jueves, 11 de octubre de 2012

Capítulo Especial: Parte 1


Hola de nuevo. ¿Cómo va todo? Bueno os dejo un regalito por aquí, es un capitulo especial, dividido en tres partes. Espero que os guste y esas cosillas. Es capitulo de vomito purpurina, pero son ellos de nuevo. Que no se vosotros, pero yo les echaba de menos. Aquí os dejo la primera parte.

Un besazo.

Me desperté sobresaltada por una horrible pesadilla. Tardé unos segundos en ubicarme y en darme cuenta que la cama estaba vacía, algo extraño porque no serían más de las 7 de la mañana. ¿Por qué Danny no estaba durmiendo?

  • ¿Has tenido una pesadilla o ese susto es por como voy vestido? – me preguntó Danny divertido pero cauteloso.
  • Ehh, una pesadilla. – mi cerebro no cooperaba a esas horas de la mañana. - ¿Por qué no duermes? Son las 7. – continué algo molesta.

  • Ya sabes, trabajo, mucho hoy. – su tono era leve y calmado. Había aprendido con los años.
  • Es verdad. – y la conversación de la noche anterior vino a mi mente. - ¿Y yo trabajo hoy?
  • Si, te has puesto el despertador, todavía puedes dormir más. – y una preciosa sonrisa apareció en su cara.

Asumí esa noticia con felicidad, no había cosa que más me gustara en el mundo que dormir.

  • -        Estás guapo. Me gusta esa americana. – mis ojos no conseguían abrirse del todo.
  • -        Claro, me la has comprado tú, sino sería raro. Aunque puede que me compres ropa fea aposta. – estaba de muy buen humor para ser las siete de la mañana.
  • -        Creo que es hora de seguir durmiendo. Solo espero no volver a soñar de nuevo lo mismo. – me recosté y busqué una postura cómoda para retomar el sueño.
  • -        ¿Qué pasaba en tu sueño? – ahora tenia curiosidad por saber que había soñado.
  • -        Hacían una película sobre nosotros y Sofía Coppola me interpretaba. – odiaba a esa mujer, no podía interpretarme de ningún modo.
  • -        No me lo puedo creer. ¿Esa era tu pesadilla? – no me hacia gracia que se rieran de mi a estas horas de la mañana. Me ponía de muy mala hostia.
  • -        ¿Has prestado atención a lo que te he dicho? Sofía Coppola actuando, eso es para asustarte. – dije molesta.
  • -        No seré yo quien te contradiga a estas horas de la mañana. Duerme un poco más mejor, yo ya me voy de la habitación. – una leve risita salió de sus labios, no se porqué le resultaba tan graciosa, a mi no me hacia ninguna gracia nada a esas horas.

Cogió todo lo que pensó que necesitaría y se encaminó hacia la puerta de la habitación.
  • -        Eh, ¿te piensas ir sin darme un beso? No serás capaz. – ya lo que me faltaba.
  • -        Dice la chica que no soporta las muestras de cariño a primera hora de la mañana.
  • -        Una cosa es que no me guste que me abraces y seas pasteloso y otra cosa es que no soporte un beso. Me ponéis de mala siempre.
  • -        Vale loquita mía, haré que ese rumor desaparezca. – se acercó a mi lado de la cama y depositó un beso sobre mis labios. – Te quiero. – y volvió a besarme.
  • -        Y yo a ti amor. Pasa un buen día. – y me di la vuelta para intentar volver a dormir.


Llevaba unos días que no me encontraba bien del todo. Como cada mañana me levantaba para ir a trabajar, hacía café y tomaba un par de tostadas. Pero hacia un par de días que el café me sentaba fatal y terminaba vomitando. No podía ser verdad, el fin del mundo se acercaba, mi cuerpo ya no aceptaba más café.

Pensé que sería cosa de la leche, porque no podía asumir que no pudiera volver a tomar café por la mañana. Bueno y café por la tarde, café por la noche, a media mañana. Lo de siempre.

