Me desperté sin saber exactamente donde estaba y como había
llegado hasta allí. Tardé menos de dos segundos en recodarlo todo, donde
estaba, como había llegado hasta allí y con quien lo había hecho.
Recordé el beso, las lágrimas, como se arregló y destrozó de
nuevo mi corazón, todo ello en menos de dos minutos. Solo él tenía la capacidad
de lograr algo así. Y me vinieron
imágenes del beso que le di, y del que él me devolvió, esta vez sin salir
corriendo. Como subimos corriendo las escaleras deseando volver a ser uno, como
lo fuimos tantas veces antes.
Recordé como olvidamos esos gritos, ese dolor, esa soledad
que, al menos yo, había sentido todo esos meses atrás. Y volvimos a compartir
esas sabanas, esas ganas de besarnos, de tocarnos, de sentirnos. Volvió a
recorrer por mi espalda toda esa electricidad que solo él sabía hacer, porque
al igual que al principio, volví a sentir que era él, volví a sentir que el
destino debía querernos juntos.
Pero esa mañana el ya no estaba allí y todo eso que creí esa
noche volvió a ponerse en duda. Encontré una nota encima de su almohada. Medité
un par de minutos antes de atreverme siquiera a tocarla. No estaba preparada
para volver a sufrir ese vacío de nuevo, y menos después de haberle sentido
dentro de nuevo. Pero tampoco podía mantener esta curiosidad, así que leí.
Mañana te llamo, lo
juro. Solo necesito solucionar ciertas cosas antes. No me arrepiento de nada de
lo que pasó anoche.
xxx Jack
Ese nombre. No escribió Danny, puso ese nombre, que
significaba tanto, que lo era todo. Sonreí, sonreí en ese momento y durante
todo el día.
Seguí durmiendo durante toda la mañana, almorcé y salí a
comprar algo de ropa para esa noche, aunque nada parecía adecuado para esa
cena.
A la hora exacta que Adam dijo que pasaría a buscarme, llamó
al timbre. A decir verdad estaba algo nerviosa. Adam era esa clase de hombre
que ya fuera por su belleza, por su mirada o por su semblante, hacía que la
gente a su alrededor se pusiera nerviosa. Y sobre mí también producía eso.
No subió a buscarme, me esperaba a los pies de la escalera.
Llevaba un traje gris, corbata y camisa rosa, aunque cada una tenía una
tonalidad distinta. Si, esto si era un hombre. No pude remediarlo y lo comparé
con Danny, en mi mente no había sitio para otra cosa que no fuera él. Me llevó
hasta la puerta del coche, me la sostuvo y espero a que entrara. Y yo seguía
pensando en que pasara el tiempo rápidamente para que llegara cuanto antes la
mañana siguiente y que la noche fuera rápida y sencilla.
Me llevó a un restaurante lujoso, con aparcacoches en la
puerta, algo pretencioso pensé. Y Danny volvió a mi mente, eran tan distintos,
Adam transmitía sabiduría y sensatez y en cambio Danny de todo menos eso. Aun
así sonreí como una idiota.
- Pareces distinta al día que nos conocimos. – afirmó mientras comíamos.
- Supongo que los incidentes de esa mañana me cambiaron. – mis palabras no acompañaban a mi tono de voz, era demasiado feliz.
- ¿Por qué algo que debería sonar a reprimenda suena a alegría? – intentaba entenderme.
- No tengo motivos para ser borde. – dije relajada y llevándome comida a la boca.
- Así que el trabajo al final salió bien.
- Sí, no me puedo quejar, ha sido un sueño hecho realidad. – y sonreí.
- ¿En qué consistía el trabajo? Era para un grupo de música ¿no?
- Sí, me ocupaba de llevar los meet and greet.
Me miró extrañado, como si no supiera de que estaba hablando.
- No tienes ni idea de lo que te estoy hablando. – afirmé.
- No, no la tengo. – confesó.
Le conté en que consistía el trabajo, cosas sobre el grupo,
sobre su música. El escucho atentamente, aunque no expresó su opinión. Hablamos
sobre negocios, bolsa, cine y viajes principalmente. La sensación con la que
volví a casa fue mucho mejor de lo que había supuesto después del primer
encuentro y a excepción de Dougie, era uno de los hombres más guapos que jamás
haya conocido. Era dulce, pero a la vez no te daba la confianza de cercanía.
¿Sería cosa de guapos? Porque a Dougie le pasaba lo mismo, al menos a primera
vista.
