva York fuiste tú y no te importó lo que yo sentí en ese momento.
  •    Claro que no, tenías que haber confiando en mí, en que volvería después del verano. Tenias que haber confiado en lo nuestro. – siempre le reprocharía eso.
  •    Te equivocas, yo si confiaba en ti. Eras the one, eras la elegida, siempre sentí que tenías que ser tú. – era la primera vez que hablábamos de esa pelea.
  •    Pues vaya Danny, me vendiste muy rápido, al a primera adversidad me dejaste marchar, para ser la elegida tardaste poco en dejarme ir.
  •    No sabes, no te puedes imaginar lo que sentí dentro de mi corazón cuando te marchaste. Aunque fue aun peor verte volver a mi vida sin estar a mi lado.

Esto no era justo, no valía, ahora no.
  •    No hace falta que me mientas a estas alturas Danny, te puedo asegurar que se lo que duele algo así. Estuve un mes en shock intentado asimilarlo. Y la vuelta a casa fue igual o peor. Pero sabes si fuera verdad todo eso que ahora dices, después de lo que paso en Londres esa noche… después de eso podríamos haberlo arreglado todo. Pero volviste a los brazos de Emma sin ni siquiera hablar conmigo del tema.
  •    Eso… - eligió bien sus palabras, parecía molesto. – Ahí si que no tienes ni puta idea. Yo iba a dejar a Emma esa noche, pero te vi con Adam, esa misma noche saliste con él. Estabas feliz, hacia semanas que no te veía sonreír de ese modo. Lo peor de ese viaje fue verte sufrir, ver esa tristeza en tus ojos. Yo tenia la culpa y no podía seguir sintiéndome así de culpable.

No podía creer lo que me estaba diciendo, había vuelto con Emma por esa cena, esa maldita cena en la que no dejé de pensar en el en ningún momento.
  •    Este es el claro ejemplo de que las primeras impresiones engañan. Esa cena con Adam era una deuda por dejarnos el Hard Rock para el meet. Él iba a pagar más y nos íbamos a quedar tirados, era lo que tenia que hacer para mantener y hacer bien mi trabajo. Y si estaba tan contenta era por ti. Te había echado tanto de menos, no te lo puedes creer. Tus besos, tus abrazos, poder salir y reírme a tu lado. Por eso me viste así, deberías haberlo sabido, deberías saber que él único que podía hacerme feliz eras tu. Pero supongo que eso se acabó. – dije sabiendo que ya no había vuelta atrás, que esta era nuestra despedida.
  •    Esto no puede ser el final, no puedes dejarme solo. No puedes irte. – suplico.
  •    Claro que si, es lo justo. Tú me dejaste sola, rota y sola. Ahora me toca a mi irme para poder reconstruirme del todo. Aunque me destroce irme debo irme, es la única forma de sobrevivir. Lo siento. – las lágrimas corrían por mis mejillas. No quería irme, quería quedarme a su lado para siempre.
  •    No se que decirte, no puedo dejarte ir.
  •    Supongo que si de verdad quisieras que me quedara sabrías que decir. Dime que me deseas lo mejor y que todo me irá bien. – intenté contener mis lágrimas, nunca creo que haya hecho algo tan duro como decirle adiós.
  •    Todo te irá bien princesa, tienes algo tan grande en ti, algo que no puedo explicar. – contenía las lágrimas y sentía que intentaba mantener las distancias.
  •    Gracias. – dije en un sollozo mientras me acercaba a él.


Las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Me agarró la mano y con la otra limpió mi cara. Sus ojos estaban rotos. No podía dejar de mirarle. Quería quedarme, quería que me gritara que me quedara, que luchara por mi, que me pidiera matrimonio. Cualquier cosa que hiciera que todo volviera a ser como antes, que hiciera que volviéramos a estar juntos.

Pero no iba a pasar. Me acerqué a sus labios lentamente y le besé con dolor. El no tardo en devolvérmelo. Una lágrima se deslizo por su mejilla y eso acentuó mi llanto. El beso trasmitía dolor, era nuestro fin.

Me separé lentamente y comencé a caminar hacia el coche.

  •    Cuídate mucho Danny Jones, no olvides dedicarme alguna canción del nuevo CD. Y deja a Emma, te mereces algo mejor.

Danny sonrió y dijo adiós con la mirada, la mirada más rota que nunca vi en esos preciosos ojos azules. 

11 comentarios:

  1. Me encanta!!
    Joder que triste la despedida... Danny tiene que espabilar y luchar por ella, por recuperarla, a ver que se le ocurre.
    En serio me encanta como escribes <3
    Sube pronto, un beso :)

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  2. Me has dejado sin palabras.... ¿Cómo va a ser un adiós? Te juro que estoy intentando pensar con claridad y dejarte un comentario guay... Pero es que no puedo!! Ese final ha sido doloroso incluso para mí! Ya sabía yo que había sido culpa de la cena con Adam... Pero es que el pecoso es demasiado tonto! ¿Cómo puede creer que después de esa noche Raquel se iba a ir con otro? Sin duda es tonto, muy tonto.

    Aaaaaaaaaaaaaaaah Doug y Mary!!!! Por fin!! Por lo menos ha habido algo bonito en el cap! Me he emocionado y todo cuando lo he leído! Ya podías haber contado algo más para sonreír un poco más! Aunque es verdad que la historia no va sobre ellos... Va de cierto pecoso al que al final le cortaré cierta cosa como no deje a la pija esa de una maldita vez ¬¬ Y espero que se curre la reconciliación, porque Raquel se merece lo mejor del mundo mundial!!