Nunca llegué a intuir, en esos primeros momentos, lo que realmente pasaba.
Decidí tomarme aquella mañana libre y acudir al médico. No era normal todo aquello. Todo resultó normal, me cogieron sangre para hacerme una analítica, me hicieron las pruebas y preguntas de rigor. Pero hubo cierta pregunta que me dejó algo preocupada y asustada. No por el hecho de que fuera cierto, sino por lo que había sucedido anteriormente. Tenía miedo a que ese día llegara y todo fuera mal de nuevo.

  • -        ¿Podrías estar embarazada? – y claro que podría estarlo. Había hecho la pregunta que hacia todo el mundo desde hacia al menos seis meses.
  • -        Es una posibilidad. – dije algo aturdida.
  • -        ¿Y eso sería algo malo? – mi cara transmitía mucho más miedo del que hubiera esperado.
  • -        No, realmente el hecho de tener un bebe no es malo. Creo que es más miedo al embarazo. Ya sabes, por lo que pasó la última vez. – y en ese momento si que me asusté de verdad.

La doctora intentó calmarme, aunque parte de sus palabras quedaron silenciadas por mis pensamientos. Hice cuentas, recordé momentos en los que un embarazo seria su consecuencia directa.

  • -        Pero antes de nada vamos a esperar los resultados de los análisis para ver si hay algo de lo que preocuparse. – concluyó la doctora.

Aunque estaba claro que no iba a poder aguantar unos cuantos días con esa incertidumbre. Era demasiado importante para esperar. Además las sorpresas podían conmigo, no podía aguantar algo así sola, pero tampoco podía decirle nada a Danny sin saberlo. No podía crear esa ilusión en él para que luego no fuera nada más que un virus.

Pasé por una farmacia de camino a casa y compré un test de embarazo. Creo que nunca sentí que viviéramos tan lejos del centro de Londres como en ese momento. Odie a Danny por no haberse querido mudar a la ciudad cuando nos casamos, era estúpido vivir allí arriba. Aunque era tan bonita la casa, que era una pena no vivir en ella. Además habíamos vivido tantísimas cosas allí, Danny más que nadie. Fue de las primeras cosas que compró cuando McFly comenzó.

Tiré el coche en el garaje y salí escaleras arribas. Cuando iba a medio camino recordé que teníamos un baño en la planta baja, pero ya daba igual. Seguí subiendo, tiré el bolso y la chaqueta sobre la cama y corrí hasta el baño.

Estaba tan nerviosa que tardé al menos 5 minutos en conseguir hacer pis sobre ese palito ridículo. Pero lo peor vino después, durante esos 5 minutos eternos de espera. ¿Pero por qué no salía ya el resultado? Comencé a dar vueltas por el cuarto de baño, intentando templar mis nervios. Aunque nada parecía funcionar.

Miré el reloj esperando que al hacerlo los segundos pasaran más rápido, aunque sucedía todo lo contrario. Cuando al final llegó el momento me quedé paralizada. ¿Por qué no había esperado a que Danny estuviera en casa? Me iba a dar un ataque. Cogí el test y vi lo que ponía. Al principio no lo podía creer. No podía ser cierto. Íbamos a tener un bebe.

Un hermoso y pecoso bebe. Sin pensar nada más corrí a mi bolso y busqué algo acelerada el teléfono. Tenía que contárselo a Danny ahora mismo. A lo mejor no era buena idea, sería mejor que le dijera que viniera pronto a casa, que tenía que contarle algo.