Después de mucho tiempo hablando de literatura, conversación
que jamás tuve con Danny, me volvió a dejar a los pies de la escalera de la que
me había recogido horas antes. Si hubiera salido a cenar esa noche con un buen
amigo, no hubiera aparecido por casa antes de las 7. Tenía ganas de bailar,
disfrutar. En cambio estaba en casa. Había algo que había echado de menos
además de a Danny, su música. Abrí la caja con cuidado, sin fijarme demasiado
en su contenido. No era el momento de remover el pasado, no antes de hablar con
Danny. Cogí el pen-drive donde había guardado todo y me dormí escuchándolos de
nuevo, con una gran sonrisa y con muchas ganas de que llegara la mañana
siguiente.
Me desperté nerviosa, esperaba la llamada, visita o cualquier
clase de noticia de Danny. No sucedió nada hasta después de comer y no fue
Danny quien llamó.
- Sí. – contesté despreocupada.
- ¿Qué tal rubia? ¿Qué tal la vuelta a casa? – dijo Dougie exaltado.
Había algo raro en la llamada, aunque no sabía que podía ser.
- Pues bien, sin mucho que hacer. A decir verdad me aburro un poco. – no sabía si debía contarle lo ocurrido con Danny.
- Vamos a ir todos a cenar esta noche. ¿Te apuntas? – propuso.
Medité un poco antes de contestar.
- ¿Danny también va? ¿Has hablado con él? – estaba algo confundida.
Se supone que teníamos que hablar, no sabía nada de él y
ahora me llamaba Dougie para preguntarme si iba a cenar. Nada de esto tenia
sentido.
- Si, él y Emma. Supongo que deberías saberlo antes de venir a cenar. – cogió aire y continuó. – Danny le ha pedido que se vayan a vivir juntos, vamos que se mude a la casa de Danny.
Como si fuera un bofetón, sus palabras me golpearon sin ni
siquiera esperármelo. No podía ser real. No, repetí hasta la saciedad en esa
pequeña fracción de tiempo. Tenia que estar bromeando Dougie. Me enfadé conmigo
misma por creer en él, en nosotros de nuevo, en que todo volviera a ser como al
principio. En cambio él había avanzado un paso más en su relación con Emma y
una vez más se había llevado mi corazón en su bolsillo.
- No puedo ir a la cena, me voy a España toda la semana. – dije sorprendida.
- ¿Vas a casa? No me habías dicho nada. – su tono había cambiado.
- Ya, es que ha sido una cosa del momento. – y tanto. – Hace mucho que no veo a la familia, ya es hora de que vaya por allí. – contuve mis lágrimas.
- ¿Rach estás bien? Joder no tenía que haber dicho nada. – se sentía culpable.
Doug
no te preocupes, estoy bien, ya es hora de que empiece una nueva etapa en mi
vida. Está bien ver a la familia y a las chicas. Ya es hora de avanzar. – me
autoconvencí.
- Lo siento tanto. – parecía que se sentía culpable por los actos de su amigo.
No
te preocupes, ya se lo dije cuando empezó todo esto, no creo en los cuentos de
hadas y ha quedado demostrado que estaba en lo cierto. Es hora de enterrar a
Kate y Jack para siempre.
Tardé dos horas en coger el taxi que me llevaba al
aeropuerto. Estaba loca, no tenía billete ni idea de cuánto tiempo tardaría en
tener un hueco en uno. Cinco horas después estaba de camino a casa. Llena de
rabia y resignación. No entendía como le había pedido a Emma que se mudara
después de lo que pasó esa noche. Hijo de puta, me iba a volver loca. Me puse
la música intentado dejar de pensar en todo, intentando que el volumen tan alto
hiciera que mis ideas quedaran silenciadas, aunque era imposible dejar de
pensar en él.
Llegué a casa bien entrada la noche. Cuando mi madre me vio
entrar por la puerta se asustó. Le dije que era una sorpresa, que lo tenía todo
planeado, pero que no se lo había contado a nadie para fuera más emocionante.
Mentira. Puse mi mejor sonrisa y le conté todo sobre las tres últimas semanas.
Pareció aliviada de que el viaje no fuera porque algo iba mal. A mi hermano en
cambio no pude engañarle.
Tuve que contarle todo, incluso lo que pasó esa noche con
Danny, fue imposible engañarle. Él también estaba un poco extrañado con el
comportamiento de Danny, incluso amenazó con ir a matarle, cosa que sabíamos
que nunca pasaría, ni siquiera ir a dejarle las cosas claras, pero hay que
reconocer que me hizo sonreír.