    Ay Rach, adoro leer tu fic. Me encanta, me encanta, me encanta! Aunque he de decir, que este capítulo junto al cap. en el Danny la deja, son los más tristes y en los que más he llorado... Pero, ¿qué es la vida sin drama?

    Y tienes toda la razón, yo tampoco llevaría un pedrusco de esos... Me gusta más la idea del tattoo o algo así de original!!!

    Aissss me ha gustado mucho peque! Aunque espero que en siguiente pase algo feliz joooo!

    Un beso queso! Y en 9 días te veo!! ^^ wiiiiii

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  3. De @Miri8717:

    Va a sonar a tópico pero no hay palabras para describir cómo me siento en este momento. Lo he vivido TAAAAAANTO que que que buah. Es que me quedo en blanco. En serio.

    Raquel, AMO ESTE FIC, AMO ESTA HISTORIA, AMO CÓMO ME HACE SENTIR (aunque a veces sea díficil de llevar).

    No tardes en subir, preciosaaa. Que esto no puede quedar asi. No DEBE quedar asi.

    Un besazo.

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  4. ahora mismo no se que decir...estoy es sock
    madre mía que capítulo, he estado en tensión todo el raro..pero bueno ha merecido la pena leer lo que has escrito porque me encanta la manera que tienes de escribir, la manera que tienes de plasmar los snetimientos cada palabra de los personajes, haces que me meta tanto en los personajes que lo vivo como si fuera yo la protagonista,cuando hay algo triste lo vivo y lloro y si hay algo alegre sonrío.
    Cada vez que veo que has subido capítulo me alegras el día.
    Amo este fic, nunca me cansaré de decirlo.
    espero que subas rápido porque estoy deseando leer el siguiente y a ver que pasa...a ver si danny lucha o no..

    besazoss

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  5. Por qué se va!!?? juro que no puedo creerlo todavía! no se como hace para resistirse a la mirada de Jones...

    Casi me hace llorar con este capítulo, quiero que vuelvan :(
    que sean felices de una vez por todas!

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  6. No quiero que se vaya!! :( Me hiciste llorar con este capitulo u.u Danny Jones es tonto. Espero que la sigas pronto! Cuidate Xx

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  7. Esperemos que el proximo capitulo sea el de ir al aeropuerto a buscarla y decirle que se quede y la quiere, por tu bien mas que nada! Xxx

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  8. Hace muchot tiempo que sigo tu fic y me encanta! No tengo excusa por no comentar antes.
    Pero profavor! no lo dejes asi!!!

    PS: he llorado mucho!

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  9. Primero de todo, perdón por la biblia que acabo de escribirte, lo acabo de releer y es largo (qué raro en mi, eh?xD)

    Sabes lo que es que me caiga una lágrima lentamente por la mejilla, un nudo en el estómago y tenga la piel de gallina por culpa de tu maravilloso capítulo??? pues eso has conseguido!!

    No he llorado a lágrima viva, esto era algo más doloroso, algo que no me esperaba (pero sí) y la impotencia de querer decirles a los dos: "PERO TONTOS!!QUÉ NO LO VEIS??OS QUEREIS A MORIRRR!!!!DEJAOS DE TONTERÍAS Y BESAOS YA!" ha hecho que me cayesen lágrimas de pena...(aún sabiendo el final de la historia)

    Me encanta Rach (la de la historia y tú xD), es tan auténtica y sincera que aún sabiendo que tiene un "futuro" con Adam (dinero asegurado para vivir confortablemente y un marido que la quiere) sabe que no es lo adecuado, que se haría tanto daño ella, y se lo haría también a él que no puede. Es genial!

    Danny??bueno, de Danny ya no se ni qué decir..él sabe que la quiere, TODOS LO SABEMOS, y aún así es tan cobarde que prefiere quedarse y jugar a lo seguro con Emma y eso me cabrea mucho, alguien tendría que ir y decirle: MAJO, QUIÉN NO ARRIESGA, NO GANA! pero bueno..pronto se dará cuenta, irá a buscarla a USA (o al aeropuerto) y le dirá lo mucho que la quiere (porque aunque ella lo sepa, siempre viene bien que lo digan en voz alta) y, con mucho cuidado de no joder las cosas de nuevo, volverán ^^. (y sino es así, espero que se parezca o, al menos, que sea tan bonito que no pueda ni encontrar palabras para describirlo, que aunque yo sé que la gente sufre, me chiflan los finales felices ^^)

    De la rubia nenaza y Mery..qué decir??que son tan majos y también tienen que haber pasado por tanto que se lo merecían.

    y el australiano de Laura qué???es que me lo imagino y buff!!yo también quiero conocer a uno de esos (crucemos los dedos,venga xD)

    Genial, como siempre, me va a dar mucha pena que lo acabes pero entiendo que sea el final, toda historia lo tiene y esta no iba a ser menos..igualmente, me lo releeré de nuevo..y me lo releeré..y así hasta el fin, porque me encanta!(yo sigo diciendo que habría que traducirlo al inglés y que la gente lo lea...porque lo vale! me ofrezco voluntaria aunque mi inglés es un poco mierda, todo sea por el fic)

    Muchas gracias por todo, por escribir como lo haces y hacer que mi vida sea un poco más feliz :)

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  10. Vale, estoy llorando, que ya sabes que sigo tu fic desde el principio y que me ha encantado el cpaitulo y por lo largo que ha sido.
    Que ahora toca cuando Danny la para antes de que entre en el coche y felices.
    Que me encanta todo, un beso (:

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  11. Intento contener las lágrimas pero es superior a mi. Que pena... T.T De verdad....

    No sé si aguantaré y ella aguantará otro viaje. Es imposible...

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