Pero todo se descontroló cuando escuche su voz al otro lado del teléfono.
-        Hola cariño, estoy… - no le dejé terminar, ni me di cuenta de su extraño tono hasta después de cagarla.
  • -        Danny estoy embarazada. Embarazada. – volví a repetir. Más para mi que para él. No me había dado tiempo a asimilarlo del todo.
  • -        Mierda. – contestó al otro lado del teléfono.
  • -        ¿Cómo que mierda? – y esa respuesta me descolocó absolutamente, como si eso fuera posible en ese momento.
  • -        Que maravillosa noticia señora Jones. – ¿quién estaba hablando? ¿por qué alguien que no era Danny me hablaba? – Estamos en el aire, en la BBC Radio 1. – y en ese momento caí.
  • -        Oh, mierda, estáis en la radio. – mierda y más que mierda. Acababa de decir a medio mundo que estaba embarazada. Idiota.
  • -        Si, estamos en la radio. – me contestó Danny esta vez.
  • -        Bueno, ha sido un placer hablar con vosotros y espero que os vaya muy bien la entrevista. – no solo le había dicho a Danny que estaba embarazada en el aire sino que además les había jodido la mañana de entrevistas. Ya el único tema por el que preguntarían hoy sería ese.
  • -        Bueno ya que es un día para celebrar y ya que no es común que concedas entrevistas…
  • -        No lo hago nunca. – puntualicé.
  • -        ¿Te importa si te hago unas preguntas? – no podía culparle, era normal que reaccionara así. Nunca concedía entrevistas y acababa de soltar esa bomba en antena.
  • -        Hombre ¿Nick verdad? – suponía que era el pero no estaba claro.
  • -        Si.
  • -        Te acabo de dar la primicia de mi embarazo en antena, creo que por hoy está bien ¿No? – quería colgar pero no podía hacerles eso. No podía propiciar más temas ajenos a su trabajo por hoy.

Ya podía ver los titulares. La mal educada mujer de Danny Jones anuncia su embarazo en medio de una entrevista de radio y cuelga de forma brusca después de descubrir que estaban en el aire. El porqué de la entrevista no está claro, ya que después de esa bomba lo demás quedó olvidado.
  • -        Es cierto, pero si desperdicio una ocasión así puede que me despidan. – rio el entrevistador.
  • -        Enhorabuena cariño. – Dougie se coló en la conversación. Y al escucharle me emocioné.

Unas lágrimas corrieron por mi mejilla, estaba embarazada.
  • -        Gracias Doug. – aunque las palabras sonaron débiles y algo rotas.
  • -        ¿Raquel estás bien? – dijo Danny al fin. – Nick creo que tiene que colgar. – Empezaba a no gustarle todo aquello.
  • -        Danny no te preocupes, estoy bien, solo me he emocionado. – respiré dos veces antes de continuar hablando y dije algo que hasta a mi misma me sorprendió. – Una pregunta Nick, te dejo que me hagas una sola pregunta.
  • -        Vaya Nick, que suerte has tenido, parece que el embarazo la está ablandando muchísimo. – rio Harry.
  • -        Bueno, mucha responsabilidad. Veamos, cuando Danny te pidió la mano se habló mucho del tema de que no te regalara un anillo de diamantes. Y eso desembocó en llegar a pensar que teníais problemas económicos. – no se si había terminado la pregunta pero me hizo gracia.
  • -        ¿Danny el anillo que me regalaste no era de diamantes? Quiero el divorcio. No, es broma. – y me dio la risa floja.
  • -        Lo siento Nick, ya ves, mi mujer es muy graciosa. – Danny parecía nervioso.
  • -        No fue cosa de Danny lo de no regalarme un diamante, y por supuesto no fue problema de dinero. Me regaló un anillo mucho más valioso que uno con un diamante enorme. Le tocó en los Kellogg´s.
  • -        Bueno, gracias por solucionarnos la duda. ¿Creo? – no se había quedado muy convencido con mi respuesta.
  • -        Siéntete afortunado, no creo que algo así vuelva a suceder. Dar la noticia de mi embarazo por la radio.
  • -        Eso espero yo también. – si, a Danny le iba a dar algo.

Pobre ahora tendría que dar la cara todo el día. Sin tiempo a procesarlo, ni a celebrarlo. Me iba a odiar.
  • -        Gracias por todo. Os quiero chicos. Danny…- no sabía muy bien que decirle. Quería decirle tantísimas cosas, necesitaba que me abrazara, ver sus ojos y su sonrisa. – Now and always.
  • -        Now and always princesa. Te quiero.