El día siguiente lo pase durmiendo en su inmensa mayoría.
Nadie sabía que estaba allí. Sabía que debía avisarlas cuanto antes o se
enfadarían, pero no tenía fuerzas para contarles todo, dolía demasiado.
Pero mi hermano no pensaba igual que yo, y se ocupó de que se
enteraran. No tardé en tener noticias suyas.
Nos vemos a las 19h en
el Starbucks de Orense. Ten claro que si no estás ahí iremos a buscarte y
sacarte de la cama. Te queremos.
No tenía duda de que lo harían si no aparecía. ¿Qué les
habría contado Manuel? Por una parte se agradecía, así sería más fácil contar
la historia, serían ellas las que llevarían la conversación, las que
preguntarían.
Me preparé y salí con el tiempo justo como siempre. Quería
verlas, era duro estar sin ellas y más en momentos como estos. Nuestra amistad
empezó tan de sopetón y llego a ser estrecha tan rápido que a veces tenía miedo
de que igual de rápido que empezó se esfumara.
Cuando llegue solo estaba Bárbara, me abrazó, cosa que no
hacía muy a menudo. Eso hacía a sus abrazos perfectos, tenía el don de darlos
en los momentos adecuados, cuando más necesarios eran, y ese día realmente lo
hacía.
No preguntó nada hasta que llegaron María y Laura cosa que
agradecí enormemente, no sabía si soportaría tener que contar dos veces
seguidas la historia.
Aproveche la tardanza para que me contara ella novedades y
para darla un cd con las canciones de Kate. Quería que la escuchara y me diera
su opinión. Era fácil que la adorara, además que su brazo siempre fue una
herramienta clave para la buena música. Solo necesitaba ver sus pelos del brazo
erizados para saber que era bueno.
Mucho tiempo después, llegaron, aunque merecía la pena
esperar.
- Me parece extremadamente fatal que me tenga que llamar Manuel para decirme que estas en Madrid. – María parecía enfadada.
- Lo sé, como se ha atrevido a llamarte. Esta noche le regaño por hacerlo. – tenía que quitarle hierro al asunto.
- ¿Por qué no me avisaste de que venias? – continuó María.
- Porque hasta anoche no lo sabía. – me defendí.
- ¿Qué ha pasado? – dijo Laura más preocupada de lo normal.
Les conté lo que había pasado esa noche con Danny. Las
lágrimas corrían por mis mejillas mientras lo contaba y cada lágrima dolía como
si me arrancaran un trozo de corazón.
No quería volver a Londres, quería quedarme allí con ellas,
quería poder salir a tomar café en vez de ir a clase o tirarnos todo el fin de
semana tiradas en un sofá. Cuando terminé de contar lo sucedido esa noche me
interrumpieron.
- Pero esas son buenas noticias. ¿No habrás huido asustada? – preguntó Laura.
- No, al menos no asustada. Ayer me llamó Dougie para decirme que Danny le había pedido a Emma que se mudara con él.
- ¿Perdona? – dijo María algo confusa.
- Hijo de puta. – susurró Bárbara.
- Pero si te lo tiraste. – gritó Laura.
- ¿Te ha llamado? – preguntó Bárbara de nuevo.
- No, no se nada de él desde esa noche, desde que se fue sin que ni siquiera me diera cuenta.
- Siempre fue un idiota. – Bárbara se dejó caer en la silla.
- ¿Estás bien? – María puso su mano sobre la mía.
Eso no ayudó a contener las lágrimas, no quería seguir así.
- Yo le mato, puto pecoso. ¿Quién sabe que os acostasteis? – Laura parecía enfadada.
- Vosotras y Manuel.
- ¿No se lo has contado a Dougie? – intervino María.
- No, no quiero que lo sepa. Lo último que necesito es que Danny me culpe de que meto a Dougie en nuestros problemas.
- Se lo merece, debería partirle la cara de mi parte. – Laura estaba enfadada de verdad.
- Vamos a ver, era lo que podía pasar. Fue un polvo de una noche borrachos, no sé porque…
- ¿Puedes dejar de culparte y protegerle? No tiene disculpa y como sigas pensando así esto no va a acabar nunca. – me gritó Bárbara.
Comencé a llorar de nuevo. Claro que tenía razón, demasiada,
pero no podía dejar de sentirme culpable. Culpable por haber vuelto a confiar
en nosotros, por haberle dejado entrar de nuevo a pisotear lo poco de corazón
que me quedaba entero. Pero Bárbara tenía razón, era el momento de empezar a
culpar a Danny, aunque iba a ser duro y difícil de conseguir.
Danny es imbécil ¬¬ Pero......... no tendrá algo que ver cierto hombre con el que ha salido Raquel?!?!?!?
ResponderEliminarPorque Danny puede ser muuuu tonto y puede ver cosas donde no las hay xD Aunque igual es solo mi mente la que cree eso!
Espero que Danny deje de ser taaaan tonto y se de cuenta de una vez por todas que la mujer de su vida es Raquel!
Aisssss cómo me gusta despertarme y ver que tengo cap nuevo para leer ^^ Me has alegrado el día (aunque Danny sea tonto/imbécil/estúpido y lo más adorable del mundo) De verdad, hoy pintaba un día aburrido y triste, pero ahora pienso tomármelo de otra manera gracias a ti :)
Qué ganas de leer la reconciliación definitiva!! Aunque cuando lo lea será el final y me dará muuuuuuuuuuuuucha penita :'( snif snif Pero bueno, todo lo bueno tiene que acabar algún día :)
Y te vuelvo a dar las gracias por esa "agilidad mental" que tienes, porque haces que ría y llore con cada cosa que escribes ^^
Y creo que paro ya o pensarás cosas malas de ti por escribirte taaaanto. Así que ya sabes, el pecoso es imbécil, tú eres la leche y los dos hacéis una pareja increíble!
Un beso queso!
Adoro a Danny, en serio. Pero... ¡a veces me saca de quicio!
ResponderEliminarMi madre tiene mucho miedo, en serio... Me he puesto a gritarle al ordenador... Pero es que escribes tan bien, me acabo metiendo en la historia, y se me olvida lo demás...
Es agradable ver que subes capítulo,lo llevaba días deseando, ¡hasta he soñado con eso! Pensarás que estoy loca, pero es por culpa de tu historia, que me transtorna...
Y sé que estarás muy ocupada, y no tendrás tiempo para fijarte en cosas insignificantes como esta, pero me harías un gran favor si leyeras una historia que estoy escribiendo y me dieras tu opinión. Significaría mucho para mí :)
http://everybodyhavingfuntothesoundoflove.blogspot.com.es/
Sigue escribiendo, y sube capítulo pronto ;)
No se si alegrarme....matarte... jajaja no lo se! xD
ResponderEliminarPara empezar tengo varias hipótesis... ejem ejem... empiezo xD
mi primera hipotesis es: que danny salio fue a ver a Rach y la vio con el adam ese(que por la cara le esta empezando a gustar a Rach ¬¬) entonces el pobre dan (tambien un poco estupido) se rebeló y dijo ¿a si? entonces adios!
mi segunda hipotesis es: que...hubo un fallo ahí de nombres, en plan dougie se lo dijo confundido.
hipotesis numero 3: tambien puede suceder que dougie se halla pillado de rach diga a la mierda! (y en realidad lo haga por mal)
y creo que ahi se agotan mis hipotesis... no has podido verme en casa leyendolo en voz alta y llorando a moco tendido! eres tonta princess rach *^* xD para colmo me encanta el nombre de emma (de hecho la prota de mi fic se llama emma) y en tu fic el nombre de emma casi ya da asco! xD xD
ya sabes tia...que te adoro, que adoro la forma en la que escribes y que como siempre esperaré lo que tenga que esperar para el siguiente capitulo!
Love you xxo
Esto tiene que tener una explicacion. Esta claro...
ResponderEliminarPERO CABRON ES.
A saber qué excusa suelta... No sé, no sé...
Es decir, Hola? No le llama ni nada, la cena que era para cortar con Emma, para lanzarse con la otra, en fin, (on raquel, perdon) QUE NO E GUSTA, hombre, me cachins....
La esta liando parda, parda.XD
De Miri8717:
ResponderEliminarPor favor, no me puedo creer que no me haya enterado de que habías subido capitulo. He entrado hoy por si acaso y me he emocionado.
Aunque ahora mismo estoy un poco PLOF.
1º Dougie es un bocas
2º Raquel, antes de salir corriendo, llamas a Danny y le preguntas a él directamente qué es lo que pasa.
3º Dougie es un bocas
4º Danny, ya puedes ir volando a Madrid. NOW.
5º Danny, tráete a Dougie que quiero ver rollo con María. Y asi de paso todas le dan una colleja. POR BOCAS.
6º Por dios, Raquel, no tardes mucho en subir el siguiente. PORFI PORFI PORFI!!!
Un abrazo!!!