Y con esas palabras colgué el teléfono. Sin ser consciente de que había comenzado a llorar. Fui andando hasta la cadena de música y puse la radio. Quería terminar de escuchar la entrevista. Danny contestaba con evasivas a las preguntas sobre el embarazo y eso hacia que me sintiera mal por habérselo dicho por teléfono. No podía creer que se lo hubiera dicho así.

Y me di cuenta que tenia un mensaje, avisándome de que no contestara al teléfono, que me llamaban en directo desde la radio. Perecía que me había adelantado a los acontecimientos y por eso había entrado en directo así.

Nada más cerrar la conexión y con apenas unos segundos de diferencia mi teléfono empezó a sonar.

  • -        Lo siento. Perdóname. Solo te llamaba para decirte que vinieras pronto, que tenía algo que contarte. Pero luego he escuchado tu voz y ha salido todo sin más. Dios la he cagado joder. – no me gustaba nada esto. Ya no porque lo supiera la gente, que era algo que iban a saber.

Pero le había expuesto el tema de sopetón delante de toda esa gente, sin capacidad de maniobra.
  • -        ¿Estás preocupada por mi? ¿Por qué me haya molestado como me he enterado? – parecía sorprendido.
  • -        Claro. – estaba clarísimo, no se porque se sorprendía.
  • -        Eso no está tan claro para mí. Por lo único que puedo estar enfadado es porque me gustaría abrazarte y besarte ahora mismo y no puedo. Raquel vamos a tener un bebe. – y las lágrimas se agolparon en mis ojos deseosas de salir.
  • -        Ya… al menos eso pone en el palito - dije entre ellas.
  • -        Dios no llores. Dime que vaya y dejo las entrevistas por hoy. – y una pequeña parte de mi quiso decirle que si.
  • -        No, suficiente he organizado ya. Al menos me quedan 7 meses de embarazo, puedo aguantar un par de horas más. Pero sal en cuanto termines y ven rápido ¿vale?
  • -        No hay otro sitio en el cual desee más estar en este momento que a tu lado. ¿Le llamaremos Daniel?
  • -        No vamos a llamar a nuestro hijo como tu. Además ¿tu qué sabes si es niño? – solo me faltaba que los dos se llamaran igual, no entendía eso.
  • -        Tenemos que celebrarlo. Esta noche. Cena. Tenemos que invitar a todo el mundo, ya que todo el mundo se va a enterar hoy. Pero vamos a ese restaurante que te gusta tanto. Perfecto ahora mismo llamo para reservar. – y por un momento me sentí Danny cuando me daban los ataques y hablaba muy rápido.
  • -        Vale Danny, tranquilízate. Yo aviso a las chicas, debería llamarlas para que no se enteren por otro lado. Ahora ve y haz tu trabajo. – tenía que tomar el control de nuevo.
  • -        Vale, te veo esta tarde. Te quiero tantísimo. – seguía atacado.
  • -        Y yo amor. Dile a los chicos que lo siento.
  • -        Que les jodan, esto es más importante que cualquier entrevista. Voy a ser padre. 

4 comentarios:

  1. Ooooh que preciosidad de capitulo!!! Lo echaba tantisimo de menos.... creo que es hora de releer tu fic, para volver a reir y enamorarme del pecoso. Aissss gracias por alegrarme la tarde!!!!
    Ya estoy deseando leer la segunda parte!!!!

    Un beso enorme preciosa!!!

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  2. Me ha encantado (LLLLLLLLLLLL)
    creo que no tengo palabras... :D

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  3. OMG!!! Que sorpresita mas agradable al abrir el ordenador *dar saltitos de alegria* jaja me ha encantado el capitulo, es preciosisisisisisisimoooooo ha sido leerlo de nuevo y darme cuenta de porque me encanta este fic :)
    siguepronto, un besoo

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  4. aaaaaaaaaaaaaaaaaW!!!
    Imagínat que les pasa a los chicos eso... Madre mia la que se lia... XD

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